Capítulo 12 𝄞 Corazón Roto

14 3 0
                                    

════════ 𝆹𝅥𝅮 ════════

Ese día, pude escuchar como gritaba mi nombre mientras el auto arrancaba. No quería mirar atrás y no lo hice. Contuve las ganas.

—Te dije que ese muchacho iba a salir mal. —Mi madre mencionaba mientras se acercaba a mí.

—¿Te pone contenta esta situación? Que quiere que te diga qué tenías razón, que me disculpes. Pues felicidades, tenías razón, discúlpame por querer soñar en la luna y de ahora en adelante lo único que voy a hacer es trabajar para la empresa.

—Eso es lo que quería oír. —Me comenzó a acariciar el cabello.

Lléganos al edificio y todos estaban ahí. Entre rápidamente. Y tome una de las habitaciones que había ahí. Jamás habría pensado volver a despertar en mi cama en el edificio donde trabajábamos había ciertas habitaciones por si algún cliente quería descansar. Y como yo me resignaba en salir de la habitación, así pasaron unos días, mi madre me dejó en la habitación. Yo no podía creer que todo lo que había sentido por una persona que en tan poco tiempo se había vuelto una parte esencial de mí me había mentido, me había traicionado dejando que todo lo que pasara fuera de una manera tan desagradable. No odia creer que los ojos de una persona honesta buena, tranquila de una familia de bien, pudiera hacer algo tan horrible.

Las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos, aunque yo intentaré dejar de llorar no podía hacer nada más. Recordaba como me había dicho que no me amaba, eso me pasaba por confiar ciegamente en una persona. Pero ahora todo eso iba a cambiar, le había prometido que jamás me volvería ver y así iba a ser. Sin importar cuanto me doliera. Ya no firmaría parte de mi vida.

—¿Hija, puedo pasar? —Mi padre se acercó a la puerta de la habitación. No tenía ganas de hablar con alguien durante lo que restaba del día podía escucharlo tocar la puerta con suavidad. Cuando llegue el primero que me vio con sorpresa fue él. Él estaba realmente muy seguro que iba a poder cumplir el trato con mi madre, pero nada era así de fácil. Mi madre era como un buitre, siempre abalanzándose en lo que estaba como carnada intentando tocarlo. No soportaba a nadie, pero tenía que admitir que ella tenía a razón de todo. Y eso me lastimaba.

Mi padre abrió delicadamente la puerta, alumbrando la oscuridad qué cobijada la habitación, pude sentir que sentí que se acercaba conmigo se recostó a mi lado —Sé que estás de un mal humor, pero sí tienes algo de lo que hablar, puedes hacerlo conmigo.

—No tengo ganas de hablar.

—Yo entiendo que no quieras hablar y no te puedo dejar sola, así que si solo me voy a quedar todo el tiempo que necesites. —No comprendía ni a mi padre. Como era posible que él hubiera acabado con alguien como mi madre, él es tan comprensible y mi madre es tan… ella.

Me levanté y lo miré a los ojos, podía sentir que estaba con los ojos hinchados me ardían los ojos de tanto llorar. —Sé que yo rompí el trato. Pero eso no es lo que me importa jamás pensé que se podía amar a alguien y diario tanto al mismo tiempo. Lo que me hizo fue una razón que jamás me hubiera imaginado por parte de él es lo que más duele. Me lo esperaba de todos menos de él.

—Hija… yo sé que puede ser doloroso, pero créeme que cuando una persona te traiciona no merece que le dediques esas lágrimas o tu tiempo. Mejor sal y pasea, intenta olvidar lo que una vez te hizo, en el mundo hay muchas personas buenas que te tomaras en tu camino, pero si te la pasas lamentando en este lugar oscuro jamás podrás conocerlas, no podrás sanar si le sigues picando a la herida. Intenta que mañana salgas a dar un lindo paseo por el edificio o si quieres incluso puedes ir al jardín de la azotea.

Amor En Melodías Where stories live. Discover now