No recuerdo la mayor parte de los eventos de aquel día... Estábamos juntos, yo había vuelto de ver a Charlie, a pesar de todo aún no había terminado con él, era como si fuera mi chaleco salvavidas, al final sabía que siempre podía volver a él si algo se desmoronaba.
Aquella noche casi todo se cayo a pedazos.
Recuerdo un día en que Stacy nos leyó el tarot, yo pregunté por el futuro y ella sólo saco una carta: La torre.
Aquel día, entre alucinaciones y realidades, pude ver un castillo casi sucumbir ante mis pies.
Pude ver un hombre hecho de piedra desmoronarse, y casi perder la vida.
No recuerdo el orden de los hechos, sólo imágenes borrosas, dos idiotas juntos, a punto de inyectarse.
Ahora comienzo a recordar.
Yo había entrado a la Van, y Max tenía cristal, lo había disuelto en una cuchara y sus manos temblaban, parecía abstinencia aunque no sé si era dolor reprimido. Su madre había sido internada una noche antes.
- Quiero tener sexo - Me dijo - ¿Has probado las anfetaminas?
Yo negué con la cabeza asustado, esas historias nunca terminaban bien, al menos no en la televisión.
"Adolescente muere por sobredosis" "Joven de 16 años..." "Crisis en el país por venta de cristal"...
- Será divertido - afirmó - yo trague saliva y titubee ante la idea
- No lo sé, Max...
- Te hará sentir bien
- ¿Para qué sirve? - pregunté
- El sexo es mejor con esto - dijo mientras me mostraba la bolsa
- No estoy seguro. ¿Lo has hecho antes?
- Sí, varias veces, con Andy
- No lo sé
- Yo lo haré
Dude un momento, pero una fuerza me impulsó a hacerlo, fue tan extraño, y no sé qué fue. ¿Hay algo dentro nuestro, que sigue una ruta, que sigue un camino, que está predestinado? Porque se sintió así.
O no sé si se siente así ahora, por toda la droga que estuvo en mi cuerpo.
Drogado no es posible ser consciente de la realidad.
Max preparó la dosis, yo le extendí el brazo, él hizo el nudo, él inyectó, yo sólo lo miré. En un momento, sentí como si todas las luces se encendieran, todas esas que se habían apagado a lo largo de los años, todas las luces cósmicas y las del más allá.
Una adrenalina enorme me golpeo en un segundo, y sentí que me elevaba, Max tenía razón, se sentía tan bien.
Siguió él, se inyectó y entonces, cayó al suelo y no se movió.
No se cuando volví en mí.
Comencé a sacudirlo, no respondía, me sentía tan drogado.
Comencé a sacudirlo, no respiraba.
Dios por favor, no lo dejes morir.
Me arrastré, las luces rojas de la ambulancia golpeaban mis ojos y dolía, tomé el teléfono, sentí que mi corazón se detendría, marqué a emergencias, una habitación totalmente blanca y ¿Dónde estaba él?.
Lo lamento, las imágenes se combinan.
- Max... Max - susurré mientras lo movía con fuerza, mi corazón se aceleró demasiado, su rostro se veía pálido y no había respiración. Me arrastré hasta el teléfono, marqué el número de emergencias y ni siquiera sé cómo logré atender
- Hombre, drogado, ayuda - me desmayé
Después abrí los ojos y la ambulancia nos llevaba a ambos en camillas, mi pulso todavía estaba un poco acelerado pero me sentía un poco mejor.
Cuando entré al cuarto de Max, ya ambos estábamos en nuestros sentidos. Los doctores dijeron que casi muere, que había tenido una sobredosis y que yo estaba bien, pero que por poco también hubiera tenido una.
Fue la primera y ultima vez que lo hice.
Ojalá hubiera sido así también para Max.
No levantarían cargos por posesión de drogas, pero nos instaban firmemente a que acudiéramos a una clínica de rehabilitación, me sentí ofendido.
Es verdad que me drogaba varias veces a la semana, incluso varias veces al día, pero la mayoría era hierba... No podía estar tan mal.
Cuando al fin volvimos a la casa de Max, yo le insistí en que tirara el cristal. No lo hizo.
- Realmente me preocupa - dije con ansiedad - No fue nada divertido
- Me equivoque en la dosis, es todo - pronunció entonces
- Bueno, pues puedes volverte a equivocar
- Basta, no me trates como un niño - me dijo entonces, y se sentó en la cama, un poco aturdido
- Ya no puedes seguir así Max, no sé qué tanta mierda te estás metiendo, basta
- ¿De qué hablas? Te la has metido conmigo
- No todo
- Pues bien - rodo los ojos - Yo puedo controlarlo
- No es verdad
- Siempre lo he hecho
- Se te está yendo de las manos
- No es así
Me sentí enojado, pero no podía obligarlo. Recordé esa visión que tuve con el LSD, ambos éramos tan felices, teníamos una hermosa familia. Recordé la torre.
Me levante ansioso y abrí el buró, inhale un poco de cocaína y saque una gomita de marihuana de una bolsa llena de ellas. La metí en mi boca. Max rió.
¿Cómo podía ayudarnos, si ya ni siquiera podía ayudarme a mi?
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Cigarrillos usados
FanfictionMe sujetó entre sus dedos como un cigarrillo. Historia adicional sobre el romance que tuvo Eithan con Maximilian en Va con B vurro.