Liberación.

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Volví a casa confundido, me quité la campera y me recosté en mi cama. Cerré los ojos e intenté dormir, no podía dejar de pensar en él. Sus manos, su rostro, sus labios, su olor, repasaba todos sus atributos en mi cabeza, el sabor de sus labios, eran tan suaves y a la vez tan feroces, algo peso en mi corazón. Quería volver a verlo.

Al día siguiente me dirigí a la escuela, recibí algunos mensajes de Tom y los respondí de inmediato, me contaba de una chica que conoció en el metro; el aire era frío y mis movimientos titubeantes, su imagen volvió a mi mente, parecía que poseía al mundo en la mano cuando sujetaba el cigarrillo. Di vuelta a la izquierda en la calle, seguí delante, mis pies titubearon, cambié la dirección.

Me dirigí hacia su escondite, daba mi ser como tributo en un sacrificio carnal. Ahí estaba él junto a sus amigos, cuando me miro llegar una pequeña sorpresa se acumuló en sus orbes, no creía que volvería, o tal vez lo dudaba. Me acerqué a él.

- ¿Vienes por el dinero de nuevo? – me preguntó mientras me miraba por encima del hombro

- No – susurré

- Ten – me dio otro de sus cigarrillos, lo sujete en mi mano, este era diferente al de ayer, estaba enrollado en un papel a mano

- ¿Es nicotina? – pregunté, él se rio mientras sacaba las cerillas

- Te gustará – afirmó mientras prendía el cigarrillo en mi mano – No fumes demasiado, cuando lo fumes, mantén el humo dentro por unos segundos, si no, no funcionará – mi mano temblaba, jamás había hecho algo así, no me lo dijo, pero lo intuí, debía tener marihuana dentro, Thomas me había hablado de eso antes, podía recordarlo ahora en mi mente como una película.

"Tom, ¿qué es marihuana?" pregunté en una de mis notas

¿Por qué lo preguntas, alguien te ofreció?

No, escuche a mamá hablar de eso con mi padre

No es algo bueno Eith, no deberías tomarla jamás, te hace perder la consciencia y todo se vuelve extraño a tu alrededor

¿Te puedes volver adicto?

No realmente, pero el problema es que una droga de iniciación

¿Qué significa eso? Pregunté en otra nota, teníamos como diez años

Significa que es una puerta para probar otro tipo de drogas... y esas sí son perjudiciales. Así que es mejor que te mantengas alejado de todo eso, Eith. ¿Lo prometes?

Lo prometo"

De pronto una voz me trajo de vuelta a la realidad, era Maximilian

- Lo has estado mirando por minutos. ¿Vas a hacerlo? Se está gastando

- Sí – titubee mientras llevaba el cigarrillo a mi boca, inhale una vez, el humo era demasiado fuerte y comencé a toser, todos comenzaron a reír

- Así no, observa – sus dedos largos sostuvieron el cigarrillo, lo llevo directo a su boca e inhalo con suavidad y encanto. Luego lo apartó y el humo salió de su nariz lentamente. Me devolvió el cigarrillo para que yo lo hiciera. Lo tomé entre mis manos con torpeza, lo llevé hasta mi boca, y esta vez logré hacerlo sin toser, aunque sin la delicadeza con la que Max lo hacía.

- Bien, estás mejorando – Por alguna razón, lo que dijo me hizo sentir orgulloso, era como ser un niño aprendiendo a sujetar una caña, a punto de pescar; lo mire anonadado, todo en él era asombroso, jamás había conocido a alguien como él

Sus amigos siguieron hablando, di dos fumadas más, mientras contemplaba a Max con suma atención, cada movimiento, cada respiración, sentía que miraba una obra de arte y a medida en que los minutos pasaban este sentimiento era aún mayor, estaba perdido, todo se volvió brillante, él se volvió. Podía escuchar mi corazón golpear contra mi pecho con fuerza, mi boca estaba seca, Max se movía como un ente espectral frente a mi rostro, ni siquiera me veía, no podía creer que fuera real. Pronto sus ojos giraron a mirarme, su mirada era tan hipnotizante.

- Cielos – rio – estás demasiado drogado

No pude contestar, seguía cada movimiento en su boca, ahora notaba líneas y arrugas que no estaban ahí antes, todo se volvía más claro.

- ¿Te sientes bien? – escuché la voz de Stacy a lo lejos

- Tiene sed – Pronunció Max mientras tomaba una botella de whisky y ponía la boquilla en mis labios, me hizo beber, sentí que mi pecho ardía con fuerza y comencé a toser, Max empezó a reír

- Tengo hambre – musité, Max sacó un chocolate a la mitad que tenía en su bolsillo y me lo dio en la mano – Come

Lo lleve hasta mi boca y sabía extraño, es como si tuviera una consistencia pegajosa, no me gustó al tacto. Giré a ver a Max y sus ojos estaban puestos en mí.

- ¿Qué ocurre? – me preguntó

- Eres tan hermoso – no pude evitar decir, él sonrió burlonamente

- ¿Quieres besarme? – asentí, lo deseaba tanto, lo estuve deseando toda la noche. Se acercó hacia mi y mordió mi labio inferior, pude sentir un poco de sangre brotar, pero no importaba. Pronto sus besos se volvieron más apasionados y largos, quería saborear su boca, todo de él, comencé a tocarlo, su piel era tan suave, podía escuchar su corazón, se aceleraba junto al mío, sentí mis genitales avivarse, cuando él se dio cuenta susurró en mi oído. – Aquí no, tienes que esperar

- Te deseo tanto – susurré entonces y él comenzó a besar con más fuerza, quería tocarlo, todo era tan nuevo en él

- No, aquí no – se alejó entonces y volvió a fumar de su cigarrillo, Stacy nos contemplaba sin decir palabra

Me recargué contra el muro y comencé a enfriarme. Stacy se levantó y se marchó.

- ¿Desde cuando lo sabes? – me preguntó Maximilian

- ¿Saber qué?

- Que eres gay – me sentí avergonzado – Vamos, dime

- No lo sé... supongo que siempre lo sospeché

- ¿Te da miedo?

- ¿Qué?

- ¿Te da miedo decirlo?

- ¿Qué?

- Que eres gay

- No, no me asusta

- Entonces dilo – pronunció mientras me miraba de reojo

- Soy gay – dije en un susurro ahogado

- Dilo más fuerte – me incitó

- Soy gay – subí la voz un poco

- ¡Vamos!, ¿Qué es eso? Grita, ¡Soy gay! Vamos, dilo en serio

- Soy gay – dije con más fuerza

- ¡Soy gay! – grito mientras miraba hacia el horizonte, no había nadie cerca

- Soy gay - subí la voz

- ¡Soy gay! ¡Soy gay!

- ¡Soy gay! – grite finalmente - ¡Soy gay, soy gay, soy gay! – grite desesperadamente, sentí que una carga enorme había caído de mi espalda, Max comenzó a reír

- ¡Lo ves! No era tan difícil. ¿Cómo te sientes?

- Liberado

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