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El Gran Salón del Palacio Real estaba iluminado por los hermosos candelabros de cristal, sus destellos reflejándose en las paredes de mármol. Taehyung se encontraba en la sala del trono, su mirada fija en el mapa desplegado ante él, Yoongi también se encontraba ahí, estaba de pie junto a la ventana, observando la luna llena que se alzaba sobre el jardín.

— Taehyung —dijo Yoongi con voz suave—, hemos estado casados durante meses, pero apenas hemos compartido tiempo juntos. ¿Por qué?.— Se atrevió a preguntar luego de haber pensando eso desde hace varios minutos atrás.

Taehyung suspiró y se levantó del trono. Caminó hacia él , su capa de terciopelo rojo ondeando tras él.

—Yoongi, como rey, tengo responsabilidades.— respondió.— El reino requiere mi atención constante. No puedo permitirme distracciones.
Yoongi se sorprendió al escuchar eso. —¿Distracciones? —replicó Yoongi, con el ceño fruncido—. ¿Acaso soy una distracción para ti?.— preguntó al borde del enojo.

—No es eso —dijo Taehyung, tomando sus manos—. Pero debemos asegurarnos de que el reino esté seguro y próspero. No puedo dejar que mis sentimientos interfieran con mi deber.

—¿Y qué hay de nuestros sentimientos? —preguntó Yoongi, sus ojos reflejaban tristeza—. ¿Acaso no importan?

Taehyung lo abrazó con fuerza, necesitaba darle un abrazo a  Yoongi.

—Por supuesto que importan, Yoongi. Pero no puedo cambiar mi posición. No puedo ser solo tu esposo; también soy el rey. Y eso significa sacrificios.

Yoongi apartó su mirada.

—¿Y qué sacrificio haces por mí? ¿Qué es lo que realmente te impide estar conmigo?— reprochó.

Taehyung vaciló. Sabía que no podía decirle la verdad de que estaba luchando contra una posible amenaza. No podía ponerlo en peligro ni mucho menos asustarlo si bien el problema no es grande aún, nadie puede asegurar que habrá una solución, los rebeldes ya han invadido pueblos pequeños y de los sobrevivientes que han quedado los han obligado a unirse a ellos para atacar más pueblos y posiblemente una invasión contra reinos, el reino más codiciado es el de él, el reino de Seúl, y es por eso que Taehyung debe estar alerta y armar buenas estrategias para proteger su reino y a su gente.

—Es complicado —dijo finalmente—. Pero debes confiar en mí, Yoongi. Todo esto es por el bien del reino.— habló con la verdad.

—Confianza —murmuró Yoongi—. ¿Cómo puedo confiar en alguien que no comparte su vida conmigo?

Reprochó y Taehyung simplemente lo besó.

—Te amo, Yoongi. Pero mi amor por ti no puede interferir con mi deber. Espero que algún día lo entiendas.

Los dos se separaron, sus miradas encontrándose en un silencio cargado de emociones. Taehyung sabía que había herido a Yoongi, pero no podía permitirse ser débil, no ahora.

Taehyung volvió al trono y Yoongi permaneció junto a la ventana, mirando hacia el jardín, Taehyung tiene razón y el como su reina debe permanecer junto a él y entenderlo.
Aunque le es difícil e incómodo no poder ayudar a Taehyung  con esto del reino, aún sigue estudiando mucho pero no es suficiente, el debe tener mas conocimientos, solo así ayudara a su esposo y podrán pasar tiempo juntos.

Horas más tardes se encontraban ya camino a su habitación, Taehyung se veía agotado y Yoongi sentía culpa en parte, durante el camino nadie dijo nada, incluso después de alistarse y recostarse en cama, lo único que hicieron fue abrazarse, ya no había nada más que decir.

°

El invierno había llegado dando fin al hermoso otoño, Yoongi decidió salir al jardín y le pidió a Dahyun que llame a uno de los soldados que lo acompañaron a su paseo al bosque para que lo escolte, dentro del palacio no corría  peligro alguno pero tal vez podia tener un accidente y para eso necesitaba que estén a su lado para que lo puedan ayudar. Envueltos en abrigos gruesos para protegerse del frío Yoongi junto a sus acompañantes salieron a los jardines del castillo. El crujido de la nieve bajo sus pies llenaba el aire mientras caminaban en silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos.

¡¿Esposo del Rey Kim?! (TaeGi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora