𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊 𝙻𝚞𝚗𝚊:
Era una tarde muy linda, con sol y una brisa que apenas te hacía sentir frío, lo bueno de la primavera, además de que en unos meses ya estaremos en verano, era ver las flores en su mejor punto.
Mientras caminaba por las calles de Buenos Aires admirando cada centímetro de este, reproducía Tan Biónica en mis auriculares y cada vez que daba un paso para adelante veía cada vez más cerca el museo de artes que tenía ganas de visitar hace meses.
Había planeado ir sola ya que nadie más que yo podía entender mí pasión por el arte, además de que no tengo amigos que les interese, no tengo amigos básicamente.
Pero no me importaba, siempre fui de hacer las cosas por mí cuenta sin ayuda de nadie.
Subí las escaleras que dirigían para la entrada del museo. Era una gran construcción y demasiado linda por fuera.
Esperé con la poca paciencia que tengo a que la fila avanzara para que llegue mí turno. Una vez que estuve frente al señor de los boletos vi el precio y mí cara cambió por completo.
—¿Ese valor por una entrada de media hora?— pregunté incrédula levantando las cejas.
El gordo asintió con la cabeza.
Me di media vuelta y salí de la fila. Bajé las escaleras llegando otra vez a la vereda. El enojo me estaba consumiendo, la única forma que tenía de pagar la entrada era con una promoción de 2x1 que había visto en un cartel, pero no tenía a ese segundo para poder entrar, y no valía la pena comprar las dos para mí sola.
Caminé de un lado a otro intentando buscar una solución, no me iba a quedar sin entrar al museo.
Por mí cabeza pasó la idea de hacerme la pobre y pedir plata a la gente que pasaba. O tal vez un beso a cambio de plata...
No, ni en pedo.
Agarré mi celular y busqué el contacto de Benja, cuando estaba a punto de escribirle recordé que hoy se juntaba con sus amigos a tomar algo. La puta madre, que verga hago ahora.
Había una única opción, pero no me convencía para nada. Tenía que haber otra opción pero no la había. Agarré otra vez mí celular y abrí instagram.
En diez minutos el chico mas insoportable que había conocido en mí vida estaba subiendo las escaleras al lado mío para entrar al museo.
—La promoción del 2x1 por favor— dijo entregándole la plata al gordo con cara de morsa.
—Quedamos en que pagaba yo— le dije agarrando su mano evitando que le dé la plata.
Él hizo un montoncito con la mano y terminó pagando él. Además de insoportable es arrogante.
El señor nos dio las dos entradas. Ambos entramos en el museo después de habérselas entregado a otro señor.
El primer salón era gigante y si mirabas para arriba parecía infinito. Había varios pasillos donde podías dirigirte hacia otros lugares y conocer más.
Abrí la boca con un deje de emoción por ver todo.
—¿Ahora?
—Ahora, vemos todo con la boca callada y sin decir nada— le dije mientras me alejaba de él entrando a un pasillo y observando los cuadros en las paredes.
—Ey che, pagué las entradas, me merezco un gracias por lo menos.
—Te dije que no hacía falta, que podía pagarlo yo, solo que se me hacía una estafa el precio para una persona— dije luego de fotografíar un cuadro.
No respondió y me puse más que feliz. Seguimos viendo todo y en cualquier momento me desmallaba de la hermosura.
—Lo del precio fue una escusa para invitarme— cuando me estaba por defender me interrumpió—. Sh, sh, acordate que soy un caballero y de mí boca no sale nada de esto.
Apreté mí mandíbula y lo ignoré otra vez.
Pasaron los minutos y ya habíamos visto todo. Seguía muy sorprendida con todo esto y mis historias de instagram ya eran unas cuantas.
Pero mas me sorprendió como Blas parecía interesarle el tema y no se quejó en ningún momento de nada. Es más, opinaba sobre algunas cosas y coincidimos en bastantes.
Pero me sigue cayendo mal.
—Muy linda tarde eh— dijo mientras bajábamos las escaleras y el cielo frente a nosotros se iba pintando de un color naranja.
—Si no hubieras estado vos hubiera sido mejor.
—¡Pero si no hablé! Me quedé callado como vos dijiste— renegó.
Yo solté una risa al darme cuenta de su molestia, además de que se le salió alto gallo.
—Na si, estuvo piola. Pero prefiero hacer las cosas sola.
Él me miró mientras yo seguía con la mirada al frente.
—¿Siempre fuiste así?
—¿Así como?— dije volteando a verlo.
—Arrogante.
—Siempre.
☪
ESTÁS LEYENDO
𝚁𝚞𝚕𝚘𝚜 || 𝙱𝚕𝚊𝚜 𝙿𝚘𝚕𝚒𝚍𝚘𝚛𝚒
Romance-Tus rulos combinan con los míos. -Pero los míos siempre serán más lindos. ☪ Lenguaje Argentino. Inicio: 14/05/24. Final: 26/06/24.