Millonaria por un año

Capitulo 4

Paso una semana y unos días en el hospital, yo sigo muy debil en cambio mis padres han mejorado rápidamente, creo que ha sido por que ellos si se han cuidado en cambio yo no.

Por fin hoy me dan de alta y no por qué ya esté mejor sino que creo que ya tengo arta al doctor y su única opcion es dejar que me vaya. Estoy alistándome para salir por fin de este infierno, desde pequeña odio los hospitales tengo una enfermedad incurable desde que nací por ese motivo siempre estaba internada. La puerta de abre de golpe.

—Estas lista Amelia es hora de irnos.

—Casi me matas de un susto Susan ten más cuidado no sabes que soy muy miedosa. Hago un puchero riendo de forma divertida.

—Bueno parece que la señorita se a despertado con humor.

—Y como no, si por fin hoy me voy de aquí.

—Amelia querida no te engañes, el doctor te dio de alta por qué ya lo tienes arto.

Rio de forma divertida y mostrando indignación. Susan solo se ríe ante mi reacción.

—Vamos Ami es hora de irnos.

—Ni se te ocurra volverme a decir así.

Solo se ríe mientras toma mi maleta de ropa y me abre la puerta de la habitación mientras caminamos hacia la salida me cuenta todo lo que ha pasado con la empresa y me dice que mis padres no pudieron venir a traerme por qué están en una reunión muy importante.

También me cuenta que cambiaron a la cocinera de la casa, que ahora es una señora no tiene donde quedarse y se queda en casa con su sobrino Jayden el cual tiene mi edad. Yo casi no le pongo mente solo quiero llegar a casa no quiero saber nada de hospital. Me ayuda a subir al auto por qué me cuesta, el camino a casa ha estado silencioso pero no un silencio incómodo sino tranquilizante que brinda paz. Nose en que momento del camino me quedé dormida.

—Amelia despierta hemos llegado. Me dice tocandome el hombro.

—Ya tan rápido.

—Amelia hace media hora que te dormiste.

—Como sea ayúdame a bajar y llévame a mi habitación quiero dormir.

Baja apresuradamente para ayudarme mientras camino apoyada en ella, toca la puerta mientras camino a la sala miro a todos los empleados que están reunidos para darme la bienvenida. A todos ya lo conozco menos a una recuerdo que Susan me dijo que habían cambiado cocinera.

—Amelia ella es Camila la nueva cocinera. Dice Susan sacándome de mis pensamientos.

—Mucho gusto.

—El gusto es mío señorita se le ofrece algo. Niego con la cabeza solo quiero ir a mi habitación a dormir.

—Camila y Jayden tiene que presentarse. Escucho que le dice Susan a Camila yo no pongo mucha mente estoy muy cansada.

—Salio hace media hora anda dejando un informe donde un compañero ya no tarda en llegar en cuanto llegue haré que se presente.

—Esta bien.... Antes de que diga algo más las interrumpo.

—No es necesario cuando se de la oportunidad que lo haga, Susan llévame a mi habitación por favor.

Y sin más que decir camino lentamente hacia las escaleras que ahora parecen una tortura, subo cada escalón a un ritmo que ni yo me lo creo dilate más de media hora en subir. Entro en mi habitación Susan me ayuda a cambiarme y a ponerme un pijama yo solo quiero dormir, me acuesto en la cama y me quedo dormida.

Cuando despierto miro que ya es de noche mis padres están sentados sobre mi cama hablando nose de que. Cuando intento incorporarme no puedo y suelto un quejido de dolor, voltean a verme rápidamente.

—Mi princesa que tienes. Pregunta mi padre algo preocupado.

—Me quise sentar pero no pude. Hago un puchero.

—Es enserio mi niña tienes diez y siete pero parecieras de cinco años.

—Lose siempre voy a ser su niña chiquita.

—Ok está bien. Dice un poco divertido —Como te sientes, te duele.

Ovbio que le duele, interrumpe mama, papa la queda viendo de mala manera pero se rien y luego se centran en mi de nuevo.

—Como te sientes. Pregunta papá de nuevo.

—Bastante débil. Respondo —He dormido toda la tarde pero siento como si lo he hecho, me siento muy cansada.

—Lose mi niña es normal. Dice el médico que después de todo lo que pasaste en normal que te sientas así. Vamos arriba.

—Papi recuerda que no puedo ni sentarme sola verdad. Ríe

Me ayuda a sentarme y luego a pararme pero siento que ya he gastado la energía de todo un día.

—Lista para bajar, hemos dicho que te preparen tus comidas favoritas siempre has sido nuestra consentida, pero ahora te consentiremos mas.

—Gracias papi. Y a mí no me das las gracias interrumpe mama.

—Parece que alguien está celosa. Dice papá algo divertido en eso hablo yo.

—Que más quisiera ir con ustedes pero las escaleras son una tortura prefiero quedarme aquí.

—Quien dice que tienes que caminar. Dice mi padre yo lo miro algo confusa

—Como así . Pregunto

Papá solo se ríe y me carga en brazos camina lentamente por el pasillo hasta llegar a las escaleras las cuales las baja al mismo ritmo para intentar no lastimarme cuando lo hace camina directamente hacia el comedor donde me sienta cuidadosamente en una silla.

—Quien no deseara que lo carguen así siempre. Digo algo divertida.

—Tido lo mejor para nuestra princesa. Responde.

La cena transcurre tranquilamente me ha logrado sacar algunas risas que no he podido evitar soltar aunque cada vez que lo hago me duele mi herida.

En eso escucho que alguien se acerca es Camila viene discutiendo con alguien y no logro ver con quién, cuando se da cuenta que la observamos agacha la mirada un poco apenada y camina hacia nosotros.

—Buenas noches,señor, señora y señorita estoy un poco apenada solo quería presentar a mi sobrino el cual no han podido conocer.

Mis padres asienten con la cabeza Camila llama a su sobrino con el nombre de Jayden el cual me sorprendi al verlo. Era un muchacho alto como de mi edad rubio y con ojos castaños tengo que admitir que es muy guapo.

Saluda le dice Camila en voz baja.  El está tenso y se nota que no le agrado la idea de que su tia lo quiera presentar.

—Buenas noches. Dicen en un tono de enojo — es un placer conocerlos.

Mis padres asienten con la cabeza al igual que yo, sin más los dos se retiran   y seguimos con la cena pero no puedo dejar de pensar en Jayden y lo guapo que es.