Capítulo 34: Preparativos de la Boda

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Después de la propuesta, la vida de Alexia y Clara se convirtió en un torbellino de emociones, responsabilidades y planes. La noticia de su compromiso se extendió rápidamente, y la pareja recibió una avalancha de felicitaciones y muestras de apoyo, tanto de sus compañeros de equipo como de los aficionados y la comunidad futbolística en general. Sin embargo, con la alegría y la emoción también vinieron nuevos desafíos y expectativas.

Desde el momento en que Alexia y Clara anunciaron su compromiso, la atención mediática se intensificó. Los periodistas estaban ansiosos por obtener detalles sobre su boda, su relación y sus planes de futuro. Las preguntas iban desde lo trivial hasta lo profundamente personal.

"¿Cómo te sientes al saber que tu historia de amor inspira a tantas personas?" preguntó un periodista durante una conferencia de prensa después de un partido.

Alexia, siempre diplomática, sonrió y respondió: "Es un honor y una responsabilidad. Estamos felices de que nuestra relación pueda ser un ejemplo positivo para otros."

Clara, a su lado, añadió: "Nos sentimos muy afortunadas por el apoyo que hemos recibido. Al final del día, somos solo dos personas que se aman y quieren compartir su vida juntas."

Las familias de Alexia y Clara también estaban emocionadas por la boda, pero con la emoción venían las expectativas y opiniones. Las reuniones familiares se convirtieron en sesiones de planificación intensivas, con sugerencias sobre todo, desde el lugar de la boda hasta el menú y la lista de invitados.

La madre de Clara, una mujer tradicional pero amorosa, tenía muchas ideas sobre la ceremonia. "Deberían considerar casarse en la iglesia donde tus abuelos se casaron," sugería con entusiasmo.

Mientras tanto, la madre de Alexia, más moderna y relajada, proponía algo diferente. "Una boda al aire libre sería preciosa, con un ambiente más relajado."

Alexia y Clara intentaban equilibrar estas expectativas con sus propios deseos. Querían una boda que reflejara su amor y su personalidad, sin dejar de honrar a sus familias.

En medio de todo esto, Clara y Alexia se enfrentaban a decisiones difíciles. Querían que su boda fuera un día especial para ellas y para todos los que asistieran, pero también querían mantener su privacidad y evitar que la ceremonia se convirtiera en un espectáculo mediático.

"Podríamos hacer una ceremonia pequeña e íntima, y luego una celebración más grande," sugirió Alexia una noche mientras discutían sus opciones.

Clara asintió, pensativa. "Sí, eso podría funcionar. De esa manera, podríamos tener lo mejor de ambos mundos. Nuestra familia y amigos cercanos en la ceremonia, y luego una gran fiesta para todos los demás."

Elegir el lugar perfecto fue uno de los mayores desafíos. Querían algo que fuera hermoso y significativo, pero también privado y accesible para sus seres queridos. Después de visitar varios lugares, finalmente encontraron un encantador jardín en las afueras de Barcelona que parecía perfecto.

"Es precioso," dijo Clara mientras caminaban por el lugar, imaginando cómo se vería decorado para su boda. "Tiene ese aire mágico que estábamos buscando."

Alexia asintió, sintiendo una sensación de alivio. "Sí, aquí es donde quiero casarme contigo."

La lista de invitados también fue un tema delicado. Querían invitar a todos los que eran importantes en sus vidas, pero también tenían que considerar el tamaño y la capacidad del lugar.

"Tenemos que mantener la lista manejable," dijo Alexia, revisando los nombres en una hoja de papel. "No quiero que se convierta en un evento demasiado grande."

"Estoy de acuerdo," respondió Clara. "Solo nuestros familiares cercanos, amigos más íntimos y, por supuesto, nuestros compañeros de equipo."

Otro aspecto emocionante de la planificación fue elegir los vestidos de novia. Ambas querían algo especial que reflejara su estilo personal y la conexión única que compartían. Después de visitar varias boutiques y probarse innumerables vestidos, encontraron los perfectos.

Alexia optó por un diseño elegante y moderno, mientras que Clara eligió un vestido más clásico con detalles románticos. Cuando se vieron por primera vez en sus respectivos vestidos, ambas se quedaron sin aliento.

"Estás hermosa," dijo Clara, sus ojos llenos de emoción.

"Y tú también," respondió Alexia, sintiendo una profunda conexión en ese momento. "Esto se siente tan real ahora."

Cada detalle de la boda fue cuidadosamente planificado. Desde las flores hasta la música, todo tenía que ser perfecto. Trabajaron con un planificador de bodas que entendía su visión y las ayudó a hacer realidad sus sueños.

"Queremos algo elegante pero no ostentoso," explicó Alexia durante una reunión con el planificador. "Algo que refleje nuestra personalidad y nuestra historia."

El planificador asintió, tomando notas. "Entiendo. Crearemos un ambiente que sea hermoso y significativo, pero también íntimo y acogedor."

A pesar de la presión y el estrés de los preparativos, Alexia y Clara encontraron consuelo y fortaleza en su amor mutuo. Siempre que las cosas se volvían abrumadoras, se apoyaban la una en la otra, recordándose por qué estaban haciendo todo esto.

"Lo más importante es que nos tenemos la una a la otra," dijo Alexia una noche mientras se acurrucaban en el sofá. "Todo lo demás es solo un detalle."

"Tienes razón," respondió Clara, besándola suavemente. "Nuestro amor es lo que realmente importa."

Con cada día que pasaba, la boda se acercaba más. La emoción y la anticipación crecían, no solo para Alexia y Clara, sino también para todos los que las rodeaban. Sus compañeros de equipo estaban ansiosos por celebrar con ellas, y sus familias estaban llenas de orgullo y alegría.

"Este es el comienzo de una nueva etapa en nuestras vidas," dijo Clara mientras miraban el calendario. "Y estoy tan feliz de que lo estemos haciendo juntas."

"Yo también," respondió Alexia, sintiendo una oleada de amor y gratitud. "No puedo esperar para llamarte mi esposa."

Mientras los preparativos para la boda continuaban, Alexia y Clara se dieron cuenta de que, aunque había muchos desafíos y expectativas que enfrentar, su amor y su compromiso mutuo eran lo que realmente importaba. Juntas, podían superar cualquier obstáculo y crear un futuro lleno de amor, felicidad y éxito.

La planificación de la boda no solo fortaleció su relación, sino que también les recordó lo afortunadas que eran de haberse encontrado y de poder compartir sus vidas. Con cada paso que daban hacia el altar, se acercaban más a un futuro brillante y lleno de promesas, sabiendo que, sin importar lo que el destino les deparara, siempre tendrían el amor y el apoyo del otro.

Amor Y Fútbol - Alexia Putellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora