- ¿Cómo se llama tu madre? – le pregunté mientras fumábamos un cigarrillo de marihuana en las canchas
- Mary – su voz se endureció
- ¿Por qué ya no vives con tus padres?
- Haces muchas preguntas, y no quiero responder
- Anda, si tu me cuentas, yo te diré algo sobre mí
- ¿Por qué me importaría?
- Anda
- ¿Me dirás lo que sea?
- Lo que sea
- Bien – se aclaró la garganta – Escapé de casa cuando tenía dieciséis, mi padre me golpeaba y a mi madre también, pero ella nunca quiso dejarlo – lo dijo con tal naturalidad que me sentí angustiado
- Lo lamento, en verdad
- Por favor, no empecemos con eso. Así es la vida
- Pero...
- Eithan, basta. No te compadezcas de mí. No me gusta eso
- Bien... Y, ¿Por qué tu padre era de esa forma?
- No lo sé, creo que yo no le agradaba mucho. Comenzó a golpearme cuando tenía 6, y siempre decía que no debía llorar así que desde entonces no lloro.
- ¿De verdad no lo haces?
- Nunca
- Bueno, eso suena horrible
- No es horrible, y ya basta
- Yo no sé qué haría si no pudiera llorar, me sentiría muy infeliz. Creo... mis emociones son algo muy importante para mí – al decir esto Max rodó los ojos
- Eithan, no quiero ser grosero, pero deja de hablar como una niñita
- No estoy...
- Sí, lo haces. Y es triste de ver. Por favor Eithan, tienes que madurar. ¿Entiendes?
- Mi madre siempre dice eso
- Finalmente, la bruja tiene razón en algo
- No estoy de acuerdo, creo que las emociones son importantes para los seres humanos Max, yo creo que, sin ellas, todos nos mataríamos
- O el mundo sería mejor, sin menos llorones
- Eres duro
- Lo hago por una buena razón, lo digo porque te aprecio. No quiero que nadie se aproveche de ti. Y no quiero que dejes, nunca, que nadie lo haga. Prefiero ser el que devora, a ser devorado. Y tú también deberías preferirlo.
- No, eso es tan...
- ¿Cruel? Es la vida. ¿Tú crees que todos son de buen corazón como tú? Los de buen corazón como tú, se quedan debajo en la cadena evolutiva
- Pero...
- No siempre otros van a protegerte, Eithan, debes protegerte tu mismo
- ¿Cómo lo hago? No lo sé, siento que mis emociones son tan fuertes que toman control de mí mismo
- Cuando sientas ese dolor punzante, piensa en que debes seguir, no hay tiempo para detenerse a llorar, debes levantarte y seguir la pelea. Debes ganar. No hay tiempo para sentimentalismos. Todo está aquí – dijo mientras llevaba una mano a su cabeza – Si eres lo suficientemente inteligente, podrás ver las señales de la traición, si siempre vas un paso adelante, si no permites que, NADIE, NUNCA, te use. ¿Lo entiendes? – asentí
- ¿Eso hacías cuando eras niño?
- Sí. Aprendí a boxear y el día en que me fui de casa le di una paliza a ese idiota – rio – fue satisfactorio. Y mi madre, ella no quiso venir conmigo. Era tan blanda, creo que ya no había solución para ella – apretó los labios con ira – Yo la hubiera protegido hasta el fin, Eithan, pero no ahí, y jamás voy a volver, y jamás voy a dejar que nadie, nunca, me controle.
- Sé que la ambas, y debió ser duro dejarla– dije con tristeza
- No puedes salvar a quien no desea ser salvado – fumo su cigarrillo – Pero, es mi turno, dijiste que responderías lo que yo quisiera
- Sí, es verdad – enrojecí – Dime lo que deseas saber
- ¿Dormiste con alguien más? – cuando hizo esta pregunta mi corazón se detuvo
- Yo-o-o
- Sólo contesta
- Sí – enrojecí – lo siento
- No hay nada entre nosotros – rodo los ojos - ¿Quién fue?
- Fue... su nombre es... Charlie
- Ya
- Lo siento en verdad, yo no creí...
- ¿Por qué lo hiciste?
- Yo... ese día... yo... creo que estaba enfadado y sólo quería sentirme mejor. ¿Entiendes? Pero... ¿Cómo lo sabes? - reaccioné
- Olías diferente
- ¿Diferente?
- A otro hombre
- Lo siento... Max...
- Basta Eithan. Sólo tenía curiosidad – dijo, pero en sus ojos pude ver un atisbo de decepción
- No lo haré de nuevo
- No me vengas con eso, o vamos a terminar esto aquí y ahora. ¿Me entiendes? No soy un niño pequeño, así que ya basta
En el fondo, tenía tantas ganas de llorar, de decir que lo sentía profundamente, que no era mi intención engañarlo, incluso cuando no había nada formal entre ambos, sentí que lo había herido, que ya no confiaba en mí. Era absurdo, me sentí profundamente decepcionado de mí. Quería acercarme, pero la distancia era tan larga, incluso aunque estábamos sentados lado a lado.
Deseaba su perdón, y, sobre todo, deseaba su amor.
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Cigarrillos usados
FanfictionMe sujetó entre sus dedos como un cigarrillo. Historia adicional sobre el romance que tuvo Eithan con Maximilian en Va con B vurro.