Grace, la hija de uno de los más prominentes empresarios de Los Ángeles, se ve arrastrada a una glamorosa gala por su padre. Es ahí donde se encuentra con Julián, el hijo del mejor amigo de su padre. Con el paso del tiempo, lo que comenzó como una...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Julián me había llamado una hora antes para que me arreglara. El día de campo lo había organizado él, con la ayuda de Erick.
Estábamos en la carretera en busca de Sasha y Joselyn. Erick y Susy estaban en la parte de atrás, Julián había pasado por ellos antes.
-Vamos a emborracharnos -anunció Susy, la más animada de todos.
-Claro -respondió Erick, siguiéndola.
-Por supuesto que no -Julián los miró por el espejo con cara de desaprobación.
-Oh, vamos, Julián, solo una copita. No seas amargado -le dijo Erick con una sonrisita malvada.
Llegamos a la cuadra donde había quedado en recoger a Sasha y Joselyn. Aparcamos frente a la casa de Sasha. Ana, Sasha y Joselyn estaban en la acera. Sasha llevaba un vestidito muy mono, estampado con flores, y su cabello recogido en una cola con un moño. Sasha, en cambio, llevaba un top negro con una chaqueta de cuero y unas botas.
Yo había optado por no arreglarme mucho; me puse un vestido blanco con estampado de cerezas muy pequeñitas, hasta arriba de la rodilla, y unas sandalias negras, y decidí dejarme el cabello suelto.
-¡Hola! -canturreó Sasha cuando me bajé del coche y me acerqué a ellas.
-¡Hola! Feliz cumpleaños -la abracé con una sonrisa.
-Feliz cumpleaños también, Grace -dijo señalando el coche con la cabeza, y luego giró hacia atrás para saludar con la mano a Julián.
-Feliz cumpleaños, Grace -me dijo Anna, acercándose para darme un abrazo cálido.
-Gracias.
-Bueno, que disfrutéis la tarde, os lo merecéis, chicas -Ana nos miró a ambas y sonrió. Joselyn ya se había subido al coche en la parte de atrás con Susy y Erick.
-Adiós, mami -dijo Sasha al subir al coche, saludando a su mamá desde la ventanilla con una mano.
-Bien, vámonos - Sasha parece una pequeña jefa; las cosas tienen que hacerse a su modo.
Estuvimos en la carretera unos diez minutos antes de llegar a La Laguna Esmeralda, un lugar súper bonito. Había caminos para correr y hacer ciclismo, y espacios verdes para sentarse. Al fondo, estaba el lago.
Nos dirigimos hacia una mesa de campo. Había globos, un "Happy Birthday" y decoraciones en rosa y blanco. A la derecha, había dos personas esperándonos, deduje que eran las que habían ayudado a Julián a organizar el evento.
-Bueno, chicas, ¡Feliz cumpleaños! -dijo Julián mientras aparcaba el coche. Había tomado mi mano, y yo llevaba la mano de Sasha en la izquierda, quedando en medio de ambos.
-Gracias -dijimos al unísono. Sasha soltó mi mano y corrió felizmente hacia la mesa donde había un pastel enorme con el mensaje "Happy Birthday Girls" en rosa y detalles blancos.
