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Cobain mantuvo la mirada en el chico, mientras este la tenía en la ciudad. Había algo en Axl, algo que no era capaz de leerse con tan solo una mirada. Axl escondía algo que ni el mismo sabía que era.

Toma con suavidad la mano del colorado. Esté solo lo mira con confusión.

-No hay nada aquí, vámonos.- Axl asiente, sin embargo no quiero salir de ahí.

-¿Iremos por el elevador?- Pregunta nerviosos

-¿Quieres ir por ahí?- Axl asiente sin emoción alguna.

Estando en el ascensor, Axl disfruta la melodía. Kurt mantiene su mirada en él.

Salen del edificio sin decir mucho. La niebla está presente como todas las noches. Ambos están cansados, así que deciden refugiarse en una casa cercana.

Se recostaron en el suelo de piedra lleno de agua por las intensas lluvias.

-¿Conoces la leyenda del niño del bosque?- Axl se acerca a Kurt.

-No, ¿cuál es esa leyenda?- Eso los distraería de lo que estaban pasando, de esos ambos estaban seguros.

-Mi madre me contó una vez que hubo un niño que se perdió en el bosque. El niño era tan distraído que cuando intento volver a casa solo se metió más al bosque, llegó hasta el corazón de un bosque de pinos altos; era de noche, lo que solo lo perdió y asustó más. Ahí vió una luz morada que lo llamaba, él era tan curioso que quiso descubrir de dónde provenía la luz, pero solo logro escuchar una suave melodía. Aquella melodía era tan hipnotizante que se quedó dormido. Cuando despertó estaba rodeado de criaturas raras, eran del tamaño de un niño de cuatro años, parecían ser niños; pero no los eran porque no eran como él. Ellos portaban ropas grises y desgastadas, sus ojos eran como los de un gato con el iris morado, su piel era palida casi de un tono gris. Él intento comunicarse con ellos, pero estos no hablan, solo hacian señas para que el niño les entendiera.- Se abrazo a sí mismo por el recuerdo de la leyenda, siempre le hacía sentir como si hubiera estado ahí. Aunque, jamás supo de dónde su madre había sacado aquella leyenda.

-¿Estás seguro qué quieres continuar?- Axl solo asintió.

-El niño logro entenderles, ellos querían que lo siguieran. Así que, él fue con ellos. Llegaron a un gran rosal, pero las rosas no eran rojas; estás tenían algo, un toque que las hacian ver moradas brillantes. Sus pétalos eran suaves al tacto y el tallo se encontraba libre de espinas, lo que permitió que el tomara una. Hundido en la oscuridad lo único que se podía ver era él sosteniendo la rosa.- Miró al suelo y luego al rubio con una sonrisa.

-¿Y qué paso con el niño? ¿Regreso a su casa?- Curioso pregunto. Axl solo borro su sonrisa.

-No sé. Madre decía "el que a la oscuridad se entrega, no regresa". Tal vez el niño nunca regresó a su casa.- Kurt lo miró. Había algo más en la frase y en la historia. Pero no dijo nada sobre ello.- El niño era muy joven cuando se perdió en el bosque.- Axl recordó.- Tenía siete años. Sus padres debieron estar muy preocupados al no encontrarlo.- Su tono de voz se volvió melancólica.- Debió ser duro para ellos perder a su hijo de esa manera. Mis padres lo estuvieron cuando me perdí en el bosque.

-¿Te perdiste en el bosque?

-Si. Tenía siete años.- Rió al acordarse de eso.- Los mismo que tenia él. Que coincidencia, ¿no?

Kurt, en cambio lo pensó más haya de una simple coincidencia. Sin embargo, como las veces anteriores, no dijo nada sobre lo extraño que le resultaba todo.

-Si, es una gran coincidencia, Axl.- Susurro.

Axl solo asintió.

𝙲𝚒𝚝𝚢 𝚗𝚒𝚐𝚑𝚝𝚖𝚊𝚛𝚎𝚜 -𝙺𝚞𝚛𝚝𝚊𝚡𝚕-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora