Capitulo 7

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(Nota: Bueno este capítulo será más corto, solo espero que lo disfruten)

-Grrrrr –el suave sonido de su estómago sonó en la habitación, haciendo que la vaquera comenzará a despertarse.

-Mmm... ¿Ooh? – se froto los ojos tratando de apartar el sueño rezagado, podía escuchar el sonido de unas sartenes, como el silbido de una tetera en la cocina. Pero antes que se moviera hacia la cocina para poder disculparse con su tío, sintió su cuerpo rígido y caliente; su garganta ardía y le dolía el cuerpo.

- ¿Me quede dormida?, ¿Eh? – en ese momento pudo observar un vaso lleno de agua frente a ella. Puesto de anterioridad.

Estaba acostada en la mesa, y cuando sentó, sintió que una manta revoloteaba en el suelo. Su tío debió ponérsela-

El sol ya brillaba afuera, pero el aire tenia un frio que le hacia cosquillas en la piel.

Antes que pudiera levantarse para poner ir a la cocina donde quizás su tío se encontraba cocinando el desayuno, se congelo al ver quien salía de la cocina.

¿...?

Era el, con tres platos, el hombre se detuvo al ver a la joven despierta, y dijo: - Buenos días, Te desperté –. Un pequeño silencio lleno la habitación, que fue ignorado por el hombre mientras colocaba un plato frente a la chica. La cual ignoraba el delicioso olor, lo veía de una forma extraña al verlo usar un delantal.

- ¿Sucede algo? – pregunto ante la forma que lo veía la chica. La cual negó con la cabeza.

-Ya veo – dijo si mas mientras se retiraba el delantal.

La vaquera no podía decir nada, estaba cautivada por lo que tenia en frente, no era la primera vez (pero aún era extraño verlo usar uno) que cocinaba de hecho hubo veces donde la ayudaba a cocinar. La primea vez que la ayudo, quedo impresionada no esperaba que el supiera cocinar muy bien. Quizás debería pedirle que le enseñe cuando tenga tiempo.

-Buenos días – una voz interrumpió los pensamientos de la vaquera; era su tío.

-Buenos días, señor—dijo la peli plata mientras tomaba asiento al lado de la vaquera.

El hombre tomo asiento frente al joven, tomo uno de los tenedores, para después tomar un bocado del omelette. Sus ojos se abrieron ligeramente, el único pensamiento del hombre fue: -Delicioso --.

-Mmm... No está mal – felicito el hombre mayor. Mientras seguía comiendo su desayuno, con sus palabras la vaquera tomo su tenedor para empezar a comer, quedando impresionada por el sabor.

-MMM~ delicioso, realmente me impresiona que cocines muy bien—

- ¿En serio? – dijo mientras inclinaba ligeramente la cabeza.

-Claro que si—respondió con una radiante sonrisa – Que tal si, me enseñas un poco, así podría prepararte algo muy delicioso—propuso, todo mientras su tío soltaba un suspiro para después mostrar una sonrisa a ver a su sobrina tan radiante. Realmente no se parecía a como era haces apenas unos meses.

-Mmm... Cuando tenga tiempo te enseñare—dijo el hombre, la chica asintió alegremente, para después dedicarse a saborear la comida frente a ella.

El desayuno termino y la vaquera recogió los platos, dejando a los dos hombres en la mesa. El joven se levantó mientras se dirigía una mesita en la habitación, tomando una bolsa al parecer llena de monedas. Con la bolsa en su poder, se dirigió donde el hombre para colocarla frente a él.

-La renta de este mes, señor –

El hombre abrió la bolsa dejando caer las monedas sobre la mesa, la vaquera al escuchar el tintineo de las monedas se asomó desde la cocina –Wow – dijo impresionada por la pequeña cantidad de monedas.

The silver wolf (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora