Capítulo 18: Perdido

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¡Al fin aparecí para actualizar Guilty! ;D ¡Milagro divino, lo sé! ¡Por eso hoy lloverá toda la noche, incluso el día de mañana! Me disculpo por haber demorado un mes –o algo así-, pero la inspiración me la está jugando muchas veces y también que no sabía exactamente cómo podía plantear las cosas que tengo en mente. Pero ya no importa _ Lo que interesa es que estoy aquí y les traigo su dosis de drama. Solamente no me odien demasiado =D.

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En cuanto despertó sintió que había dormido más de la cuenta y posiblemente así había sido. Especialmente porque el reloj de su celular le indicaba que pasaba del medio día y todavía continuaba dentro del lecho, tapado hasta la cabeza en un intento de que la luz del nuevo día no perturbaran su descanso.

Lo siguiente que notó fue que el blondo continuaba profundamente dormido. Lo cual se le hizo de lo más extraño; Kai siempre era de esos que madrugaban y más si con eso podía fastidiarle las mañanas. Entonces, ¿por qué había dejado de lado un hábito tan marcado como ése?

—Quizás debería despertarlo...—fue la buena idea que le cruzó por la cabeza al moreno. Pero terminó desistiendo de ello en cuanto lo repensó—. No quiero discutir con él tan temprano —masculló, removiendo sus celestes cabellos y meditando que era buena idea bañarse para despabilarse.

—Mmm... No escuché la estúpida alarma —fueron las primeras palabras que escaparon de Tatsuhisa en cuanto abrió los ojos y pudo ver la hora que era—. Más de medio día. Fantástico —ironizó.

—Luces horrible —porque Daiki estaba más que presentable y bien bañado, no como otros.

—Tú dormiste en una buena cama, yo en esta cosa —se quejó—. De momento tomaré una buena ducha. Encárgate de pedir algo de comer mientras tanto —se paró con rapidez y dirigió su humanidad en dirección al baño. Pero lamentablemente habría de ser interceptado por Aomine—. ¿Qué sucede ahora?

—Tu hermana me habló hace un momento. Me dijo que quiere que la alcancemos en un zoológico...o algo por el estilo —no era precisamente el mejor mensajero de todos.

—Apestas para pasar los mensajes, idiota —insultar al moreno de vez en cuando le devolvía su buen humor.

—Cállate, imbécil —gruñó—. Dijo que si no te veía a la hora indicada vendría por ti y arrastraría tu humanidad con ella.

—Hm, esa controladora de Eiko —bufó—. Lo que me faltaba ahora. Tener que soportarla todo el día —y mientras se quejaba continuaba con su avance.

—De algún modo u otro las cosas han vuelto a la normalidad —en cierto modo era así. Aunque por otra parte sabía que algo no estaba marchando del todo bien entre el rubio y él.

Con algunas amenazas de por medio, Kai terminó accediendo a la amistosa petición de sus queridas hermanas. Así que pronto se encontró justo en la entrada del concurrido y popular zoológico de Asahiyama, evitando al río de gente que intentaba entrar prontamente y disfrutar de los diversos animales que el parque exhibía.

Incluso Aomine no estaba muy contento de haber sido arrastrado a un lugar como ése. Pero era un hombre sabio y sabía que no debía meterse con las hermanas Tasuhisa; menos con Axelle que encontraría modos de cobrarle su grosería.

—¿Por qué demonios un zoo?

—Porque les gusta joderme la vida, por eso —respondía Kai.

—¿Por qué no invitaste al novio de tu hermana? Así podría distraerse.

—Axelle no es el problema, sino más bien Eiko... Es a ella a quien tenemos que conseguirle un esposo o algo —podría seguir echándole tierra a la castaña, pero ésta había aparecido al fin y le había propinado un buen golpe directo al estómago.

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