𝙲𝚒𝚝𝚢 𝚗𝚒𝚐𝚑𝚝𝚖𝚊𝚛𝚎𝚜 -𝙺𝚞𝚛𝚝𝚊𝚡𝚕-

13

El extraño hombre miró con suavidad al chico rubio sentado en el piso.

-Nadie, será mejor irnos de aquí. Es demasiado peligroso.

Con temor y desconfianza se levantó de los tablones de madera. Intento no hacer ruido.

-¿Quién eres?- Volvió a preguntar.

-Un perdido en esta ciudad.

-¿No me dirás tu nombre?

-No hasta que tú me digas el tuyo.

-No lo haré.

-Entonces, hasta ese momento te llamaré Nadie.

El rubio hizo una mueca, pero no dijo nada. Dió pasos torpes. Mirando con un poco de desconfianza al chico.

-¿A dónde iremos?- Lamió sus labios secos.

-Al centro de la ciudad.

-Ese lugar es mucho más peligroso.- Dió un paso hacia atrás.- ¿Qué es lo que realmente quieres?- Utilizo un tono de voz más serio.

-Encontrar a alguien. Necesito ir ahí.

-No iré contigo.

-No te estoy obligando. Simplemente te ví por la ventana, quise ayudarte.

-¿Ayudarme?- Regreso su vista a la ventana.- Nadie puede ayudarme.

-No lo sé. Pero, está bien si no vas conmigo.

El rubio regreso la mirada al alto. Decidido a lo que diría.- Iré.

-¿Aún sabiendo los riesgos?

-Sí. Tal vez, necesito un poco de compañía.

Sonrió con sinceridad.- Bien. Yo igual lo necesito.

Volvió a caminar. Estando en la puerta, miró una última vez a la cabaña en la que se resguardo desde que el apocalipsis empezó.

-Por cierto, mi nombre es Steven.- Regreso su mirada a su acompañante. Mientras caminaba fuera de la casa.- ¿El tuyo?

-Puedes decirme Duff.

El rubio asintió, empezando a caminar alado del teñido.

Ƹ̵👁️Ʒ

Han caminado lo suficiente para cansarse. Está tan agotado que la idea de tomar el agua sucia de los charcos es tentadora. Su mente siempre lo llena de ideas asquerosas y antihigiénicas.

La lluvia cae con sutileza en las calles llenas de charcos, haciendo una melodía nostálgica.

-¿Escuchas eso?- Pregunta para olvidarse de aquellos pensamientos.

-¿Escuchar qué?

-La lluvia y su melodía.

-No.

-Oh.

Vuelven a un silencio indefenso. Caminando uno alado del otro, tomados de la mano.

Kurt para su caminata, tomando de sorpresa al colorado que deja de caminar junto con él. Mira a todos lados esperando ver una amenaza, pero solo ve niebla.

-¿Estás cansado?

-Tengo sed, Kurt.

El rubio lo mira.- No hay agua.

-Hay mucha.- Dirige su vista a los charcos de agua.

-No es bueno.

-Lo sé.

Kurt le regala una mirada nostálgica. Su mente es tan diferente a la del colorado.

-Sera mejor descansar un poco.

Ambos chicos se sientan en lo que antes era una parada de autobuses. La lámina apenas los cubre un poco de la lluvia. Axl recarga su cabeza en el hombro del rubio, esperando conciliar en sueño.