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EL HUMOR DE MARÍA SIMPLEMENTE MEJORÓ A MEDIDA QUE AVANZABA SU CUMPLEAÑOS. Irían a almorzar al Deck El Nautico con su familia y Matías, el lugar al que siempre iban para los festejos en la familia Gonzalez. Mientras María conducía con calma, bajando la ventanilla para dejar que Matías pudiera fumar y que no inundara el auto de humo, Belén tarareaba por lo bajo una canción de Bandana que sonaba por la radio.
Cuando terminó de sonar "Maldita Noche", Belén se estiró desde su asiento para poder tener la atención de Matías, sentado en el asiento de copiloto, y María. — ¿Te imaginas si veníamos todos en el mismo auto? -preguntó con humor.- Mamá se moría.
Una carcajada escapó de Matías, en medio del humo de la calada que soltó de su cigarrillo, — Primero mataba a tu tía seguro. -respondió, observando en el espejo retrovisor los autos de Eva y Virginia.
María rodó sus ojos, estirando su mano para tirar más del perfume de Paula Cahen D'anvers que su mamá le había regalado alrededor del auto y disminuir el olor a cigarrillo. — Ay, son dos exagerados.
