Desde la apertura del restaurante Lionel no se daba abasto con el trabajo, tal y como Andrés se lo había dicho su restaurante cada día tenía más y más clientes por lo cual tuvo que contratar a un mesero y alguien que lo ayudara con las labores de limpieza.
Javier Hernández era un omega tan carismático que estaba seguro que muchos clientes además de la comida regresaban por la excelente atención del omega.
Al principio dudó en contratar a kevin Álvarez para que se encargara de la limpieza y lavar los platos, era un alfa muy joven y el trabajo era pesado, además de que Lionel creía firmemente en que el cachorro debería estar estudiando en lugar de trabajar, pero este le había dicho que necesitaba ahorrar para poder regresar a la escuela, le faltaba solo un año para poder terminar la preparatoria la cual había dejado por falta de recursos.
Lionel decidió contratarlo con la condición de que en cuanto comenzara el ciclo escolar se inscribiera para terminar, además le comentó que por el trabajo no se preocupara pues podía trabajar solo medio turno y los fines de semana para no interferir con sus estudios.
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El día de hoy Leo se había levantado más tarde que de costumbre, estaba tan agotado que se había quedado dormido, por suerte los chicos se encargaban de abrir y tener todo listo para cuando llegara la hora de comenzar con la atención al público.Había bajado las escaleras dispuesto a irse cuando se encontró con algo que no se esperaba, su marido se encontraba sentado en el sofá del gran salón que daba a la salida, lo que era demasiado raro, siempre que él salía de casa su esposo ya había salido a la oficina.
- Veo que vas de salida - le dijo bajando su pierna derecha que antes descansaba sobre la izquierda, el día de hoy Guillermo no estaba vistiendo un elegante traje como era costumbre, si no que en su lugar llevaba un atuendo más casual, el cual consistía en unos jeans negros, sudadera azul y unos cómodos tenis
- Y yo veo que vos saldrás de viaje - Lionel posó su mirada en la maleta que se encontraba al lado del sofá
- Así es, ya sabes, un viaje de negocios - soltó una risita, lo cual por alguna razón molestó a su marido, pues estaba seguro que estaba mintiendo - y por lo tanto no quiero posponer esta plática
- Y me imagino que Saúl irá con vos - soltó sin pensarlo el omega
- Por supuesto, es mi asistente - respondió sin darle importancia - ¿pero a qué viene el reclamo?
- No es agradable que todos sepan que me montas los cachos con el pelotudo de tu asistente
- Me gusta cuidar mi imagen y no soy tan imbecil como para involucrarme con alguien de la oficina y todos se enteren, mucho menos con él, para ese tipo de cosas soy muy discreto - soltó un suspiro fastidiado - pero bueno, no era de eso de lo que quería hablarte
- ¿Entonces de qué?- preguntó de manera suspicaz
- Hablé hace un tiempo con Jorge sobre unificar las empresas de nuestras familias y convertirlo en un grupo poderoso pero... - el alfa se detuvo buscando las palabras para lo que quería decirle
- ¿Pero? No sé qué que esperas que yo haga, ya te di todo lo que tenía - después de decir lo último el alfa lo miro de forma burlona
- Lionel... debes tener un cachorro - el omega se quedó frío, ¿había escuchado bien?, sin ninguna expresión se sentó en el sofá que estaba al frente de donde estaba sentado el alfa - y de preferencia que sea mío
- ¿Qué mierda estás diciendo? - no podía mirar el rostro de su esposo y solo bajo su mirada a un punto fijo en el piso
- Como es costumbre de tu querido papi poner condiciones, va a aceptar si le damos un nieto - el alfa se puso de pie tomando el asa de la maleta con la intención de salir de la casa
- ¡Guille, te has vuelto totalmente loco, sos un reverendo pelotudo enfermo de poder! - la confusión que tenía el omega al inicio se había transformado en ira - ¡¿como mierda se te ocurre que expondría a un bebé a esta horrible vida que tenemos, eh?!
- Te recuerdo, querido, que esta horrible vida que tenemos fue gracias a ti - dijo mientras se acercaba demasiado al omega
-¿Y pensas tomarme a la fuerza para lograrlo? - empujo el pecho del alfa con algo de fuerza - Ya intentaste hacerlo una vez - esas palabras calaron en lo más profundo del pecho de Memo era algo que lo avergonzaba y atormentaba todos los días
- No sería capaz - fue lo último que dijo el alfa antes de salir de la casa, en unas horas haría un viaje de negocios tal y como se lo había dicho a su esposo.
- ¡No lo voy a hacer me oíste! ¡ya estoy harto de vos! - gritó el omega furioso mientras el alfa cruzaba el umbral de la puerta.
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El omega estaba enojado y al mismo tiempo triste por lo acontecido por la mañana, después de discutir con Guillermo había acudido al restaurante para distraer su mente y trabajar por supuesto, le gustaba la sensación de ganar su propio dinero gracias a su trabajo.- Leo, ¿y si la idea del gil ese no es tan descabellada? - preguntó Kun con cautela y Lionel lo miró sorprendido, ambos se encontraban hablando en una pequeña bodega que tenía el establecimiento y que habían acondicionado para usar como lugar de descanso y oficina
- ¿Posta? no bueno, si vos te has vuelto más loco que él, ¿como decís eso? - el omega no sabía a dónde quería llegar su amigo
- Bueee o sea vos querías tener a ese macho a cómo diera lugar, el Guille se niega a divorciarse y para tener un cachorro primero debería haber algún acercamiento obviamente - mencionó levantando sus cejas de manera sugerente - si van a seguir juntos porque no intentan no sé, eso, intentar algo viste
- Kun, hace unos años, quizá tuve la esperanza que él me amara y deseaba tanto formar una familia, fui tan ingenuo - el omega soltó un suspiro - pero ahora lo único que quiero es terminar con esta farsa
- ¿Vos estás seguro? ¿Ya no lo amas? - tomó a su amigo por los hombros y lo miró a los ojos pero este desvió la mirada
- Kuni yo... - Leo no supo qué responder, ¿todavía sentía amor por él? Primero que nada, eso que él creyó amor en el pasado ¿lo era? O como todos decían ¿había sido solo un capricho?
No, Guillermo no había sido un capricho, desde que vio a ese alfa por primera vez cuando ambos eran unos cachorros un sentimiento que no conocía se había instalado en lo más profundo de su corazón, mientras iba creciendo lo único que deseaba era verlo todo el tiempo, no le importaba si el alfa no supiera que él había sido su primer beso, atesoraba ese momento como uno de los más hermosos de su vida; amaba su amabilidad y caballerosidad, amaba la manera en la que sonreía, amaba cuando de vez en cuando esos preciosos ojos color miel le dedicaban una mirada, amaba como sus castaños rizos se movían con el viento, si no amara a ese hombre no hubiera hecho todo lo que hizo, pero ahora ¿lo amaba todavía o solo estaba enojado y frustrado por todos los acontecimientos de los últimos casi tres años?
- ¿Vos?.... - antes de que Lionel respondiera alguien tocó la puerta y lo hicieron pasar, era Javier
- Leo, tenemos casi lleno y necesito ayuda para tomar la orden de unas mesas y para colmo un cliente está gritando como pinche loco - mencionó Javier
- Pero que le pasa al pibe ese, ¿te grito a vos? - se levantó Lionel de donde estaba sentado verdaderamente molesto
- No, no, esta haciendo una llamada, pero no quiero que se incomoden los demás clientes, su olor ya se siente por todo el lugar
- Voy a ver - Lionel se adelantó no sin antes pedirle a Kun que los ayudara con las demás mesas
- Vamos guapo - Javier le guiñó un ojo a Sergio y le dedicó una sonrisa coqueta lo que dejó a un Kun sin saber qué hacer, no respondió nada y solo lo siguió
Cuando Lionel se dirigió a la mesa del cliente que Javier le indicó estaba gritando ahora estaba llorando, se encontraba recostado en sus brazos sobre la mesa cubriendo su rostro
-Disculpa, ¿estás bien? - la otra persona levantó su rostro limpiando sus lágrimas, Leo llevó sus manos a su boca de la impresión al ver la persona frente a él - Manuel, sos vos
-¿Leo?
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Te Quiero a ti [Mechoa]
FanfictionDicen que en la guerra y en el amor todo se vale y Lionel hará todo lo que sea necesario para casarse con el alfa del que ha estado enamorado toda su vida. Por su parte Guillermo al darse cuenta que es el único que puede ayudar a salvar la empresa d...