edad medieval

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El origen.

Arturo Baskerville inicio su reinado a la edad de veintinueve en el año de 1650 hasta en la actualidad; nació en Luxemburgo a mediados de 1621, durante su niñez nunca pensó que sería dura y trágica su vida, caminaba por los largos pasillos del castillo acompañado por una de las mucamas que le tenía tanto aprecio y cariño se sentía protegido cuando estaba presente, bastaba con tenerla cerca de él estaría todo bien como seguro.

Una noche tormentosa lluvia que caía sobre del pueblo como del palacio, el joven Arturo recibió una devastadora noticia que lo dejo desolado y solo, su niñera que la consideraba como una segunda madre había muerto durante la madrugada de ese sábado antes del amanecer a su padre Philip no estaba de acuerdo que tuviera esa actitud de su hijo así que debía actuar sobre ese comportamiento, no le importaba si estaba presente durante sus clases lo miraba con tanta frialdad su postura firme lo intimidaba lo hacía encogerse y bajar la mirada esto le enfado mucho, no dudo en tomar el ante brazo y levantarlo de un jalón desde su asiento con tono duro dijo:

-¡YO NO TENGO UN HIJO COBARDE! Ahora en adelante te comportarás como debes de ser, un hombrecito-
-yo no soy un cobarde, padre- dijo en bajo, miro de reojo a Philip triste y tembloroso. -quiero ser como tú papá- esto no le hizo ningún afecto del menor hacia a él, dio media vuelta y las manos puestas en la espalda comentó -si quieres ser igual a mi deberás comportarte como tal y como eres- antes de dirigirse a la puerta del salón, su hijo lo detuvo tan repentinamente-pero no quiero ser del como actúas con el personal, sobre todo a mí que soy tú hijo - recibió una a bofetada que causo que cayera al suelo y congelado quedó.

sus lágrimas amenazaban con salirse de sus ojos las contuvo por unos instantes hasta escuchar la voz rígida del contrario -fue un error que esa anciana te criara, te ha vuelto débil y frágil, debí haberte criado yo mismo- esto le molesto del cómo se dirigía a la difunta Agatha se levantó en seguida y como pudo lo empujo con todas sus fuerzas al hombre y golpearlo en las piernas lo miro con cierto odio pues no iba a permitir que hablara de esa forma de su querida madre- ¡ELLA NO FUE UN ERROR! ¿crees que no me he dado cuenta? ¡¿del cómo tratas a mi madre?!- iba a decir algo más cuando sus mejillas estaban siendo apretadas con fuerza después estaban ardiendo y palpitando por aquel azote del látigo que le hizo una pequeña herida en la piel, tenía tan solo seis años de edad cuando ya recibía tal desprecio por parte de Philip.

Una mañana el pequeño a escondidas de su padre ingreso a la habitación de su madre Margarita que se encontraba reposando sobre su enorme cama al acercarse y sentarse a su lado tomo su mano suavemente depositando un beso débil en los nudillos, de su boca dejaba escapar una vocecita dulce se aseguraba que ella lo pudiera escuchar al verla sonreír expresó el mismo gesto una sonrisa de oreja a oreja amplia: -madre, que gusto es verte de nuevo ¿Por qué mi padre es así? No me permite verte, no quisiera que me separen de ti. . . nunca- dejo caer una lágrima por su mejilla acercando a su vez su mano al mismo ya mencionado se aferraba tanto a ella manteniendo sus ojos cerrados, disfrutaba la presencia de aquella mujer pálida ojos grisáceos y cabellera azabache no pudo soportarlo más cuando soltó un llanto desconsolado que causa de ello recibió una amorosa caricia atreves de su melena -mami, te necesito- el rose de su dedo índice sobre sus labios interrumpieron al joven dirigiendo aquellos ojos azules sobre Margarita-hijo, siento no ser lo suficiente para ti. . . . pero prométeme que serás fuerte pase lo que pase y que en un futuro nos volvamos a encontrar- sonrió débilmente, pero aquel momento fue interrumpido por causa del esposo de la dicha mujer.

-Arturo ¿Qué es lo que estás haciendo en este lugar? - mencionó cortante y frío luego miro a la mujer con desprecio tomándola de la melena, no estaba dispuesto en demostrar tal afecto hacia la contraria dejando escapar un suspiro pesado y profundo- no sé quién te crees que eres, para dirigirte de esta manera a tú hijo. . . y tú salte de la habitación necesito hablar de algo muy privado a tu madre- ni si quiera tuvo la decencia de mirarlo solo le daba la espalda y escuchar un gemido del menor que había asentido con solo la voz, el rechinido de la puerta sonó por unos instantes hasta que el cerrojo del mismo estuviera en su lugar, una vez de haberse asegurado que no estuviera presente y tomar asiento en el sofá que estaría al lado de la mujer colocó su brazo en el descansa brazos dando el tiempo a que ella se acostumbrase a su fría presencia tardo más de unos diez minutos de silencio incomodo entre los dos; la suave voz de margarita irrumpió los pensamientos del hombre, algo molesta como puede y con las pocas fuerzas que tenia se dirigía al balcón sin antes de comentar y darle esa intriga al susodicho-yo le dirijo la palabra a mi hijo como se me da la gana, no tienes el derecho de prohibirme que no lo vea Philip, sea lo que sea dilo ahora no voy a soportar más tu presencia- el sonido de los pasos se dirigían directo a ella al darse media vuelta se encontraba acorralada y aterrorizada esas manos alargadas estaban rodeándola por completo sin dejarle ninguna posibilidad de huir.

-mírame bien margara te daré una oportunidad de salvar tu miserable vida, a la lejanía del reino hay una cueva se dice que un ser protege una joya de la inmortalidad pero se requiere un sacrificio a cambio. . . - antes de continuar fue interrumpido por la misma no estaba dispuesta en hacer tal acto se negaba rotundamente ante aquella petición-¡NO!- dijo sin pensarlo, sus ojos estaban abiertos como platos estaba atónita al ver esa transformación cayó y se arrastró por el suelo hasta chocar contra una pared veía el humo salir por sus poros de la nariz claramente se notaba que estaba muy enfadado.

-yo no te pregunte si querías o no hacerlo y si no es por las buenas serán por las malas- menciono entre gruñidos volvió a la humanidad cuando es envuelto por una cortina oscura y espesa al salir dio orden a sus guardias, de ahí miro a Arturo le tomo de los hombros atreves de las prendas jalándolo y llevándolo hasta el carruaje. La mujer fue llevada a la fuerza entre llantos y gritos pues esto le había confundido al pequeño mantenía una respiración agitada y asustada no sabía por qué motivos salieron del palacio con tanta urgencia el miedo lo invadió cada parte de sus músculos aterrado abrazo a la mujer azabache-¿A dónde nos llevan? Tengo miedo, ¿Qué nos van a hacer? - tenia tantas preguntas y pocas respuestas pues ella no tendría nada qué decir no quería asustarlo de mas solo se limitaba en sollozar en silencio-no te preocupes hijo, de seguro será algo bueno para los dos, lo prometo- cubrió su cabeza con ambos brazos de forma tierna y segura para él.

Después de haber llegado a tal sitio dirigió la mirada sobre Philip bastante confundida- ¿Qué es lo que harás? -cuestiono margarita en seguida sus manos como las rodillas se han posados sobre el terregoso piso, fue obligada a mirar en dirección de su hijo que es posicionado en el centro del pentagrama era simple a primera vista, el hombre sonrió y dijo- mira bien a tu querido hijo, mira su dulce inocencia me repugna margara- tomo al pequeño de las mejillas acercando su rostro al de el levemente que acto seguido lo empujo sin sacarlo del círculo, señalo al joven sin remordimientos y sin piedad ni si quiera tuvo ese valor de quitar la mirada de su mujer burlesco se demostraba soltó una leve risita mientras que sacaba su guante de su mano- ¿sabes cómo obtuve esa transformación y la fuerza sobre humana?, si debí decirte que tome una parte de tu miserable vida- ordeno a que todo estuviera en silencio que nadie y nada se atreviera a interrumpir el ritual que estaría por comenzar ato las pequeñas manos de Arturo dio orden a que levantasen su pequeño cuerpo el sonido de las cadenas estaban siendo recogidas el llanto del niño no se pudo esperar más y menos soportarlo es tan doloroso, Philip trajo a la fuerza a margarita poniéndola frente a el lloraba al ver como sufría su hijo, incorporo su cuerpo débil y abrazo de sus caderas quería disminuir esa sensación que estaba experimentando.

cuando de pronto un golpe fuerte la hizo caer provocando que diera leves brincos el gritar del pequeño resonó por el lugar pedía piedad sus prendas han sido rotas por su padre dejándolo completamente desnudo, de ahí tomo del cabello de la mujer obligándola a ver lo que iba a suceder después el rugido de un animal fue lo bastante fuerte para que todos volvieran a quedarse callados incluso con algo de miedo poco a poco la criatura salía entre la oscuridad - no, por favor no le hagas nada a nuestro hijo no tiene nada de culpa lo que haya pasado entre nosotros- Philip no hizo caso omiso de lo que pedía la azabache dio por inicio que siguieran adelante con el ritual el cuerpecito ya mencionado se fue llenando de heridas profundas la sangre caía por las pequeñas ranuras del pentagrama se fueron llenando poco a poco una luz verde comenzó a emanar por todo el símbolo hasta crear un remolino que cubría a Arturo. no podía dejar de llorar sus brazos temblaban sentía el frio que recorre por todos lados sus ojos apagados miraron aquella de ojos grisáceos suplicando su ayuda pero todo fue en vano.

sus labios comenzaban a ponerse morados y su piel azul temblaba ya no había nada que hacer vio a la criatura ponerse frente a el Philip leyó un viejo pergamino todo lo veía borroso y las voces se alejaban cada vez más rápido había perdido una mayor cantidad de sangre que al final de cuentas todo quedo oscuro.

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