SABRINA HATMAN
El intenso ruido de la calle se fue silenciando poco a poco mientras subíamos las escaleras hacia nuestro nuevo apartamento. Ethan y yo compartimos una mirada nerviosa antes de que él metiera la llave en la cerradura de la puerta y la girara lentamente.
La puerta se abrió y encontramos lo que esperábamos, nada más y nada menos. Una casa humilde con los muebles del antiguo propietario envueltos en plástico y unas paredes amarillas sucias que tardaríamos unos cuantos días en repintar.
Ethan me miró con poca emoción, cogí las cajas de la mudanza y fui metiéndolas en el piso mientras él abría las cortinas.
Ethan: Supongo que es un... piso muy humilde, pero tendremos que acostumbrarnos porque vamos a pasar aquí una temporadita.
Sabrina: No está tan mal. -Suspiré dejando otra caja en la encimera de la cocina- Sólo le hace falta una capa de pintura y nuevas fundas para los muebles. Quizá algunas plantas y las cosas que hemos traído. Estaremos bien aquí.
Ethan: No espero menos. -Le sonreí calmada-
Ethan era mi hermano mayor, nos llevábamos seis años. Desde que nuestros padres murieron hace unos cuantos años, él se había convertido en mi mejor amigo y... en mi segundo padre, supongo. Solía ser muy protector conmigo, hasta entonces no habíamos tenido problemas con eso.
Nuestros abuelos no podían seguir ocupándose de nosotros y a Ethan le salió una buena oferta de trabajo en un banco de Chicago. Entonces, decidió que era hora de un cambio, de comenzar en una ciudad nueva, lejos de los dolorosos recuerdos que nos perseguían en la casa que solíamos llamar hogar.
Sabrina: Ethan, ¿puedes ir recogiendo todo? Cuanto antes encuentre trabajo... nos irá mejor.
Ethan: Debes descansar del viaje, Sabrina. Quédate aquí. Ya te ocuparás de eso mañana.
Sabrina: No. -Suspiré- Vuelvo antes de anochezca, ¿vale?
Ethan: No sé ni para que me preguntas si vas a hacer lo que quieres igual. -Le sonreí divertida, me acerqué a él y le besé la mejilla-
Sabrina: Hasta ahora.
Con un nudo en la garganta y el corazón lleno de esperanza, salí a la calle lista para enfrentar lo que Chicago tenía preparado para mí.
CARMY BERZATTO
Sydney: ¿Qué tal va el presupuesto?
Carmy: Genial.
Marcus: Fatal.
Carmy: Vale, a la puta mierda. El restaurante es The Bear, ¿vale? -Lo apunté en un trozo de cartón- Tenemos un equipo que funciona, eso es un buen comienzo. Necesitamos una limpieza.
Sydney: Una limpieza a fondo.
Tina: Mesas, sillas...
Fak: El yeso y el aislamiento.
Marcus: La freidora está jodida.
Carmy: Sí, la freidora está rota. Eso son 5000 dólares. ¡Primo!
Natalie: Más el horno, la demolición, más permisos, inspecciones, licencias...
Carmy: Genial, se nos va a 95000 dólares...
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𝐅𝐔𝐂𝐊 𝐘𝐎𝐔 || Carmy Berzatto, The Bear
Hayran KurguLa tensión entre Sabriana y el chef Berzatto, desata una batalla y un romance prohibido entre fogones. ¿Podrán superar sus diferencias o se consumirán en las llamas del conflicto? 26/05/2024 #1 The Bear #1 Love Hate