Capítulo 01~ Su regreso

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Maximilian Calypse paseaba por el salón.

Estaba tan nerviosa que no se dio cuenta de que se estaba mordiendo las uñas hasta que el duque de Croyso entró en la habitación. Al escuchar su bastón golpear el suelo con un ruido, ella rápidamente escondió sus manos detrás de su espalda.

— ¿No te he advertido una y otra vez sobre esa repugnante costumbre tuya?

— Pe-perdóneme...

Al escuchar el frío penetrante de la voz de su padre, Maxi agachó la cabeza. El duque chasqueó la lengua con desaprobación.

— No me avergüences. Has tenido suerte más allá de lo que mereces. Si tu comportamiento repulsivo mancilla nuestro apellido, no te perdonaré.

Un sudor frío le corría por la espalda. Cuando abrió la boca para formar algo parecido a una respuesta, su columna se puso rígida de miedo.

— Ha-haré lo que me o-ordenes, pa-padre. Cu-cuando él ve-venga, lo ha-haré...

Incluso sin levantar la cabeza, Maxi sabía perfectamente qué expresión tenía su padre, pues siempre que la oía hablar hacía una mueca de disgusto. Buscando palabras, Maxi intentó mantener la calma.

— Lo pe-persuadiré pa-para que pe-permanezca en e-este ma-matrimonio...

— ¡Suficiente!

El duque golpeó el suelo con su bastón.

— ¿Es demasiado para ti hablar y comportarse normalmente aunque sea por un día... no, incluso por una hora? ¿Qué clase de hombre querría una esposa tartamuda?

— Yo... yo...

— ¡Riftan Calypse ya no es un caballero de clase baja! Ahora es uno de los mejores maestros de espada del continente: ¡un héroe que derrotó al Dragón Rojo, Sektor! ¡La iglesia anulará este matrimonio con una palabra suya!

Jadeando, el duque se llevó una mano a la frente. La mera idea del divorcio lo escandalizaba.

— ¡No permitiré que un caballero de baja cuna divorcie a la hija mayor de Croyso! ¡No me quedaré quieto mientras la tonta de mi hija arruina la reputación de esta casa!

Maxi se mordió los labios y las palabras subieron a su garganta como bilis. No es mi culpa. Ni ella ni Riftan Calypse habían expresado nunca su deseo de casarse. Fue su padre quien impulsó el matrimonio.

Como si hubiera leído sus pensamientos, el duque siguió con un comentario mordaz.

— Si tan solo fueras la mitad de hermosa que Rosetta... ¡No, si tan solo fueras normal! ¡Entonces no tendría que arrastrarme a los pies de ese miserable para satisfacer sus caprichos!

Ante la mención de su media hermana, que era tan hermosa como una rosa en plena floración, el puñado de desafío que había reunido se deslizó entre sus dedos como arena seca. El duque observó el rostro de su hija, que se había puesto pálido. Continuó sin piedad.

— El Rey Reuben puede querer tomar a Riftan Calypse como su yerno, ¡pero no hay nada que pueda hacer si Calypse se niega! Si hubieras logrado ganarte el afecto de tu marido, ¡no te enfrentarías al divorcio! ¡No tienes a nadie a quien culpar excepto a ti misma!

— Pe-pero... se fu-fue a la ca-campaña al dí-día si-siguiente de la bo-boda...

Maxi apenas había tenido oportunidad de hablar con Riftan, y mucho menos de ganarse su afecto. Estaba a punto de protestar cuando su visión se volvió blanca por una fracción de segundo cuando el bastón de su padre aterrizó en su costado. Jadeando para respirar, se acurrucó. El dolor era tan intenso que ni siquiera podía gritar.

Debajo del Roble ~ Libro 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora