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PARTE DOS

CAPÍTULO DOCE



— ESTE ES EL MEJOR BAR DE TODO ROSARIO.

Aquellas fueron las primeras palabras de María en cuanto llegaron al Bar Pasaporte. Matías ya se esperaba aquello, en especial por la emoción de la chica al contarle que el almuerzo de ambos sería en una zona preciosa de la ciudad, en frente de la ex aduana.

Una risa escapó de los labios del chico mientras colocaba más limón en su milanesa de ternera. — Entonces que honor estar acá con vos. -respondió con humor.

El leve rubor en el rostro de María provocó que sus risas aumentaran. No pudo evitar estirarse para dejar un beso en los labios de la chica, a pesar de lo mucho que se había quejado al ver como le había agregado gotas de limón a las empanadas de jamón y queso que habían pedido para sus entradas. La combinación le hubiera causado náuseas a María anteriormente, pero ahora por su embarazo, no pensaba en negarse a ese antojo.

Tomó un trago de su Sprite mientras Matías hablaba acerca de sus planes en cuanto volvieran a Buenos Aires. El festejo del cumpleaños de María se aproximaba, y con aquello, la vuelta de Matías y María a Buenos Aires. Los días que habían pasado eran de ensueño, y María no quería que terminaran.

La chica estiró su mano para agarrar la mano de Matías, detendiendolo en cortar un pedazo de su milanesa para que le diera toda su atención. — Me gusto mucho pasar estos días acá con vos. -reveló María, con una sonrisa honesta en su rostro.

La misma sonrisa apareció en el rostro de Matías, quien llevó su mano hacia sus labios para dejar un beso en sus nudillos. — A mi también me encantó. -respondió.- Tu casa y Rosario es re lindo, tenes que volver a invitarme.

— Obvio que sí. -aceptó inmediatamente María sin dudarlo.

Sabía que a Eva y Belén les encantaría volver a tener a Matías cómo invitado, al igual que sus primas. Las niñas se habían encariñado con Matías, incluyéndolo en sus juegos y travesuras. Más de una vez se habían quedado dormidas en sus brazos, confiando plenamente en el chico que las mecía con seguridad.

El amor de María hacia Matías solo había crecido con el paso de los días. Aquella mañana, luego de que el chico ofreciera a ayudarla con la decoración de su cumpleaños, María no pudo evitar estampar un beso en sus labios, causando un chillido por parte de sus primas y burlas de Belén.

De todos modos, lo único que le interesaba en aquel momento a la chica era Matías y toda la adoración que tenía por él, agradecida de que estuviera pasando esos días importantes en su vida con ella en Rosario.











De todos modos, lo único que le interesaba en aquel momento a la chica era Matías y toda la adoración que tenía por él, agradecida de que estuviera pasando esos días importantes en su vida con ella en Rosario

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SAFE AND SOUND | MATÍAS RECALTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora