III

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III

A lo lejos venia una pareja de enamorados que reían a rienda suelta y se tambaleaban debido a la borrachera que traían encima.

—Vamos...corre — dijo Yoongi jalándolo dentro del granero y cerrando con una tarima de madera desde adentro.

—¿Qué haces? vienen para acá

—shh!

Se escuchaba como intentaban abrir la porta del granero, inútilmente empujando la gran puerta.

—Mi amor, está ...cerrado — decía la chica desde afuera.

—Entonces... vayamos ... otro lado — se rieron.

Ambos esperaron a que estuvieran lo suficientemente lejos para volver a decir una palabra.

—Se fueron — dijo Jimin — abre, tenemos que salir de aquí —Yoongi lo detuvo, sosteniéndolo de la camisa y pegándolo a la puerta.

—Usted no se va, comisario Park — casi jadeo su nombre muy cerca de su rostro — tiene que devolverme mi pañoleta ¿lo recuerda?

—Yoongi

—Niégalo

—¿El qué?

—Lo que pasó aquí anoche

—...— Jimin solo lo miraba con los pocos rayos de luz de luna que se colaban entre las maderas de la puerta.

—Niégalo por favor — está vez los ojos de Yoongi eran de súplica, llevando sus manos en un recorrido desde la camisa hasta el cuello contrario — o no podré detenerme.

—No lo hagas — dijo casi en un susurro, Yoongi lo miró, esperando que lo apartara de un empujón, se sentía un atrevido que estaba yendo muy lejos, después de todo él había llegado y lo había tomado sin pedir permiso — no te detengas, por favor.

Jimin atacó sus labios, profanando su boca con un beso demoledor, un beso que duró lo suficiente como para dejarlos sin aliento.

—Eras tú el que entró anoche al granero— dijo Jimin entre jadeos.

—Lo siento, no pensé que fueras tú el que se encontraba dentro.

—Ya no importa — dijo empujándolo al montón de paja, subiéndose a su regazo de una forma tan sensual que Yoongi no pudo evitar sonrojarse — por favor, tómame como lo hiciste la noche anterior.

—Con gusto — susurró a su oído.

Yoongi giró invirtiendo las posiciones, dejando a Jimin debajo de él, desabotonó la camisa, dejando ver su torso, esta vez podía apreciar el sin fin de marcas que le había proporcionado anteriormente, viendo un camino de chupones en su pecho y algunas mordidas que llegaban al cuello.

—Debo admitir que me gusta verlo así, Comisario Park

Continuó quitando las botas y desabrochando los pantalones, dejando ver más marcas en la parte trasera de los muslos, vaya que era un salvaje, debía compensarlo con muchos besos.

Jimin se sintió expuesto sintiendo que era injusto ser el único que estaba completamente desnudo, así que tomó la camisa de Yoongi y la desabotonó dejando ver su marcado torso y no solo eso, si no que habían marcas de rasguños en sus pectorales y otros más en la parte superior de sus brazos.

—Creo que estamos a mano — dijo Jimin pasando sus dedos por las marcas.

—Prometo no ser tan rudo esta vez

—No — negó apresuradamente — Tómame fuerte — Jimin pasó sus dedos por la nuca del pelinegro, acercándolo a su rostro, sintiendo su aliento —te lo ruego

En El Granero (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora