No me dejes

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Hyunjin estaba mareado y sumamente cansado, su pecho dolía, en otro momento habría corrido a llamar a Jeongin pero sabe que no es por él por quien se encuentra así, el sentimiento se siente propio. Desconoce los motivos pero se encuentra sumamente debilitado.
Después de salir del baño volvió a la sala de juntas para iniciar con su reunión con los franceses, observaba a su padre, sentado a su lado y hablando igual que los otros alfas presentes, sonreían y asentían a las palabras del otro; Hyunjin no escuchaba nada porque estaba aturdido, quisiera prestar un poco más de atención, pero solo puede ver sus labios abriéndose y cerrándose, soltando frases que él no percibe porque sus oídos pillan insistentemente.

-¡HYUNJIN!- su padre lo llamó con un volumen alto al ver que no estaba prestando verdadera atención -el señor Moreau te está hablando, cachorro-.

-L-lo siento, yo no me siento bien- hizo una mueca que preocupó de inmediato a Doyun.

-Ya casi terminamos ¿puedes esperar un poco o nos vamos ahora mismo?- aproximó su silla a la de su hijo para escudriñar su cuerpo analizando su estado de Salud, todo un alfa preocupado por su cachorro.

-Puedo seguir- negó lento -solo discúlpenme si no presto atención del todo-.

-No pasa nada, hijo- acarició su espalda y Hyunjin se sintió agotado, con un vacío que crecía cada vez más en su pecho, no entiende lo que está sucediendo, por qué su lobo pareció sufrir demasiado un segundo y luego solo estuvo tan calmado al siguiente -el señor Moreau te preguntaba si tienes un Omega-.

-Oh... Sí, si- asintió hacia el hombre canoso que se encontraba a unas sillas de la suya -su nombre es Jeongin- sonrió lo más que pudo al recordar a su precioso chico.

-No debiste enlazarte tan pronto, los omegas solo buscan sacarnos el dinero y...- el hombre le cayó mal de inmediato, ahora se arrepentía de prestarle atención, su estúpido acento francés irritó a Hyunjin y sus palabras lo hicieron aún mas.

-Le pediré que no se refiera a los omegas de esa forma- Doyun intervino antes que su hijo, su ceño era tan fruncido y molesto como el de Hyunjin.

-¡Vamos! no van a hacerse los respetuosos conmigo, todos sabemos que los omegas solo buscan emparejarse para ser cuidados y gozar de lo que los alfas les brindamos, sobre todo con tu hijo...-se levantó de su asiento y caminó hacia Hyunjin con una sonrisa en los labios -Un joven y codiciado alfa puro que además de todo es multimillonario- palmeó su hombro y el rizado sintió a su lobo gruñir suavemente ante la anticipación, sabe que ese hombre soltará una ofensa hacia su omega y eso no es permitido -ese omega tuyo debe ser un interesado de lo peor y...- Hyunjin se puso de pie y acorraló al hombre contra la pared más cercana, sujetando su cuello con fuerza.

-No ofendas a mi Omega- advirtió con los ojos volviéndose oscuros, el otro alfa se puso a la defensiva -no ofendas a ningún omega- supo que su parte racional estaría de acuerdo en defender a Jeongin, por más que quisiera rendirse, no iba a dejar que alguien le faltara al respeto al amor de su vida, sus afilados dientes estaban mostrándose y sus ojos escarbaban en lo más profundo del alma de Moreau.

-Más vale que me sueltes si no quieres que retire mis inversiones de Unilever- obviamente, Hyunjin no flaqueó

-Cachorro, suéltalo!- ordenó su padre -no vale la pena-.

-Nadie ofende a mi omega- sus colmillos salían más y más por la furia y el otro Alfa, al ser de casta inferior comenzó a temblar. El rizado alejó al sujeto de la pared, tan solo un poco y lo empujó con fuerza para volver a acorralarlo.

-Hyunjin, basta!-  Doyun trataba de separar al ojiverde de Moreau, estaba realmente preocupado por su hijo, Hyunjin sudaba de manera intensa, y parecía no darse cuenta del temblor que acompañaba a sus manos -tienes que sentarte, Hyunjin- logró empujar a Hyunjin lejos de aquel hombre -detente ahora mismo-.

Where we land > Hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora