coronación

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Han pasado más de unos meses cuando el reino Arken estaban en su mejor momento dieron a conocer quien será el nuevo rey de Arken, los condes, los duques y los nobles han hecho un acto de presencia junto con sus esposas he hijos incluyendo a los plebeyos de mismo mencionado  ya estaba listo los preparativos para dar inicio con el baile real Humberto aun no conseguía una esposa y menos procrear un heredero al trono.

-ya está todo listo hermano- Hanna se le acercó emocionada llevaba su armadura como su hermano Ernesto aún cuidaban de los gemelos que ellos vestían con ropas elegantes y especial para este día Ernesto lo miró con orgullo Pero también tenía un mal presentimiento de que en su momento Arturo volvería a reclamar lo que es suyo.

-gracias Hannah, deseenme suerte, - Humberto soltó un suspiro profundo y satisfecho dirigiéndose en sí a la sala donde todos estarían presentes, gente de clase alta y de importancia llevaría su capa colgada alrededor de los hombros como del cuello que lo cubría por toda la espalda hasta los pies el sumo sacerdote se acercó y miró a Humberto como al resto de los invitados.

-demos la bienvenida a su majestad el príncipe Humberto Baskerville- entró Humberto después de haber sido llamado mantenía el rostro en alto ese orgullo seguía presente mientras todos hacían reverencia, así que el sacerdote continuó con el discurso y después la finalizó dando en las manos el cetro y el orbe llamado globus cruciger.
Todos aplaudieron en uno mismo en una misma sintonía al mismo tiempo que todos exclamaban -¡Viva el rey Humberto!, ¡Viva el rey Humberto!- los aplausos disminuyeron y el baile dió inicio cuando el sol se había ocultado tras las montañas.

El sonido de los violines invadieron el gran hall, el banquete estaba servido y listo para ser devorado, Humberto estaba satisfecho al ver a toda su gente bailar al son de la música.

-esto se ve muy grandioso- Ernesto se puso al lado de Humberto orgulloso de este día tan especial para su familia. -si, es verdad nunca pensé llegar a estas alturas al menos hemos tomado el poder que Arturo tenía en su momento - agregó Humberto -el poco a poco caerá y se pondrá de rodillas si es que desea regresar - dijo aclarando la garganta mientras ve a su hermana Hannah acercarse recibiendo el abrazo con fuerza -hermana, tan hermosa como siempre - revolvió su cabello tiernamente -gracias hermano, Pero tú te ves muy apuesto. . .  Felicidades  por tu nuevo puesto de rey- ella reía feliz - así nadie volverá a desafiarte de nuevo - lo miró.

-si, Pero no debemos cantar victoria aún. . .  Él asesinó a nuestra madre y nuestro padre debería pagar por todo lo que nos ha hecho- dijo serio y determinado Humberto estaba ya planeando un nuevo plan para atacar y dar finalmente con su debilidad que aún no conocen - Humberto, me gustaría presentarte a alguien que realmente pueda interesarte- ambos se miraron Ernesto sonrió victorioso, Hannah los miró de lado mientras veía a los invitados bailar -no nos dejes con esa intriga hermano- soltó una risita divertida.

-hannah tiene razón que ocultas Ernesto - Humberto apoyó a Hannah colocándose aún lado de ella aún así sin dejar de prestar atención a su hermano menor - me enteré que Arturo está con alguien, cercano al reino Escarlata se dice que el rey Octavio Mckenna IV fue quien la adoptó Pero fue expulsada gracias por la segunda hija del rey, no se exactamente que fue lo que hizo y para enmendar el error la princesa Carlota pidió la cabeza del príncipe Arturo - concluyó dejando con la boca abierta a los dos que finalmente se miraban entre sí.

-perfecto, debemos prepararnos para un combate tomaremos como rehén a esa mujer él debe ver como su amada muere y agoniza lentamente- el rey ríe sus ojos estaban llenos de maldad se mostraba venganza y odio.  -si, debemos tener un plan bien elaborado un paso en falso podríamos lamentarnos- agregó Ernesto cruzándose de brazos pensativo.

-okey, basta de hablar de Arturo ahora solo disfrutemos de la fiesta . . . Humberto, no deberías arruinar tu día especial con escorias como Arturo- Hanna dijo alejándose de sus hermanos mientras que se adentraba entre los invitados -daremos un descanso a esto, Hanna tiene razón - Humberto estaba de acuerdo con lo dicho de Hannah aún que mantenía sus pensamientos en el plan.

A la mañana siguiente, reunió a todos en el gran comedor tanto sus hombres como sus hermanos, tendrían listo los mapas de las tierras del reino Arken como a las afueras de la misma -mandaremos a un grupo de espías en el reino liones, el reino Fallen y el reino desierto- colocó sus manos en la mesa Humberto estaba empeñado en encontrar a su medio hermano a como dé lugar.

-¿estás seguro? Hermano, no sabemos qué consecuencias tengamos al enfrentarnos a Arturo- el general interviene en seguida mirando al soberano que estaba frente a él -piensenlo, bien sí uno de nosotros lo ataca estaremos en desigualdad de hombres incluso sí se llega a enterar que queremos dañar a la mujer que él ama-.

-silencio- dijo y miró a Ernesto serio-hermano ayer dijiste que me ibas a presentar a alguien¿Quién es esa persona?- cuestionó -jaja no tienes que preocuparte y menos apresurarte ya está en camino - las puertas de abren en par en par un hombre aparece y entra en el umbral era alto, piel morena mantiene su cabeza cubierta con una manta y ojos marrones -su majestad es un honor estar en su presencia - hizo reverencia -le traigo un pequeño pendiente - finalizó cuando desenvuelve el arma de la tela de seda roja tomando entre sus manos la funda.

-¿Qué es esto?- preguntó -¿Ésto?, esto es una daga hecha por rocas de lava está bastante afilada como para acabar con la vida de la especie dragón, tiene la sangre del mismo padre de Artemis señor se dice que su sangre es muy dañina quien lo beba puede derretir cualquier cosa sí es tocada por manos de un mortal- respondió el desconocido -oh su majestad, con esto puede terminar con la existencia del príncipe Arturo. . .  Y sé dónde está ahora mismo-concluyó.-Bien lo que haremos ahora es. . . General tomé a sus hombres y dividanse una parte vendrán conmigo y seguiremos a este hombre hasta el paradero de Arturo el resto busquen a Artemis de seguro ella sigue con vida- ordenó mantuvo firme su decisión mientras miraba al general. -como usted lo ordene su majestad ¡Todos, reúnanse en el campo de entrenamiento! No debemos perder tiempo ¡Vamos!- se marchó sin antes haberle hecho una reverencia a Humberto.

Después de varias horas ya estaban en las afueras del reino Humberto y sus hombres seguían al hombre quien los guiaba por el camino indicado, y el resto se dirigían a los reinos ya mencionados en busca de la hija legítima del gran dragón Alessandro Schmitz.

Los días pasaron lentos ya que de vez en cuando debían descansar y recuperar fuerzas aún no sabían el cómo llegar a ellos se adentraba en los bosques incluso aldeas y pueblos lejanos, aún así no tenían resultados exitosos Humberto es el primero en perder la paciencia que bajó de su caballo y tomar entre sus manos las prendas del anciano.

-se supone que debimos haber llegado a nuestro destino, estoy pensando que solo eres un puto farsante- exclamó con furia, Ernesto bajó a toda velocidad y calmarlo colocando su mano en el hombro -hermano, basta . . .  Quizás estamos en el camino indicado sólo es cuestión de tiempo y paciencia - dijo tratando de tranquilizar a su mayor.

-espero que sea así oh ¡Tendré que matarlo! Y no quiero que tú te metas en esto - dijo con enojo en su voz estaba frustrado -su majestad - el anciano se les acerca -no debe perder la paciencia, estoy seguro que estamos por llegar el aroma de su hermano está cerca, a unos kilómetros más de distancia quizás esté en una cueva o algo parecido- soltó un suspiro profundo y pesado, mientras se alistaba para descansar.

-Ahora tomemos un descanso y comer algo los caballos deberían descansar también tenga piedad por sus animales- agregó.
-¡Agh! Está bien, ¡Tomemos un descanso! Mañana seguiremos con nuestro recorrido- gruñó con cierta molestia, Hannah ayudaba al resto en acomodas las casas de campaña y dormir un poco.

Al finalizar de armar el campamento todos se habían reunido a comer algo antes de acostarse a dormir aún que unos comenzaban a recorrer un pequeño camino que los guiaba hasta un río y llenar sus cantimploras de agua para sus animales como para ellos.

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