Capítulo XIX

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El intenso calor en su cuerpo lo hizo despertar, abrió los ojos y sintió el olor dulzón impregnado en los cabellos del omega en su nariz. Su brazo rodeaba desde atrás el pequeño cuerpo frente a él y el calor que emanaba el argentino se traducía en una fina capa de sudor entre ambos, aún así la sensación era cómoda pero al mismo tiempo sentía que se incendiaba y ni así tenía la intención ni las ganas de alejarse.

Pudo darse cuenta como el cuerpo de Lionel encajaba perfectamente con el suyo. Comenzó a dejar caricias por su brazo desnudo y dejó un camino de besos desde su hombro subiendo lentamente hasta llegar a su cuello. No tenía idea cómo iba a enfrentar lo que pasó entre ellos la noche anterior, habían quedado en intentar algo, ¿Pero que? Estaban casados. ¿Cómo iban a comportarse como un matrimonio si apenas comenzaron a conocerse?. ¿Un noviazgo? Definitivamente no. ¿Un cortejo? Pero ya habían consumado el acto sexual. Dios, qué dilema. Lo único que tenía en claro era lo mucho que deseaba al omega entre sus brazos.

Los besos fueron suficientes para que Lionel despertara, se removió sintiendo el fuerte brazo de su esposo apresarlo contra su pecho desnudo. Sonrió al sentir las densas feromonas del alfa dándose cuenta que estas estaban cargadas de deseo siendo él el motivo de esa excitación, y eso le confirmó que lo que pasó anoche no había sido un sueño. La mano de su esposo se dirigió a su cintura en un agarre posesivo, todo esto que estaba pasando era tan nuevo para él.

—¿Qué hora es? — preguntó el menor adormilado y confundido pues las cortinas de la ventana al ser oscuras no permitían el paso de la luz del sol.

—Mmm no lo sé — el alfa se estiró para ver la hora en el reloj que tenía en la mesita de noche — van a dar las 11.

—Re tarde. Menos mal que hoy es domingo — dijo aún dándole la espalda a su marido.

—¿Tienes hambre? — el omega asintió silenciosamente — no soy mucho de cocinar pero algo te puedo preparar — lo volteó para dejar al omega debajo de su cuerpo y le dio un casto beso en sus labios.

— Podemos preparar el desayuno juntos — de inmediato su pereza se esfumó, antes estaba por decir que no tenía ganas de levantarse de la cama pero esa cercanía con su esposo fue suficientemente tentadora para animar su día.

Durante la noche, había despertado por la angustia de no saber cómo iban a ser las cosas una vez que ambos despertaran, tenía miedo de la actitud que Guillermo pudiera tomar pero al parecer había creado una tormenta en un vaso de agua pues su esposo había reaccionado mejor de lo que esperaba. Veía que estaba igualmente comprometido en hacer que las cosas funcionaran.

Dejaron la cama y Guillermo se vistió solo con unos pantalones holgados de pijama, mientras que Lionel se colocó su ropa interior y la camiseta que el alfa había usado la noche anterior, quedándole unas tallas más grandes cubriendo hasta la mitad de sus blanquecinos muslos. Se dirigieron a la cocina y sacaron todos los ingredientes para preparar un desayuno rápido el cual consistió en pan tostado con mermelada, fruta y café para Guillermo y mate para Lionel.

Ahí Guillermo se dio cuenta que no tenía porque ponerse a pensar en la forma en que iban a llevar su relación a partir de ahora, lo único que tenía que hacer era dejar que las cosas fluyeran. La naturalidad con la que se estaban desenvolviendo era increíble. Nunca se imaginó llegar a tener ese tipo de cotidianidad con el omega.

—¿Quieres salir a dar una vuelta? Y luego podemos ir a comer a un lugar lindo —preguntó el alfa mientras guardaba unas cosas en la nevera.

Al terminar lo que estaba haciendo volteó a ver a su esposo, quien estaba de espaldas terminando de lavar los utensilios que ensuciaron durante el desayuno. Su vista se dirigió inmediatamente a su bien formado trasero y luego a sus piernas desnudas. Se había contenido las ganas todo ese rato en tocarlo y no estaba seguro cuánto tiempo más podía aguantar. Necesitaba sacarlo de casa, de lo contrario de donde no iba a a poder salir iba a ser de su cama.

Te Quiero a ti [Mechoa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora