9)🖤

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Luego de correr por las calles de New York completamente aterrado me dí cuenta que Silvio no estaba conmigo.

Suspiré cansado y mire el hotel, sabía que al menos Lin y Pancracio estarían allí, me arrepentía de dejar Chile al menos en Chile nadie me tiraba botellas.

Subí el elevador y llegué al piso, toque la puerta de Lin revisando mis bolsillos, esperaba tener el celular todavía, lo encontré pero ya Lin había abierto la puerta.

— Oh…Muzi — dijo sonriendo y me miró preocupada —¿Estás bien?— preguntó.

—¿Silvio está contigo?— pregunté preocupado.

Ella me dejó entrar y me fijé que Pancracio no estaba al parecer.

— ¿Les pasó algo? Pensé que iban a buscar lugares para grabar— dijo ella.

Comencé a contarle lo ocurrido, realmente me sentía culpable todo a mí alrededor era caos.

Al menos Silvio no se entro a pelear…ellos tenían razón yo llevaba a Silvio por el camino de la perdición.

…Sería buena trama para un libro "la calle de la perdición"…

Lin sonrió levemente.

— Me preocupa más el pendejo se aleje de los turistas, es horrible hablando inglés — dijo ella riendo y sonreí levemente.

Lo había averiguado en Londres, Flex era malísimo en ingles pero Silvio podía invocar a Satanás.

La observé mientras ella seguía desempacando sus cosas, tenía dos maletas enormes abrió una y observé el gran y organizado maquillaje, en la otra eran productos de peluquería y manicure.

— Pensé que solamente te gustaba la moda — Murmuré mirando asombrado.

Ella rió y recogió su cabello en un chongo para cerrar las maletas y sacar otra que tenía un montón de trajes y objetos de costura como incluso una pequeña máquina de coser.

— Ayudo con todo…supongo que es lo mejor que puedo hacer, me hubiera gustado estudiar artes pero mis padres no podían pagar la universidad así que decidí mejor comenzar a trabajar en una peluquería de aprendiz, luego me especialice en costura y uñas y hice un curso de diseño — comenzó a contar y la escuché con una sonrisa.

Me recordaba demasiado a mí hermana, probablemente por eso le prestaba tanta atención también que me gustaba escuchar las mujeres hablar fuera de cualquier concepto sexual, simplemente me gustaba la manera en la que se expresaban.

— ¿Y qué edad tienes?— pregunté intrigado.

— veintiséis — dijo y abrí los ojos— A qué no lo aparentó — dijo riendo — Tú pareces un adolescente todavía— dijo y sonreí.

— ¿Cómo conociste a Silvio?— pregunté.

Ella abrió otra maleta, un poco más pequeña.

Logré observar algunas prendas de ropa sencillas, productos de higiene personal femeninos, cepillo de dientes y algunas cosas básicas, me extraño ver en uno de los bolsillos una cajita de pastillas anticonceptivas aunque realmente no era extraño, yo era el extraño realmente.

— Lo conocí gracias a Dany. Dany era uno de mis amigos en el curso de marketing y me dijo que uno de sus amigos quería grabar algunos cortos para experimentar en el arte audiovisual y necesitaba estilista, acepte con gusto y cuando lo conocí fue…simplemente sabés que es muy amable, decidí quedarme en su grupo y luego llegó Permon que fue el último en llegar, él y Silvio chocan demasiado pero no hay problema alguno — dijo y sonreí.

Amores de Ficción / Silkato 💙💛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora