Capítulo 34 ~ El conocimiento es más valioso que el oro

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Maxi se giró y vio a Ruth agachada bajo un árbol, raspando musgo de entre las raíces. Se puso de pie con un saco en la mano.

— Las armaduras y ropas de todos estaban manchadas de negro. Casi pensé que tendríamos que cambiar el nombre de nuestra orden de caballeros Remdragon (Rem significa blanco) a caballeros Dragón Negro.

— ¡Mago Ruth! — exclamó Ulyseon, corriendo hacia el hechicero —. ¿Qué está haciendo aquí?

— Estoy haciendo un reactivo para árboles a petición de su señoría — respondió Ruth, levantando el saco —. ¿Pero interrumpí? Parece que estaba contando la feroz batalla contra los ogros.

Maxi se sonrojó de pies a cabeza, deseando poder desmoronarse y ser arrastrada por el viento. Ruth, que la había visto vomitar y desmayarse, podía decirle que era una mentirosa si así lo deseaba. Los escuderos, sin embargo, parecieron ajenos a su vergüenza y continuaron parloteando.

— ¡Sí! ¡Estábamos justo en la parte donde Sir Riftan mató a diez ogros gigantes en un abrir y cerrar de ojos!

— ¿Diez ogros gigantes, dices? — dijo Rut arrastrando las palabras.

El corazón de Maxi latía con fuerza y sus ojos se movían de un lado a otro mientras intentaba pensar en una excusa para irse. Ruth dio una mirada de complicidad antes de continuar con una cara seria.

— Entonces supongo que su señoría no le ha hablado de la batalla en las montañas.

— ¿Batalla en las montañas?

— Estábamos cruzando Anatolia cuando una manada de hombres lobo se abalanzó sobre nosotros. Ahora bien, ¿cuántas de esas bestias había? Mi memoria me ha estado fallando últimamente. ¿Dama Calypse?

— No lo re-recuerdo...

— Oh sí, simplemente eran demasiados para contarlos. Su pelaje cubría toda la montaña.

— ¿Tantos hombres lobo en Anatolia? — exclamó Ulyseon.

Maxi se quedó congelada, con el sudor frío goteándole por la espalda.

— Creo que su señora está mejor equipada para contar los detalles más finos — dijo Ruth, sonriendo.

Los jóvenes la miraron expectantes, pero el rostro de Maxi ahora estaba sonrojado. No tuvo el valor de inventar historias delante de Ruth. Ruth pareció tener lástima de ella, porque él pronto acudió en su rescate.

— Pero su señoría tiene muchos asuntos que requieren su atención. No debemos quitarle gran parte de su tiempo.

— S-sí, te-tengo algunos asuntos que... — dijo Maxi apresuradamente. Se enderezó para irse, pero Ruth la detuvo.

— Eso me recuerda... Tengo un mensaje para usted. Su cuento fue tan encantadora que olvidé que tenía noticias para usted, mi señora.

— ¿No-noticias?

Ella lo miró con desconfianza, medio esperando que él comenzara a burlarse de ella. Ruth, sin embargo, simplemente sacó y desdobló un pequeño trozo de pergamino.

— Sir Riftan utilizó el dispositivo mágico del palacio real para enviar esta carta a mi torre. Tiene previsto abandonar la capital tan pronto como termine la celebración de la victoria. El viaje tomará una quincena a lo sumo. Pero a su ritmo, espero que los veamos dentro de diez días.

La vergüenza de Maxi se desvaneció ante la inesperada noticia. Sonriendo, tomó el pergamino de Ruth para ver la fecha de salida y la ruta de viaje de Riftan.

Debajo del Roble ~ Libro 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora