Raymond

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Raymond

Casarse es uno de los beneficios que nos puede conllevar en la vida Pero también tiene sus desventajas ¿No es así? Es una unión para esas personas que se aman y desean, Pero en cambio son forzadas por beneficio y conveniencia cómo en mi caso ¿Por qué hago esto? ¿Por qué deseo verlo hundido?, aún no lo sé quizás ¿Por qué acabó con la vida de mis hermanos? ¿Y el de mis padres? Puede ser Pero voy más allá que una simple razón, pienso, analizo y actuó.

Conocí a mi prometida, bastante ingenua, y odiosa. . . Incluso es muy habladora, tenía algo que yo necesitaba, algo que pueda llevar a cabo con mis planes, y ponerlas cada pieza en su lugar y dar fin a este matrimonio.

Los años transcurren rápidamente tengo 20 años daba un paseo a caballo con Isabella por el bosque, se supone que estábamos de caza, buscamos un buen siervo cada uno tenía su arco y flechas, era su pasatiempo favorito me dí cuenta ya que tenía una buena  puntería al menos no es tan inútil como pensé, el reino Escarlata tenía soldados a su disposición más de 200.000 mil hombres.

Al principio no creía que esté número de soldados fueran reales, me llevó a la zona donde entrenan había exactamente 20,000 miembros en entrenamiento -eso no es todo - Isabella me saca de mis pensamientos con esa voz tan fastidiosa, odiaba que fuera alguien tan alegre y llena de felicidad que emanaba de una sola mujer.

-¿Hay más. . . Todavía?- la miré

-sí- responde con tanta calma y serenidad cuando se trata de soldados y batallas entre reinos lejanos como cercanos -algunos de estos están alistando sus caballos, otros en pequeños campamentos  cada quien tiene un trabajo distinto aparte de ir a la guerra, buscan los materiales correspondientes para sus armaduras y reforzarlas más de lo que ya están- miraba -incluso cultivan sus propios alimentos para sus familiares o para ellos mismos- suspira -dependiendo también que estén solos- concluye.

Mis palabras no podían salir de mi garganta estaba impresionado con lo que me a demostrado supera el número que mi hermano tiene a su disposición ya que el suele confiarse mucho en sus habilidades y fuerza, admito que soy un híbrido con habilidades menores que el de Arturo, Pero he estudiado sus movimientos, a quién protege y a quién no, quién daría la vida y destruiría para conseguirlo, se sus debilidades y se duplico, y esos eran sus amados hijos.

Una pequeña risita se me escapa de mis labios mientras miraba fijamente a esos hombres que están a disposición de la reina Carlota y de la princesa, es momento de ser más cautelosos a la hora de manipular.

-Sabes. . . Por qué no adelantamos la boda, no quiero perderte, permíteme ser yo quien te ayude a guiar a este pueblo y exterminar a nuestros enemigos- susurré en bajo cerca de su oído tomándola de la cintura.

-¿En serio?- estaba muy ilusionada

-¡Sí! ¿Por qué no?- besé sus labios, aún que realmente no me sabían nada.

-hablaré con mi madre de seguro que estará de acuerdo- dice feliz.

Nos subimos a los caballos y nos dirigimos hasta el palacio Escarlata, me preguntó por qué llaman así a este reino tan patético -pobre ingenua, se creé cada palabra que le digo, eso es asombroso un punto a favor- murmuré en bajo.

Tardamos en llegar, miré el lugar los detalles estaban diseñados con mármol rojo carmesí, como también aquellas figuras guardianes que reposan en el techo, al entrar los pilares son tallados dándole forma a estas ese rojo brillaban intensamente bajo la luz del día y los candelabros que cuelgan del techo incluso las escaleras estaban hechas del mismo material.

-Hasta el piso está hecho con mármol, ahora entiendo por qué le llaman Escarlata - susurro.

-Hasta el piso está hecho con mármol, ahora entiendo por qué le llaman Escarlata - susurro

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