N.A: Este capitulo tiene contenido perturbador, que se indicará cuando empiece. Puede saltarse, se entenderá a lo largo de la historia.
HANS. PASADO. Martes 16:42
Había echado tanto de menos el fish and chips y una taza de té después de comer, que repitió al menos dos veces de cada cosa.
—Me encanta cocinar cosas de Inglaterra, me transporta a casa. Mi madre me enseñó algo de cocina francesa también y suelo hacerlo a veces. —Confesó Raynal, cuando el rizado apartó su plato totalmente vacío. —Es un honor que te guste.
Hans tenía tantas preguntas para él después de observar, sin que se notara, su gran apartamento.
—Estaba muy bueno, cocina bien. —De nuevo otro halago que se introdujo en el corazón del coreógrafo. Tras un breve silencio, en el que los temas de conversación se habían agotado por el tiempo que llevaban juntos, Hans volvió a hablar. —Tengo algunas preguntas, pero ¿Tal vez son indiscretas?
—Me han hecho muchas a lo largo de mi vida, no creo que estás sean las que más.
—Mhm, está bien —Asintió Hans, pensando en que decir primero. — ¿Vives solo? Quiero decir, el ballet... ¿Te ha ocupado la vida entera?
—Eso sí, ¿Me permitirás preguntarte algo a ti?
Hans aceptó, su timidez había desaparecido y no iba a permitir que volviera cuando estaba en un ambiente tan cómodo. Además, estaba en su casa y le había dado de comer uno de los bailarines más admirados del mundo, no podía ser un irrespetuoso, hacer que se perdiera esa confianza por decir que no.
—El ballet claramente atrapó mi vida a los catorce, pero eso no quiere decir que no haya tenido hueco para hacer amigos o incluso... enamorarme. Pero ahora mismo estoy solo, y no es ningún problema en mí, soy feliz. Tengo a gente que me quiere, y me admira, tal vez como... tú. —Guardó un silencio reflexivo, y siguió hablando. —¿Tú tienes a alguien?
Hans no sospechó en el momento, pero si lo hubiera visto desde fuera, se habría marchado a casa incluso andando. ¿Porque necesitaba saber si tenía a alguien?
—No, no soy muy bueno hablando con la gente. —admitió con total sinceridad, frunciendo el ceño y pensando en si alguna vez se había enamorado. —Tampoco me he sentido... enamorado nunca, ¿Cómo te tienes que sentir, en realidad?
Raynal sonrió sorprendido, como si hubiera estado esperando esa pregunta en algún momento, pero no tan pronto.
—Te sientes atraído, con nervios en el estómago. Como una actuación con la otra persona en el que solo hay deseo y un éxtasis compartido. Algo que hay que probar, hasta encontrar a esa persona perfecta.
—¿Y si no lo haces, o no puedes estar con ella?
—Pues sigues sintiendo esa pasión con otras, pero no igual. Y también puede ser él, de hecho, desde antes de cristo Platón dijo ya en una de sus obras que el ser humano estaba antes conformado por dos, o bien mujeres, dos hombres, o del sexo opuesto; aunque ahora este tan reprimido. Sin cultura, los líderes políticos difícilmente gobiernan y establecen leyes ya abolidas en el pasado, ¡Cómo vas a detener a los homosexuales! ¡O siquiera discriminarlos! Si ya se defendía en un pasado, no es algo que se pueda condenar ahora... Pero yo tampoco tengo ni voz ni voto, así que toca ser uno mismo y soportar a incultos que crean un retroceso en el mundo.
No hubo más preguntas porque Hans bostezó. Aunque quedó conforme con la explicación del bailarín, sin ser él para nada aficionado a la filosofía y en mínimos a la política.
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Apology of the tearful [Alabanza a la lacrimosa]
Historical FictionHans Edward Swift, como rey de Inglaterra, debe casarse con Scarlett Andrew y tener descendencia. Esta adversidad es entonces el detonante para que el rey se vuelva a dar cuenta de que ser parte de la monarquía no hace inmune al dolor y a pesadillas...