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Pasaron quizás unas horas hasta que, poco a poco, la lluvia comenzó a amainar. En ese tiempo, Lilet y Neteyam hablaron sobre sus vidas, compartiendo detalles sin revelar demasiado. El clima era fresco y transmitía una tranquilidad que hacía olvidar momentáneamente la tormenta que había pasado.
La humana, exhausta y sintiendo el peso del cansancio, no pudo evitar dejar escapar un bostezo. Sus ojos se cerraban lentamente y, finalmente, se rindió al sueño. Neteyam, con una sonrisa comprensiva, le dijo que la despertaría en cuanto el clima se estabilizara.
Mientras Lilet dormía, Neteyam no podía evitar observarla con curiosidad. Ella dormía pacíficamente y su respiración subía y bajaba lentamente, creando un ritmo sereno. Deseó profundamente hacer una fogata para calentarla, pero resultaría imposible con la terrible lluvia. Nunca se habría imaginado que una humana pudiera parecer ser tan linda. Lilet no necesitaba su piel azul, cuatro dedos o una altura de casi dos metros; ella era bonita tal como era, con su piel suave y sus delicados rasgos.
Neteyam se encontró perdido en sus pensamientos profundos mientras la observaba. Se preguntaba si Lilet compartía lo que él pensaba, si acaso ella también lo veía con la misma admiración que él sentía por ella. ¿Podría una humana ver a un Na’vi como algo más que una curiosidad exótica? Tal vez Lilet lo consideraba una simple pieza de Pandora. Pero él se repetía una y otra vez en la cabeza: Solo es mi amiga humana.
¿No?
Se quedó pensativo, reflexionando sobre las diferencias y similitudes entre ellos. A pesar de sus diferencias físicas, había algo en Lilet que resonaba profundamente en él. Su curiosidad y sus ganas de aprender, la hacían destacar. Él deseaba que ella pudiera ver en sí misma lo que él veía: una persona fuerte y hermosa, aunque ella decía lo contrario.
La lluvia, aunque más suave, seguía cayendo en el exterior, creando una melodía rítmica que acompañaba el silencio de la cueva. El Na’vi se mantuvo alerta, escuchando los sonidos del bosque y asegurándose de que no hubiera amenazas cercanas. De vez en cuando, miraba a Lilet, asegurándose de que estuviera cómoda y segura.
Finalmente, después de un tiempo que pareció eterno, la lluvia cesó casi por completo. Neteyam se inclinó suavemente hacia Lilet y la llamó con voz baja y cálida.
-Lilet, despierta.
Lilet abrió los ojos lentamente, parpadeando mientras se orientaba. La tranquilidad en la voz de Neteyam la reconfortó, y se incorporó con un pequeño suspiro.
-¿Ya paró?-Dijo soñolienta.
-Sí, ya podemos salir.
Ambos se pusieron en pie, estirándose después de estar tanto tiempo en la misma posición. Neteyam extendió una mano hacia Lilet, ayudándola a levantarse. Retiró las enredaderas que cubrían la entrada de la cueva, permitiendo que la luz tenue del exterior iluminara su camino.
Al salir, el aire fresco y limpio les dió la bienvenida, mezclado con el aroma de la tierra mojada y la vegetación exuberante del bosque. Las gotas de lluvia todavía colgaban de las hojas, brillando como pequeños diamantes bajo la poca luz del sol, que intentaba asomarse tímidamente entre las nubes.
Ya era un poco tarde, pero aún así, Neteyam tenía tiempo para regresar a Lilet sana y salva. El lodo llevaba ventaja, pues hacía el camino más difícil de recorrer. Todo estaba resbaladizo y podía ser peligroso para la humana inexperta. Neteyam tenía que tomarla de la mano y caminar al mismo paso que ella.
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t e v e o >> Neteyam 🌑 AVATAR
FanficElla ha vivido una experiencia traumática con los Na'vi, pero quiere intentar conocer y amar a Pandora, si eso significa conocer a algunos de los seres que habitan en esa hermosa y fantasiosa tierra, hará todo lo posible para superar su miedo. En el...