Capítulo 15: Sin rumbo

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¡Muy buenas noches! Sí, sé que casi se les cae la mandíbula por verme por aquí, tan pronto y con actualización XD Pero el sábado que pasó me puse a escribir mientras permanecía forever alone en mi cuarto e intentaba no morir por el jodido calor que aquí existe :'D Ayer me cambié de cuarto y bueno, además de vivir más decentemente, la dueña me deja usar su internet, así que mientras esto dure, pues ya al menos podré subir capítulo cuando lo tenga :D Gracias por sus sensuales comentarios, me llenan de alegría *-* Ahora, disfruten, no me odien demasiado y prepárense para el drama que se avecina =3 DramaQueen Off.


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Ese simple anuncio había logrado levantar una marejada de murmullos descontrolados, de miradas cargadas de confusión, así como un claro ambiente de indignación. Todos ansiaban una respuesta convincente, una que de verdad les hiciera creer que algo como eso pudiera llegar a pasar de la noche a la mañana. Pero lamentablemente ese hombre entrado en años lo menos que deseaba era discutir sobre el tema en cuestión; él ya había cumplido con su tarea y únicamente le quedaba el retirarse.

Y en cuanto no hubo profesor alguno en el aula, la bomba estalló abruptamente.

—Dai-chan, ¿pero qué es lo que ha pasado? —no le sorprendió en lo más mínimo que fuera ella la que viniera a verle en cuanto el director saliera del salón de clases.

—No sé de qué demonios estás hablándome, Satsuki —pasó totalmente de su mirada. Él sólo tenía ojos para la revista que tenía entre manos.

—Dai-chan, no finjas demencia. Dime, ¿pasó algo?¿Los descubrieron? —moderar su tono de voz era fundamental para que nadie se percatara de qué hablaban.

—En lo más mínimo —ni siquiera se habían estado viendo últimamente, así que esa opción era imposible. Pero sabía quién podría estar detrás de todo esto.

—¿Entonces qué habrá pasado? —cuando la curiosidad le picaba era poco o nada lo que el moreno podía hacer para detenerla de indagar al respecto.

—¿Y cómo demonios quieras que yo lo sepa, eh? —su malhumor era proporcional al grado de estupefacción de todas sus compañeras que habían perdido la oportunidad de mirar a un profesor guapo dándoles clase.

—Pues es obvio por qué pregunto —ella también podía echarle sus cosas en la cara como era debido.

—Tiene locas obsesionadas hasta por debajo de las piedras. Seguramente fue una de ellas —a la peli rosa no le quedaba claro cómo podía lucir tan tranquilo pero escuchársele tan notablemente mosqueado.

—¿Y no piensas llamarle y preguntarle al respecto? Es lo que cualquier pareja haría —alguien quería cruzar su delgada línea de paciencia.

—Sácate la idea de la cabeza que él y yo somos algo así —cerró su revista de golpe, bastante cabreado. Sin embargo, no lo estaba por los comentarios mordaces de su querida amiga de la infancia, sino más bien por lo que había estado pensando desde la semana pasada y por aquel curioso encuentro que tuvo hace unos días atrás.

—¿Qué es lo que sucede contigo ahora? —esa era una buena pregunta que el mismo Aomine Daiki se había estado haciendo últimamente.

Pero esa semana estaba dispuesta a darle al moreno la dosis perfecta de sorpresas y preguntas sin resolver. Sí, fue el día en que consideraba que las coincidencias existían de verdad y que el mundo literalmente era como un pequeño pañuelo.

Pero si....

—...A partir de este día tendremos a un alumno extranjero que nos acompañará de ahora en adelante. Por favor, sean cordiales y no duden en ayudarle en cuanto sienta alguna duda sobre nuestras costumbres o idioma.

Guilty PleasureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora