The silver wolf (Reescribiendo)

CAPITULO 3: ALAS CORTADAS

Antes de leer este capítulo, espero que les agrade que sea algo que pueda sentir...ah, agradable y con sentido.

Esta fue una idea inspirada por user532343269059 y unas cuantas películas, pero volviendo al tema.

Para ser sincero no me gusto mucho el camino que llevaba la historia o fanfic, lo sentí muy apresura y los capítulos muy cargados, además que la idea principal era "Oh, goblin Slayer con harem" y no me gusto.

Así que me dije, "Y si hacemos que goblin Slayer enfrente un conflicto oscuro, donde cometió actos horribles por sobrevivir y cumplir su venganza. Donde se enfrenta a sus demonios para llegar un entendimiento donde la venganza no lo tiene que consumir".

Algo parecido a eso, parecido a nuestro querido "Un verdadero guerrero".

Gracias si leíste esto y gracias por leer y esperar un nuevo capítulo, no soy un buen escritor así que no puedo prometer que las actualizaciones sean continuas, aunque es una de las cosas que más me gustaría hacer.

***

—Mierda...Mierda...

Las agitadas palabras parecían resonar en todo el bosque o quizás solo era su imaginación, no tenía la menor idea.

Ya habían pasado horas desde que se adentraron al bosque y la noche empezaba a cernirse sobre el país.

El rugir de las bestias no ayudó ni un poco en apaciguar su agitada mente, los pensamientos paranoicos solo la hicieron que tropezara con la raíz de un árbol haciendo que su rostro se llenara de tierra.

Sus manos no paraban de sudar los cual resultaban en una terrible molestia ya que sentía que su bastón se le resbalaría de su mano.

Sus ojos viajaron para ver detrás de ella, podía escuchar sus gritos a la distancia y su corazón se aceleró, y se preguntó porque habían ido detrás de ellas, por que tomarse la molestia.

¿Quizás la venderían como esclavas o peor se serian usadas como juguetes sexuales?

Sus ojos se abrieron y sintió la bilis subiendo por su garganta ante el pensamiento.

Fue sacada de su aturdimiento cuando una calidad mano se posó sobre su hombro, haciéndola girar su cabeza bruscamente. Solo para encontrarse con una calidad sonrisa de la noble a la que debía proteger.

—Tranquila, estaremos bien.

La sonrisa, aunque nerviosa hizo que la hechicera se calmara un poco.

Entonces se preguntó cómo podía sonreír así en una situación como esta, la mano que descansaba en su hombre tembló rápidamente la tomo entre la suyas dando un pequeño apretó en un intento de consolarla.

Había visto a su líder hacerlo muchas veces con sus compañeros más jóvenes, siempre parecía funcionar. La mujer pareció calmarse y le dio una pequeña sonrisa de agradecimiento a la hechicera.

Entonces tenía que seguir sin que el miedo la continuara cegando, se limpió las lágrimas de sus ojos, se levantó para tomo la mano de la mujer, y siguieron avanzando.

Poco a poco se abrieron paso entre la interminable maleza del bosque, el rugir de las bestias se escuchaba a la distancia como el grito de los bandidos que se escuchaba cada vez más cerca.

Su capa empezó a ser un estorbo ya que las ramas de los arbustos se enredaban con ella, haciendo que su avance fuera más lento.

Pero sin saberlo dejaron un rastro detrás de ellas.