AMOR OSCURO (Oscura Inocencia libro 2) COMPLETA

CAPÍTULO XXVIII DEVOLVIENDOTE AL LUGAR DONDE PERTENECES

Milenka se encontró con Miranda en la cocina, al verla tan atareada le ayudó por unos minutos y luego decidió dejarla haciendo su trabajo sin molestarla, al fin y al cabo, la morena parecía tener todo bajo control.

Una vez de regreso hacia el salón principal donde planeaba encontrarse con Itzam y los demás, chocó sin querer contra un joven, alto, cabello dorado y ojos de un azul muy claro.

— Disculpa, no te vi venir — dijo con amabilidad el rubio.

— Perdóname tú a mí, venía tan aprisa que no me fije, ¿estás bien? — quiso saber ella.

— Yo debería preguntar eso, te golpeé muy fuerte, espero no haberte lastimado.

— Claro que no, estoy muy bien — Milenka se dio cuenta de que además de ella y aquel joven, ninguno de los invitados transitaba por ahí — ¿Te has perdido?, el salón principal está por acá — le indicó queriendo ayudar.

— No — sonrió enseñando su perfecta dentadura — de hecho, ese salón es el último lugar al que quiero ir — señaló mirando hacia el lugar donde se concentraban todos los invitados.

— Demasiada gente, ¿cierto? – Milen arrugó el gesto, también se sentía incómoda con las multitudes.

— Si todos fueran igual de bellos y amables como tú, no me molestaría — exclamó con coquetería.

— Sería una fiesta muy aburrida si todos fueran como yo — respondió ella ligeramente nerviosa.

— No necesito una multitud tuya, tú serías suficiente ...

— ¿Suficiente?, ¿para qué? — la voz de Itzam retumbó a sus espaldas.

Con paso fuerte recorría el pasillo hasta ellos, su fría mirada atravesó al joven sin compasión.

— Cham — lo llamó con diversión.

— Demian — Itzam fue menos amable con su saludo.

— ¿Demian?, ¿eres el hermano de Ramona? — pregunto Sorprendida Milenka — pero qué tonta, claro que lo eres, son muy parecidos, ahora que me doy cuenta — dijo observando detalladamente al joven.

— Demian Cole, mucho gusto — volvió a concentrar su atención en Milenka e ignorando olímpicamente a Itzam — Cham, puedes seguir tu camino, tengo un asunto pendiente con esta hermosa señorita, otro día te atiendo.

— Te refieres a mi prometida — sentenció Itzam.

— Ramona está buscándote — dijo Milenka, buscando romper la tensión entre aquellos dos. Por la forma tan hostil en que se dirigían el uno al otro, Era evidente que no se caían muy bien.

— Lo sé — respondió encogiéndose de hombros. No tenía ninguna intención de encontrarse con su hermana — ¿Así llamas ahora a tus chicas en turno? — volvió a dirigir su atención en Itzam — ¿prometida?

— No voy a permitir que le faltes al respeto — sentenció Itzam, amenazante.

— Oh, ¿hablas en serio? —exclamó con sarcasmo — lo siento preciosa, no era mi intención ofenderte... es solo que mi primo no es de los que tiene, novias mucho menos prometidas, comprenderás mi confusión

Itzam afianzó su agarre sobre la cintura de Milenka, acercando la más a él y alejando de Demian.

— Deberías ir con Ramona, ella hizo todo esto por ti— le dijo Milen. Itzam parecía una bomba a punto de estallar, tenía que enviar lejos a Demian de ahí.