𝙲𝚒𝚝𝚢 𝚗𝚒𝚐𝚑𝚝𝚖𝚊𝚛𝚎𝚜 -𝙺𝚞𝚛𝚝𝚊𝚡𝚕-

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La pareja esta en el bosque, decididos a tomar unas lindas vacaciones del trabajo estresante.

El sol, el cielo azul y las blancas nubes no aparecen ese día, solo un montón de niebla y lluvia. Pensaron que se trataría de un mal clima. Sin embargo, al ver criaturas espeluznantes por las ventanas se dieron cuenta que era algo más.

-¿Qué mierda es esto?- Con temor miró a su pareja.

-No lo sé, Izz. Pero será mejor no salir.- Lo rodeo en un cálido abrazo.

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El tiempo pasa con una lentitud tormentosa. La poca comida que tenían se ha acabado, por lo que, con miedo han decidido salir en busca de recursos. Durante el proceso se encuentran con mounstros que no quisieran volver a ver.

-¿Cuál es nuestro destino, cariño?- El azabache pregunta con temor. Aprieta con fuerza la mano de su pareja.

-El centro de la ciudad.

Se congela en su lugar. Ha escuchado historias de esa parte de la ciudad por parte de personas que conocieron en el proceso, todas ellas decían lo mismo; el centro de la ciudad es la más peligrosa, los mounstros son dueños del lugar.

-¿Por qué ahí?- Titubea.

-Porque es el único lugar donde podemos acabar con la maldad.

-¿Qué? ¿En serio?

-Sí, lo es. Pase lo que pase, iremos ahí y acabaremos con esto.

-Esta bien.

-Te prometo que nada podrá separarnos y que acabaremos con esto.

-¿Y sí lo hace,... sí nos separamos? ¿Qué haremos?

-Nos encontraremos en el centro de la ciudad. Te esperaré ahí y tú lo harás por mí.

Tímido asintió.- Está bien. Así lo haremos. Te amo, lindo.

-Yo igual lo hago. Te amo demasiado y no habrá fuerza sobrehumana que me haga cambiar de opinión.- Le dió un casto beso.- Lograremos esto.

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La salida del bosque está a unos cuantos kilómetros. Ambos corren entre los árboles, son perseguidos por aquellos mounstros de plástico.

Están tomados de las manos, mientras la lluvia cae en sus pieles.

El gran tronco de un árbol los hace soltarse. Se voltean a mirar unos segundos donde notan un miedo y sorpresa, ya que aquello les hara tomar caminos diferentes.

Aunque el tiempo parece detenerse en ellos, los maniquíes siguen corriendo para matarlos.

La mirada de Izzy de despeja de su pareja cuando tropieza con una rama, rodando entre la tierra y hojas, soltó quejidos de dolor. Al parar de rodar, su mirada quedó mirando el cielo lleno de niebla gris.

Se levantó con dificultad del suelo. Miró a su alrededor lleno de árboles. Giro su cabeza, esperando no ver a las criaturas, sin embargo, ellas siguen corriendo por él. Hizo lo mismo, corriendo en busca de la salida.

Transpira.

Se esconde entre los árboles para que esas criaturas no lo encuentren. Se recarga en el tronco de un árbol. Mientras su mente solo piensa en su pareja.

"Duff". Susurra.