─ Capítulo 12. 𝑻𝒓𝒂𝒃𝒂𝒋𝒐𝒔.

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Un día después de que ellos tuvieran su tiempo de padre e hija viendo películas infantiles, comiendo pequeñas botanas las cuales eran pocas por razones muy obvias. Ahora tenían que terminar de alistarse para salir, Lucifer en este tiempo un poco alejado de Alastor trataría de aprovechar para solicitar bien el trabajo en la florería, cosa que lo emocionaba, pues aunque sabía que no ganaría tanto por ser un simple empleado de medio tiempo, las flores y plantas siempre fueron lo suyo, amaba sus colores, olores y como hacian lindo hasta el lugar más sucio. Cuando era jóven, aunque tenía una carrera distinta, el había afirmado que conseguiría una floristería a su nombre, que fuera suya, cosa que no pudo cumplir, pero no importa, con simplemente ver esas flores todos los días sería feliz. Pero esto es sólo si lo aceptan.

Con lentitud, hacía 2 pequeñas trenzas en el cabello de su hija, mientras que está le contaba cosas que pasaban cuando su papá no miraba, cosa que aveces lo asustaba, pero mayormente eran cosas pequeñas, como pintar, jugar con muñecas, pelotas, como juega con bichitos, sobre todo hormigas (Cosa que a Lucifer no le agrada tanto, pues le dan miedo los insectos), etc. Esto lo tranquilizaba, sabía que su hija realmente no hacía nada malo cuando no la podía ver, además la pequeña niña tenía toda la confianza de contarle a su padre algo que hizo mal y que se arrepiente. Lucifer agradecía todo esto, pues, por un momento antes de tener a Charlie, tenía miedo de ser un mal padre y que su hija no le tuviera confianza ni cariño.

Junto las dos trencitas que le hizo a Charlie en el cabello y las agarró con una liguita. Charlie se levanto de la silla donde estaba sentada cuando la estaban peinando, dando pequeños saltitos, se le notaba la emoción que tenía de salir con su papá.

Lucifer ya estaba arreglado, así que lo único que debería hacer es ir por una de las bolsitas que tenía, para poner su billetera o cosas necesarias. Cuando ya la tenía en manos, junto a su hija se dirigió hasta la puerta, saliendo de la casa y cerrando con llave.

En el camino veía mucha gente pasar, parecía que ese día no estaría tan tranquilo, agarró fuerte la mano de su hija, recordando la vez que salieron y se perdió, recordando que por eso conoció a aquel locutor.

Tardaron unos 25 minutos en llegar a esa florería y cuando lo hicieron Lucifer revisó si si era aquélla, esperando que fuera el lugar donde conseguiría trabajo.

Entraron y vieron a una chica de un pelo teñido blanco, que parecía aburrida en el mostrador mientras veía su celular, tal vez era la empleada que según iba a renunciar en unos días, eso esperaba, no podía perder un trabajo así como así. Tomó valor y se acercó a el mostrador para hablarle.

─ Buenos días, un... Amigo me había comentado que aquí buscarían un empleado para el turno matutino, quería ver si podría solicitarlo. ─ Trató de sonar amable y cortés, aunque la respuesta fue distinta.

─ Ajá, buen día, así es. ─ Mencionó de manera desinteresada la chica, parecía que en serio estaba aburrida. ─ Deja le llamo al gerente del lugar. ─ Dejó el celular y caminó lento hacia una habitación al fondo.

𝙈𝙮 𝘽𝙖𝙗𝙮.. - 𝙍𝙖𝙙𝙞𝙤𝘼𝙥𝙥𝙡𝙚. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora