A Solo Seis Pasos (Chaennie)

Capitulo 1

      Desperté y no podía ver nada, me sentía realmente muy mareada y fuera de lugar aunque eso duro solo un poco, ya que no tarde más de cinco segundos en tomar conciencia de la situación en la que estaba.

      Inmediatamente la preocupación se hizo parte de mi y me inundó.

      ¿Qué clase o tipo de Karma era este el que estaba pagando? Todo por ser tan insensible con la situación que atravesaba uno de los empresarios con el cual quería hacer negocios, aun así, no me arrepiento de nada.

      Agudizando mis sentidos supe que estaba en un carro andando, pero de antemano sabía que no me debía alterar, puesto a que sabía que, Roseanne, a penas se diera cuenta de mi desaparición iría a mi rescate.

      No tenía una razon verdadera de que preocuparme o al menos no queria hacerlo.

      – ¡Pero si ya despertó la princesa! – hablo una voz sacándome de mis pensamientos.

      Estaba mucho más que claro que era la voz de la una mujer, solo que esta era un poco grave.

      – ¿Qué quieren de mi? – dije con un dolor de cabeza terrible tratando de levantarme, pero fracase en el intento, haciendo que la mujer soltara una carcajada.

      – Ya duérmete otra vez niña – soltó con un poco de fastidio en su tono.

      – ¿Quién te crees tu para darme órdenes a mi? ¿Acaso tienes idea de quien soy? – ella solo se encogio de hombros, si pudiera claramente ya me ubiese levantado a darle una cachetada, es que ¿Quien se creía para darme ordenes a mi? – ¡Soy Jennie Kim y no recibo órdenes de nadie!.

      – Wow ¡que valiente! Pero solo por si no estabas enterada estas secuestrada, o al menos casi, aún no llegamos al sitio en el cual te vamos a encerrar, pero estamos muy cerca, así que... estas casi secuestrada, así que me debes respetar ¿okay? – dijo dudosa.

      ¿Qué clase de secuestradora era esta?.

      Dios mio, me deje secuestrar por una estúpida, creo que eso me hace más estúpida que ella.

      – A parte, que egocéntrica ¿Cómo pudo ella fijarse en alguien como tú? Es increíble, cuando las personas decían que eras egocéntrica no imagine que tanto – dijo ¿Pensativa? ¿y qué era eso de que no sabia como ella se habia fijado en mi?.

      – ¡No soy una egocéntrica nada! – dije ya alterada – ¡Cállate y me respetas!.

      – Uy que fuerte señorita Jennie Kim, te seré sincera si no estuvieras amarrada, yo sentiría miedo de ti, pero como lo estás, no te tomaré importancia – se burlo.

      ¿Cuánto le tomaría a Rosé darse cuenta de que estaba desaparecida? Esta chica junto a mí ya me estaba estresando.

      – Oye ¿En que piensas? – volvió a hablar.

      – Solo pienso en cuanto tiempo le tomará a Roseanne en venir a rescatarme de ti ¡Loca! – dije girando los ojos, solté eso sin importancia, puesto a que claramente ella al secuestrarme tenía que tener muy en claro que tarde o temprano empezarán a buscarme.

      – ¿Roseanne Park? – pregunto em un chillido con asombro.

      – Si – dije firme.

      – ¡Ay no puede ser! – grito como una adolescente – ¿Como cuanto crees que se tarde en venir? Es solo para estar más arreglada, más decente, más guapa – dijo como si fuera la cosa más normal del mundo

      – ¿Qué? – me había perdido totalmente.

      – Uff si, la bellísima y sexy Roseanne, esa mujer te hace querer fantasear con ella noche y día, es que... como una mujer puede verse tan perfecta – dijo entre suspiros.

     Esto si que era una sorpresa, realmente soy consciente de lo guapa que es Roseanne, seguramente tenia muchos pretendientes, pero no sabía hasta qué punto podría tener fantaseando a mujeres con actitudes de adolescente, era realmente raro.

       Y con ese pensamiento se me vino una gran idea, ya que mi supuesta secuestradora parecía un poco tonta.

      – Si, pues fíjate que ella es mi secretaria y mano derecha, muy amiga mía, aún no te he visto muy bien, pero te ves muy guapa – puede escuchar un sonido de halago de su parte – Así que yo fácilmente podría conseguirte una o más citas con Roseanne. Estoy muy segura que eres su tipo, aunque eso solo se podrá saber si me dejas libre – dije tratando de parecer lo más creíble posible, realmente no imaginaba a mi Rosé con una mujer así de tonta, ni con ninguna otra.

      – ¿De verdad crees que soy su tipo? ¿Estás segura? – dijo con asombro y emoción.

      – Si, segurísima – dije con obviedad.

      – Perfecto, ahora solo déjame llamar a la mandona, para decirle que te voy a dejar libre – dijo risueña, Dios ¿a quien carajos iba a llamar? – hola... Si, si acá esta... Si, pero sabes que me acaba de decir que si la dejo ir me consigue una cita con la hermosa Roseanne... Anda sabes que me gusta mucho... Eres mala... Al menos busca pollo para cenar... okay... okay – soltó un suspiro – Ella ha dicho que no, además ya estamos muy serca como para soltarte, pero mira el lado bueno ¡hoy cenaremos pollo!... aunque tu estas secuestrada y no se si te den de comer pollo – pensó por un par de segundos mientras yo me lamentaba por no haber escapado y haberle ahorrado este trabajo a Rosé – No importa, me voy a colar a donde te tengamos y te llevare pollo ¿va? – dijo felizmente.

      Ya me empezaba a estresar, pero al menos sabría que cenaria pollo, eso estaba bien.

      – Ya llegamos señorita – hablo la voz de un hombre la cual no había escuchado en todo el camino.

      – Okay, princesa es hora de bajarnos, ya llegamos a tu casa temporal, aunque no creo que salgas de aquí pronto – dijo levantándome y ayudándome a bajar con sumo cuidado.

      – Ahora que lo pienso, mejor no te conseguiré ninguna cita con Roseanne – dije sería.

      – ¿Pero por qué? – dijo como si ubiese recibido la peor noticia de su vida soltandome de sus brazos, haciendo que yo callera al suelo – ¡Perdón! ¡No fue apropósito lo juro! – dijo bajando rápidamente a recogerme.

      – ¿Tienes la mínima idea de cuanto vale mi ropa para que me dejes caer así? – dije furiosa contra la arena en mi cara.

      – Eres la grandiosa Jennie Kim, seguramente tienes para comprar algo más caro y mejor – dijo con cierto tono de ironía.

      – ¡Pues, si, sí lo tengo! – ya estaba harta, seguramente Rosé ya sabía de mi desaparición y estaría buscándome y eso me reconforto...

      Mientras con Rosé...

      – Vamos Hankie es hora de darnos un baño – dijo a quien ella consideraba su hermoso hijo perruno – Luego de esto podemos comer galletas y te dejaré acostarte en mi cama cielo.

      Y como si hubiese entendido todo lo que su dueña le hubiese dicho, ladró feliz y se fueron al baño a darle una ducha a dicho ser de cuatro patas.

Luego de darle una ducha a su hijo, se quito su ropa para darse un baño relajante.

      Si, estaba segura que Rosé ya estaba en mi búsqueda.