Amor En Melodías

Capitulo 13 𝄞 Lágrimas

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Cada vez que miraba el celular menos me podía creer que Adina hubiera borrado todas sus redes, incluso a página de su música. Ahora la única forma de contactarla indirectamente la había perdido. Las llamadas y los mensajes daban al punto que ella había eliminado todo, sin dejar rastros. Me metía a las noticias de la familia esperando algún Indicio de que ellos estaban en algún lado y poderlos visitar, pero no había nada. Estaba desesperado y no sabía por qué me sentí impotente y con las manos atadas, sentí que realmente se esperaba por odiarme y le daba la razón. No podía olvidar todo lo que ella había pasado por mi culpa. La humillación qué le hice pasar. Me dolía volver a recordar su rostro y sus palabras que al final me había dedicado. Me restregué el rostro con las manos y respiré.

—Hijo ya deberías dejar a Adina. Si realmente quisiera hablarte ya lo hubiera hecho.

—Es que no puedo, debo explicarle la verdad. Debo decirle algo. —No podía creer que mi madre se diera cuenta de que esto ya se estaba volviendo malo, no era sano.

—Hijo, yo he aprendido en la vida que si las cosas deben de ser, se van a dar, pero a su tiempo. Tal vez no sea el momento en el que veas a Adina, pero se va a hacer una oportunidad y vas a ver que no la vas a dejar escapar. Espera un rato. Y veamos. Si ya eliminó todo entonces deja ahí. —Mi madre intentaba de alguna manera ayudarme aunque no fuera la mejor manera. Me imagino que la he de haber molestado con la actitud que tenía los últimos días. Solo tenía ganas de agradecerle por estarme aguantando todos los días desde ese momento por las locuras que estaba haciendo y mi personalidad un tanto explosiva que tenía.

Le sonreí al mirarla. Mi madre tenía razón. No podía obligarla a escucharme. Así que solo apague el celular y me tumbe en la cama. Había pasado días desde que Miranda ya no se me había cerrado deliberadamente escapar más, parecía una persona diferente. Así que en intento darle una nueva oportunidad. Y ella iba a llegar hoy a la casa se suponía que iba a ayudarme en esto, pero lo mejor sería dejar que las cosas se den y seguir intentando sin extralimitarme eliminado timbre sonó y me acerqué rápidamente a abrir. Miranda apareció con su cabello recogido en una trenza. Ella me miró con culpabilidad le di entrada y se acercó al sofá, ella se sentó.

—Si gustas algo puedes decirme, ha hecho mucho calor y probablemente quieras agua. —Dije mientas la miraba. Ella se veía triste y nerviosa.

Ella se levantó de repente y me miró —. Zayran, he venido por dos cosas. Quiero pedirte perdón por lo que hice, desde ese día que te vi destrozado me di cuenta de que había algo mal en mí. Y fui a terapia. Ahí me di cuenta de muchas cosas y estoy trabajando en ellas y quiero pedirte perdón. Soy yo quien arruinó tu vida me siento culpable y no quiero que eso vuelva a pasar. Así que voy a ayudarte a volver a ver a Adina. Me voy a tardar porque no tengo contactos en su agencia o en algún ámbito que tenga colecciones directas con ellos. Pero las voy a buscar. Y esa serían mis dos cosas, quiero disculparme y ayudarte.

—Miranda, a ver acepto tus disculpas, pero no tienes que hacer tal cosa. —Me acerqué a ella y la tomé de los hombros—. Me alegró mucho por ti y que ya estás superando una fase que puede parecer complicada vale más una disculpa…

Ahora me empezaba a sentir que estaba exagerando las cosas. Me sentía más mal de lo que estaba, pero yo también tenía que trabajar en muchas cosas, y no me iba a rendir, tarde lo que tenga que tardar. Miranda sacó de su bolsa que tenía una computadora del tamaño de una tablet y la abrió. Comenzó a buscar y me explicaba que había varias opciones que podíamos hacer, pero muchas no eran buenas, incluso porque íbamos a interrumpir con la seguridad de la madre. Y en algo que estábamos seguros era que su madre era una controladora.