Capricho

Capitulo 11

Por la persona que amas puedes volverte hasta el mismo sol pero que pasa para aquellos que portan la oscuridad, tanto es la entrega que pueden devorar al astro rey.

Gálvez se sorprendió por la actitud de su amiga, verla besarla con esa pasión provoco en ella ponerla en sus piernas, y bajar la intensidad de esos besos, sabían ambas que estaba mal, pero no importaba

- dime la verdad, hicimos eso anoche – Claudia apelando a la honestidad de Gálvez, su corazón latía de forma rápida como si hubiera corrido en el bosque de Tlalpan – no me mientas de favor

- si paso, pero estábamos ebrias, tú me provocaste algo dentro de mí – tocando su pecho, evitando la mirada de su naciente amante – no pude frenarme contigo, verle así de frágil, dulce y suplicante, te quería hacer sentir mejor

- sabes una cosa, me dolió que me lo negaras – haciendo que Xóchitl la viera a los ojos esa castaña – mi flor, eres a partir de hoy mi flor

- mi dulce stáku, mi estrella – besando esos labios dulces y benditos, tocándose mutuamente – quiero ir despacio, a fuego lento, aprender amarte de la forma que mereces

Claudia se emocionó por esas palabras, para esa mujer no era solo sexo, estaba enamorada de ella, la chica matada, la incondicional de Andrés, la mujer que era de hielo pero en los brazos de esa mujer se derrita, besando de forma suave y amorosa.

- Claudia tengo muchas cosas que oculto al mundo, entre ellas que soy muy posesiva – su voz se hizo más ronca, y abrazándola con fuerza- no me gusta que nadie toque lo que es mío

- creo que eso tenemos en común, mi dulce flor – besando su labios, y viendo sus ojos oscuros, tocando el collar de obsidiana – respecto a tu esposo, que harás

- somos buenos amigos y ha entendido muchas cosas de mí, sabe que soy leal y honesta – sonriendo de forma dulce Gálvez a su mujercita – y estará bien con esa situación

Claudia se levantó de las piernas de su flor, y se puso a ver la vista hermosa de la ciudad en ese atardecer, ese pent-house que estaba sobrio y muy elegante, Xóchitl veía a su amada fascinada con esa vista a pesar que esa luna sacaba a la bestia que guardaba en su interior sabía que no tenía ya temer con Claudia a su lado, en eso se acerca para abrazarla por la espalda.

- todo bien, te siento algo extraña...- viendo cómo se estremecía su estrella por ese gesto – te prometo no hacer nada de avance físico, hasta que te sientas lista

-lo sé, tengo las ganas de nunca separarme de ti - posicionándose de frente a Gálvez, abrazándola y acurrucándola en su pecho- una parte de mi quiere que me tomes en esta noche y otra me pide ser prudente y dejar que tú me guíes

- sabes que tienes que volver a tu casa – tomándola del mentón, y dando un beso tierno en sus labios – tus hijos te esperan, además pasado mañana nos veremos para la junta de gobierno.

-tienes razón, pero ya sacaste tus presupuestos – sorprendida por eso último, ya tenía todo listo para la junta de un par de días – podrías ayudarme a revisar los míos

- no la friegues, sabes que no puedo ayudarte –sonriéndole a su estrella, acariciando su cabello- porque te lo alacías, te ves hermosa rizada

- parece melena de león cuando se esponja – haciendo un puchero Claudia, a lo que Xóchitl procede a darle un beso en sus labios – es que si vieras como se esponja

- eres una linda leona – simulando un gruñido y haciendo sus manos como garras, lo cual a la delegada de Tlalpan le da risa y ternura – me encantaría pasar la noche contigo amor, pero tengo que dejarte en la casa