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La brisa de la mañana es cada día más aterradora, más sombría. Caminan tomados de las manos, esperan no encontrarse con un monstruo.

La lluvia empieza a caer ferozmente, Kurt detiene el paso para quitarse la chaqueta negra que trae puesta y dársela a su acompañante que la toma con nerviosismo, aún sin confiar lo suficiente en el rubio.

Vuelven a caminar entre los escombros y la lluvia, tomados de las manos porque ninguno quiere perder al otro, porque es su única compañía en esta ciudad.

Axl mantiene su mirada en el suelo, un fuerte dolor aparece en su estomago, lo que le hace parar y abrazarse a sí mismo; Kurt lo nota y lo toma por los hombros. Él tiene hambre, no ha comido hace días, el dolor que siente es como si su estómago se estuviera comiendo a el mismo.

Su hambre es tan grande que podría comerse lo que sea.

Kurt toma el mentón del chico para verlo a los ojos, él también tiene hambre, pero no se compara al que Axl tiene; lo abraza intentando calmarlo, afortunadamente lo logra, pero no será por mucho tiempo.

-Espera aquí.- Le susurra al colorado y este asiente, mientras se recarga en una pared cercana.

El rubio desvía su ruta entrando a una tienda abandonada, los estantes están tirados y vacíos, hay agua por todas partes y nada de iluminación.

Espera con suerte encontrar algo de comer.

Intenta no hacer ruido por si hay algún monstruo cerca.

Saca una pequeña lampara que siempre lleva consigo, intenta caminar entre los escombros. Se agacha al ver una lata, pero está esta rodeada de escombros, quita algunos para tomarla. Sin embargo, al tenerla en manos nota que está abierta.

Suspira, mientras sigue en su búsqueda; no puede, más bien, no quiere dejar a Axl de esa manera.

Busca entre los escombros, entre los estantes, los refrigeradores y solo logra encontrar una lata de sopa.

Vuelve a suspirar, eso no será suficiente para Axl.

▪️◾◼️

Cuando Kurt se fue de ahí, lo único que pudo hacer fue recargarse en una pared, mientras se abrazaba a él mismo; tenia frío, sueño y, sobretodo, mucha hambre.

Se sentó en el suelo, mientras esperaba a que el rubio regresara. La lluvia no paraba, aún con la chaqueta del chico, siente como cada gota cae sobre su piel.

El dolor estomacal que le genera no comer lo atormenta día y noche, nunca lo deja.

Su mirada no se queda quieta, mira a todos lados, a lo lejos ve una rata; está muerta. Axl con dificultad se levanta de su lugar y camina hasta donde está el animal muerto. Se arrodilla, sus manos tiemblan y con gran dificultad toma la rata entre sus manos.

Su hambre es tan grande que podría comerse lo que sea.

Sin pensarlo dos veces, muerde la cabeza del animal para desprenderla de su cuerpo con mucha dificultad; la escena es aterradora: Axl con la cabeza de la rata en su boca, con el cuerpo del animal en sus manos y la sangre derramándose a cascadas; la rata no tenía mucho que había muerto.

El rubio que caminaba de regreso con la lata de sopa, miro la escena, quedó en shock, no podía ser cierto lo que estaba viendo, pero sabía que no era una mala pasada de su mente por lo poco que había dormido los últimos días; lo que veía realmente era real.

Duro unos segundos en el trance, hasta que decidió correr hacia él, se agachó a la altura del colorado y con rapidez le quitó la cabeza del animal de la boca.

Axl lo miro unos segundos hasta que, volteando su cabeza a la izquierda, vómito por lo que estuvo a nada de hacer.

𝙲𝚒𝚝𝚢 𝚗𝚒𝚐𝚑𝚝𝚖𝚊𝚛𝚎𝚜 -𝙺𝚞𝚛𝚝𝚊𝚡𝚕-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora