Amor Y Fútbol - Alexia Putellas

Capítulo 22: Reencuentro

Habían pasado dos años desde que Alexia y Clara se separaron físicamente, aunque nunca en espíritu. Alexia, quien se había convertido en una figura clave en su equipo, seguía manteniendo una relación con Clara a través de llamadas, mensajes y visitas esporádicas. Sin embargo, ninguna de las dos estaba preparada para la noticia que estaba por cambiar sus vidas.

Clara había estado negociando su contrato en secreto, asegurándose de que todo estuviera en orden antes de compartir la gran noticia. Un día, mientras Alexia estaba en el campo de entrenamiento, recibió un mensaje de Clara que decía: "Necesito hablar contigo esta noche. Es importante".

Intrigada y un poco nerviosa, Alexia no pudo concentrarse del todo en su entrenamiento. Cuando finalmente llegó la noche, se apresuró para la videollamada con Clara.

—¿Qué ocurre, amor? —preguntó Alexia, con una mezcla de preocupación y curiosidad.

—Tengo algo muy importante que decirte —respondió Clara, visiblemente emocionada—. He firmado con el Barcelona. Voy a volver a estar contigo.

Las palabras de Clara resonaron en la mente de Alexia como una melodía soñada. Por un momento, no pudo articular ninguna respuesta, sus ojos se llenaron de lágrimas de alegría.

—¿Estás... estás diciendo que vas a estar en Barcelona? ¿Vamos a estar juntas otra vez? —balbuceó Alexia, finalmente.

—Sí, Alexia. He firmado un contrato de tres años con el Barcelona. Estoy volviendo a tu lado, y esta vez, no tendremos que separarnos. —dijo Clara, con una sonrisa radiante.

Ambas se quedaron mirándose a través de la pantalla, las emociones fluyendo libremente. La distancia que tanto habían soportado estaba a punto de desaparecer, y ninguna de las dos podía contener su entusiasmo.

Los días siguientes fueron un torbellino de preparativos. Alexia arregló todo en su apartamento para recibir a Clara, mientras que Clara organizaba su mudanza y se despedía de su equipo actual. La emoción y la anticipación llenaban cada uno de sus días, y las llamadas se volvían más frecuentes y llenas de planes para su futuro juntos.

Finalmente, llegó el día del vuelo de Clara a Barcelona. Alexia se despertó temprano, incapaz de contener su ansiedad y emoción. Se dirigió al aeropuerto con anticipación, queriendo asegurarse de ser la primera persona que Clara viera al llegar.

El aeropuerto estaba lleno de gente que llegaba y partía, un hervidero de emociones y expectativas. Entre la multitud, dos figuras se destacaban: Alexia y Clara. Después de años separadas, finalmente estaban a punto de reunirse en el lugar donde todo comenzó.

Alexia llegó primero, con el corazón latiendo con fuerza en el pecho. Estaba nerviosa y emocionada al mismo tiempo. Se había imaginado este momento incontables veces en su mente, pero ahora que estaba a punto de suceder, no podía evitar sentir mariposas en el estómago.

Clara apareció en el horizonte, su figura familiar iluminada por la luz del atardecer que se filtraba a través de las enormes ventanas del aeropuerto. Alexia sintió un nudo en la garganta al verla, sus ojos llenos de emoción y anticipación.

Cuando Clara finalmente llegó a donde estaba Alexia, el tiempo pareció detenerse. Se miraron el uno al otro, sin palabras, dejando que sus ojos hablasen por ellos. Luego, como si estuvieran sincronizadas, corrieron una hacia la otra y se abrazaron con fuerza, como si nunca fueran a soltarse.

Las lágrimas brotaban de sus ojos mientras se aferraban la una a la otra, un torrente de emociones abrumándolas. Durante un momento, el mundo exterior desapareció, dejándolas solas en su propio pequeño universo de amor y felicidad.