A Solo Seis Pasos (Chaennie)

Capitulo 10

      Tres meses desde aquella noche habían pasado, Roseanne, ni siquiera me miraba cuando coincidíamos en algún lugar, tuve que conseguir una nueva secretaria, ya que ella también renunció.

      Esa noche después de entregarnos en cuerpo y alma hasta más no poder, no imagine que al día siguiente, Roseanne, no estaría junto a mí abrazándome o diciéndome que me amaba.

      Pero lastimosamente la realidad para mi fue totalmente distinta, me desperté en su habitación vacía con una nota que decía "perdón, me salió una emergencia y tuve que salir".

      Mi corazón se rompió en aquel momento y aunque aún seguía con Lalisa traté varias veces terminar con esta relación pero ella encontraban la manera de darme la larga y seguir.

      Y hoy estamos aquí, en un evento super importante, con Lalisa y su padre.

      A dos mezas se encuentra Roseanne y no he querido otra cosa más que lograr que por 5 segundos ella me mire.

      Pero no, ha sido todo lo contrario, he tenido que soportar a Lalisa toda la noche viendo también como Roseanne habla con otras mujeres en su mesa a las cuales se les ven claramente las intenciones con ella.

      Y no hace más que enfadarme, porque mierda, debería ser yo quien la mire con devoción, que se le acerque de esa manera, no unas cualquieras.

      Vi como Rosé se levantó y camino en dirección al baño, sin disculparme ni decir una palabra me levante de mi mesa dispuesta a seguirla.

      Justo al ella entrar a los baños entre yo cerrando la puerta con seguro haciendo que ella se sobresaltara.

      Sin decirle nada empecé a mirar cubículo por cubículo asegurándome de que no hubiera nadie, todo esto con la mirada de una confundida Roseanne encima de mi.

      – S-señorita Jennie ¿Q-qué está haciendo? – pregunto confundida y algo ¿asustada?.

      – ¿Señorita Jennie? – puse una sonrisa ladeada y empecé a acercarme a ella lentamente haciendo que ella fuera retrocediendo hasta chocar contra la pared – Oh Roseanne, si supieras lo mucho que me pone que me digas señorita Jennie – dije al estar pegada de ella y apreté su cintura con devoción.

      Ella suspiro de manera pesada y yo sin poder aguantarlo un minuto más me acerque a sus y la bese con desesperación, solo tuvieron que pasar un par de segundos para que ella correspondiera a mi beso con la misma intensidad.

      Metí una de mis piernas dentro de las suyas y alce la rodilla para hacer contacto con su centro.

      Roseanne soltó un largo jadeo lleno de gusto en medio del beso, lo que podría significar que ella también me extrañaba y que quería esto.

      El calor subía y yo bajaba entre besos por su cuello mientras está parecía disfrutar demasiado estar entre mis brazos.

      Así que decidí complacerla mucho más y empecé a bajar entre besos hasta quedar arrodillada frente a ella.

      Ella me miró desde arriba mostrando algo de desesperación con su respiración agitada.

      Puso su mano enredandola en mi cabello y fue todo lo que necesitaba para meterme entre su piernas.

      Hize a un lado sus bragas y me acerque a darle un sonoro beso en su centro haciendo que esta soltara un jadeo de gusto.

      Empecé a lamer y chupar su sexo de manera gustosa haciendo ruidos de gusto como cuando un niño de 5 años prueba su comida favorita.

      Los jadeos y gemidos por parte de Rosé no se hicieron esperar, sólo que está prácticamente estaba gritando.

      Le estaba gustando mucho o tal vez simplemente estaba muy borracha.

      – ¡Mierda! ¡Mierda Jennie, justo ahí...! ah... ¡m-mas! – eran sus palabras de aliento para mi, mientras yo solo hacía todo lo posible para complacerla.

      Hundí más mi cara en su centro tomándola de la cintura y empeze a meter mi lengua dentro de ella, lo cual la hacía retorcerse de placer, cuando apretó su agarre en mi cabello supe que ya estaría serca de su orgasmo así que aumente la fuerza y velocidad en mis movimientos.

      Después de unos segundos de chupar y lamer, sentí como Rosé se retorcía encima de mi indicando que había llegado a su debido orgasmo.

      Aun así seguí chupando todo de ella haciendo que su orgasmo se prolongará un poco más hasta dejarla limpia y completamente satisfecha.

      Subí apretandola de la cintura pegandola a mi cuerpo y le di un beso, tratando de mostrarle el amor que sentía hacia ella y pareció notarlo porque justo cuando nos separamos ella me sonrió de una manera tan adorable y tímida.

      No pude evitar sentirme conmovida así que empecé a llenarle toda su cara de besitos mientras está reía de manera infantil.

      – Roseanne, eres tan linda – dije apretando sus mejillas.

      – Tu siempre dices eso – dijo robandome un pequeño beso en los labios.

      ...

      – Roseanne, eres tan linda – dijo una joven Jennie acercándose con coquetería a su amiga.

      – ¿Qué quieres Jennie? – dijo su amiga levantando su vista de su libro y poniéndolo a un lado para prestarle atención, lo que hizo que la otra se pusiera nerviosa y dudará de sí llevar a cabo su plan.

      – Bueno solo quería hablar contigo... eh ¿ya tu has dado tu primer beso? – preguntó y la otra chica solo negó – Me preguntaba si tu... y yo... podemos practicar juntas un beso, ya sabes... cuando eramos pequeñas solíamos darnos besos muy seguido – soltó muy nerviosa.

      – ¿Esta bien? – dijo con confusión – Pero me besas tu ¿ok?.

      – Vale – se acerco lentamente a su amiga hasta que sus labios rozaron.

      Al sentir el contacto tomo a Rosé de los hombros y empezó a mover sus labios sobre los suyos.

      – ¿Chicas me preguntaba si querían com... – hablo una voz muy conocida para ellas, la madre de Jennie, abriendo la puerta – Okay, yo no vi nada, me voy – se dio media vuelta y salio de la habitación cerrando la puerta tras suyo.

       Una Roseanne y una Jennie de 13 años se encontraban a una distancia prudente mirándose realmente muy avergonzada ambas.

       Y es que como no te sentirías así después de que te vieran besandote con tu casi hermana.

Rescaten 😘

Y más le vale joven cumplir con su parte🥸👉🏼👈🏼