Estoy despierto

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Después de esa rotunda oscuridad Hyunjin se sentía como perdido, como esas veces en donde estamos hasta el tope de tarea y no sabemos por dónde comenzar, el sentimiento de frustración era casi igual que el de desolación, estaba triste y atrapado en un vacío profundo en donde no había nadie más que él, ni siquiera su lobo estaba haciéndole compañía, porque no lo sentía, su lobo parecía no querer saber nada del mundo, parecía estar dormido en algún lugar de su alma, se sentía débil y enfermo. Sabía que su pulso aún corría pero simplemente no podía abrir los ojos, estaba atrapado en esa sensación tan amarga y pesada.

Todo cruzaba por su mente, millones de ideas que lo llevaban una y otra vez a lo mismo ¿había vuelto al coma? pero ¿por qué?... No tomó supresores, pero supone que si fuera así, si volvió al coma fue por estar tan lejos de su omega... Su omega, su pequeño amor debe estar sufriendo, tal vez le duele algo, tal vez está mal por no sentirlo, tal vez el lazo esta haciéndole mal, nunca investigó lo que sucedería con Jeongin si él volvía al coma porque se negaba a verlo como una probabilidad cercana. Si algo malo le pasa al amor de su vida, Hyunjin no va a perdonárselo nunca; se siente inútil por no saber qué pasa.

Espera que su condición cambie pronto, se siente como si acabara de cerrar los ojos así que no pueden haber pasado más que minutos desde el momento en que comenzó a sentirse mal. Espera realmente que sea así para que Jeongin no sufra, para que sus padre son vuelvan a lo mismo de hace unos meses, para no angustiar a su familia de nuevo.

Todo parece aclararse un momento, cuando siente la luz calando en sus párpados cerrados, cuando siente que su cuerpo por fin cede ante las órdenes que le da de despertar, todo está coordinándose para que Hyunjin logre despertarse, lo hizo, por fin despertó cuando sintió una caricia en su rostro, sus ojos verdes se abrieron de par en par con demasiada felicidad al sentir la suave mano de su omega acariciar su mejilla, sabía que era él porque tuvo esa calidez familiar en su pecho a pesar de que el omega tenía los dedos fríos, tan helados que parecerían un témpano de hielo. Hyunjin abrió sus preciosos ojos pero por algún motivo nada se sentía igual, había un vacío, algo que parecía hacer la diferencia en su vida de antes a su vida en ese instante; aún se sentía atrapado, como si permaneciera enclaustrado en la oscuridad, pero ignoró eso porque la imagen que tenía enfrente valía mucho más la pena.

Jeongin lo miraba, su hermoso ángel estaba tan lindo como siempre; sus pestañas alargándose en una curva, sus mejillas afiladas en la zona de los pómulos y una suave sonrisa alegre, su pulcro uniforme blanco y la habitación hacía resaltar aún más lo acaramelado de su piel. Reconocía ese sitio, era la unidad de cuidados intensivos del hospital donde su omega trabaja y en la que él mismo estuvo con anterioridad, todo estaba bien y aunque no encuentra respuesta certera para lo que le sucedió, ahora sabe que está bien, con su omega, con vida ¿no?

-Oh por Dios! ¡Qué bueno que despiertas, ricitos!- su voz era emocionada mientras presionaba insistentemente el botón que estaba a un lado de su camilla -Te revisaremos en un momento, no te esfuerces demasiado- hasta ese momento Hyunjin notó lo mal que se encontraba su cuerpo, le dolía una muñeca y su pecho se comprimía dificultando su respiración, su cabeza punzaba y todo daba vueltas menos Jeongin y su precioso rostro amable. Así era su vida desde que lo conoció, todo se distorsionaba, todo pasaba a segundo plano para que sus ojos pudieran enfocarse única y exclusivamente en Jeongin -tenías a tus padres muy preocupados, Hyunjin- el omega sujetó su brazo y comenzó a mover los ojos por cada uno de los ruidosos aparatos que lo rodeaban -tendremos que hacerte muchos estudios pero...-.

-Q-qué...?- iba a cuestionar pero su voz era dolorosamente ronca.

-No te fuerces, los médicos están por venir y te explicarán todo- dijo para tranquilizarlo aunque no fuese necesario, su presencia era más que suficiente para apaciguar -tuviste un accidente de auto y...- los ojos de Hyunjin se abrieron con sorpresa, no podía ser cierto, no de nuevo, no podía ser tan estupido para caer en la misma trampa de nuevo, no podía tener tanta suerte para sobrevivir a lo mismo por segunda ocasión, su mente daba giros de 360 grados completos, no recuerda conducir ningún auto, estaban en París. Todo era tan extraño y al segundo siguiente vio algo que volvió todo aún más aterrador.

Where we land > Hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora