Capitulo XV

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Pov. Gran Colombia

Ha pasado algún tiempo desde el nacimiento de mis hijos, exactamente 1 mes, este tiempo ha sido maravilloso al lado de mi nueva familia.

Mis hijos ya son mucho más grandes de lo esperado, en menos de otro mes deberían estar totalmente desarrollados, la verdad me siento sumamente orgulloso de ellos. Ya que incluso siendo naciones anexadas a mí, han sabido destacar como naciones pequeñas, con un deseo de grandeza muy similar al mío.

Mi relación con el español no ha hecho más que mejorar, desde que aleje mis constantes dudas y preocupaciones innecesarias gracias a mi compañero me siento de maravilla, como si me hubieran sacado un gran peso de mí.

Sigue siendo un total caballero, es mucho más detallista y para mí sorpresa es un increíble compañero, que está al tanto de nuestros territorios. Viendo todos los esfuerzos que hizo para poder ablandar mi duro corazón, han sido bastante efectivos.

Además que ahora se ha ofrecido ayudarme con mis trabajos, entonces mi trabajo acaba mucho más temprano para pasar más tiempo con mi nueva familia.

Hoy es uno de esos días en los que él ha ido a su propio territorio a realizar sus ocupaciones, dijo que esta vez no volveria en mucho tiempo, entonces me toca esperarlo. Mientras ayudo a mis hijos a estudiar y tomo mi café de la mañana, un criado se me acerca con cierta preocupación en su rostro. Al verlo le pregunto:

— Criado, ¿Qué es lo que te angustia?

— Mi señor, al parecer una nación pide hablar con usted, según viene de muy lejos.

— Déjenlo pasar, por favor. Esperare a nuestro visitante en mi oficina.

Así mi criado emprende su camino mientras hablo con mis hijos para que sigan estudiando sin mí.

«Me pregunto quién podrá ser... »

— ¿Señor Jamaica? —pregunto con gran confusión

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— ¿Señor Jamaica? —pregunto con gran confusión.

— Estimado, muchas gracias por recibirme en su morada —dijo mientras tomaba asiento —. Lo repentino de mi visita tiene un motivo mi señor.

— Con total sinceridad, es un gusto conocer el territorio que vio la creación de la carta de mi libertador, un documento con grandes ideas para lo que sería mi propósito. Además de un productor de azúcar excelente.

— Me alegra oír eso de una nación tan joven como usted. Aunque sigo siendo una colonia eso no quita que tengo planeadas grandes cosas para un futuro.

— Entonces, ¿podría indicarme la razón de su visita?

Luego de verlo frotar sus manos nerviosas, el jamaiquino habló:

— Tengo una información que puede interesarle en gran manera.

Alcé mi ceja con recelo, esperando que siguiera con su revelación.

— El Imperio no es lo que usted cree, mi estimado. Hay cosas muy oscuras que necesita saber sobre su compañero.

— ¿Qué insinúa, señor?

La colonia se ve claramente nerviosa, pero me sorprende que sepa que el español sea mi compañero, al parecer los rumores son mas rápidos que los barcos.

— No tiene por qué engañarme, sé perfectamente que usted mantiene una relación con el Imperio Español. Pero también que lo que voy a decirle le interesará, ya que a pesar de ser una nación con personajes tan influyentes y actualizados, usted no está muy al tanto de lo que pasa fuera de sus fronteras o sus propios asuntos. Además que no merece estar al lado de una persona tan nefasta.

— Entonces, dime que es eso que me quieres decir con tanta insistencia.

Sin vacilar y soltándolo de una vez, exclamo: «¡Los Imperios español y británico tuvieron una relación!» 

Yo, sin entender lo que ha dicho suelto un confundido ¿Disculpa?

— Yo en realidad, soy hijo de ambos... Ellos me tuvieron sin decírselo a nadie ya que nunca se supo de su relación. Soy producto de una relación sumamente repulsiva y asquerosa, en la que el Imperio británico recibía un trato de esclavitud por voluntad propia, con actos lujuriosos que implicaban muchas veces golpes, velas y otras humillaciones en varios ámbitos —lo último dicho con la cara tapada por sus manos.

Estoy atónito, no entiendo nada de lo que me dice el territorio frente a mí. ¿Actos lujuriosos?, ¿qué se supone que significa eso?

— ¿De qué acusas sin pruebas que puedan demostrármelo?, ¿qué son estas acciones lascivas e impuras de las que hablas?

— Ellos mantenían relaciones carnales, con connotaciones demasiado humillantes para nombrarlas. ¿Quieres pruebas? Por supuesto que las traje.

En mi escritorio caen cartas, con una letra extremadamente conocidas, que narraban la ejecución de actos sumamente asquerosos que nunca habrían pasado por mi cabeza que existían. De mis ojos comienza a brotar aquel líquido que tenía mucho sin sentir caer por mis mejillas.

— Yo estoy igual de conmocionado que usted, mis más sinceras disculpas por ser un ave de mal augurio. Yo mismo me enteré cuando estábamos limpiando una antigua oficina donde trabajaba el Imperio Británico, ya que nunca me criaron como a un hijo y me tenian como esclavo. Al parecer ellos mantenían esta relación y entre sus actos hicieron el ritual de mi nacimiento. Pero luego de eso IB estaba cansado de estos y comenzó a invadir totalmente mi territorio que estaba controlado por el español. Al final lo logró y creo que la relación quedo así y IB se quedó con todas las pruebas de ello, no tengo más información al respecto.

Sigo aturdido, las cartas están cronológicamente ordenadas para entender con totalidad como pasaron los sucesos, desde cartas dedicadas entre ambos con escritos indecorosos, hasta cartas de mi compañero amenazando al otro con revelar estos documentos si no paraba su invasión.

Esto está mucho más allá de lo que podría siquiera imaginar, yo nunca tuve interés en los placeres de la carne y solo quería una relación como en los escritos del romanticismo que solía leer de pasatiempo.

No puedo con los sentimientos que se acumulan en mi pecho y destrozo todos los papeles con la mirada expectante de mi invitado sobre mí. Esto debe ser una total mentira, no puede haber nadie tan sádico ni tan asqueroso, mucho menos IE que ha cambiado tanto gracias a tener una familia.

— ¡No pienso caer en calumnias de colonias resentidas! No sé cómo se enteró usted de mi emparejamiento, pero no quiero verlo esparcir veneno aquí. Le PIDO que se retire...

Jamaica se levanta de su asiento y se retira no sin antes decirme: mi conciencia está tranquila, mi señor.

Al sentirme solo en mi despacho me desplomo al suelo mientras me pregunto por qué alguien inventaría algo tan repulsivo.

Es claro que es una total mentira.

❝ 𝓒𝓸𝓻𝓪𝔃𝓸𝓷 𝓡𝓸𝓽𝓸  ❞┊↠𝐆𝐫𝐚𝐧 𝐂𝐨𝐥𝐨𝐦𝐛𝐢𝐚↠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora