Allí nos encontrábamos, envueltos en gabardinas que ocultaban nuestros rostros, camuflándonos entre la multitud bulliciosa. La premisa era clara: debíamos movernos con rapidez para evitar que el distintivo aroma de mi sangre se concentrara en un solo lugar, evitando así despertar sospechas de la presencia de una humana entre las sombras urbanas. La gabardina, cargada con generosas capas de colonia, contribuía a disimular mi esencia.
Adham me escoltaría hasta la calle Fikeer. A partir de ese punto, el terreno se volvía más peligroso, ya que ingresaría sola al territorio de los lobos. Como discutimos previamente, era crucial que continuara sola para minimizar riesgos. Afortunadamente, el bar donde Daim solía frecuentar se encontraba a escasos cinco minutos a pie, lo que reducía considerablemente la exposición al peligro.
Las calles se desplegaban ante mí tal y como Adham las había descrito: una amalgama de desamparo y pobreza. Personas de escasos recursos se acurrucaban en las esquinas, evitando levantar la mirada para eludir posibles confrontaciones. El territorio estaba claramente dominado por vampiros, como indicaban las calles abarrotadas de ellos.
En medio de la maraña urbana, se alzaban pequeños puestos de magos y brujas ofreciendo sus servicios. El ambiente estaba impregnado de un gélido desinterés, donde las sonrisas eran raras y las interacciones mínimas. La gente transitaba con rapidez, sumida en sus propios planes, sin ánimo de entablar conversaciones con desconocidos.
Adham detuvo abruptamente su paso frente a uno de los puestos. Era la señal que estábamos cerca de la siguiente etapa de mi travesía. Con la gabardina aún más baja, prácticamente ocultándome por completo, giré hacia la derecha en la próxima calle. El trayecto continuaba, ahora con menos gente en comparación con la zona vampírica, pero el tono grisáceo del ambiente persistía, como un recordatorio constante de la penumbra que envolvía aquel rincón de la ciudad.
Caminé siguiendo las instrucciones, con la mirada alerta y el corazón latiendo al compás de la intriga que acechaba en cada rincón sombrío. Pronto, encontraría el misterioso "Bar de Flux".
Con discreción y astucia, evité las miradas curiosas mientras avanzaba en busca del lugar señalado, hasta que finalmente lo encontré:
"Bar de Flux, compartiendo luna desde hace más de quinientos años".
Contrario a las expectativas, el establecimiento no ostentaba extravagancia; más bien, se presentaba como el típico bar de pueblo, construido con madera gastada, el tipo de lugar al que acudían los mismos clientes día tras día.
Confiaba en que, si la vez que nos conocimos Daim no tenía interés de matarme, ahora no sería diferente.
Desde fuera, ya se percibían las voces que emanaban del interior, una mixtura de risas y gritos mayormente masculinos que resonaban en el ambiente. Al traspasar la puerta, me enfrenté a un escenario que parecía haberse congelado en el tiempo. El mobiliario de madera desgastada y las lámparas tenues conferían al lugar un aire de autenticidad rústica.
La atmósfera del lugar estaba impregnada de un aire festivo, con humo de cigarrillos flotando en el aire y el sonido de monedas chocando sobre las mesas.
El bullicio era ensordecedor, con mesas repletas de apuestas y risas que competían por dominar el ambiente. La clientela, entregada al juego y la diversión, hacía que cada rincón del establecimiento vibrara con una intensidad peculiar.
Las mesas estaban plagadas de cervezas, creando un tapiz visual de botellas y vasos. Grupos de personas se sumergían en partidas de apuestas, con la emoción y la tensión palpables en el aire cargado del bar. A pesar de la multitud, pude deslizarme discretamente entre las mesas sin atraer la atención de nadie. Afortunadamente, mi entrada pasó desapercibida, y nadie pareció inmutarse ante mi presencia, lo cual alivió la tensión que llevaba conmigo.
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INEFABLE
Fantasy✨FINALISTA EN LA LISTA CORTA DE LOS WATTYS 2024✨ En dos mundos donde la humanidad y la magia coexisten, una antigua barrera mágica ha mantenido el frágil equilibrio entre Lyre y Hylare durante siglos. Kyra Dragon, una implacable cazadora de criatura...