Capricho

Capitulo 22

Poder proteger es un trabajo conjunto, más cuando ambas personas tienen que cuidarse mutuamente y sobretodo velar por sus intereses y sueños en común como por separado.

Después de unos 20 días, gracias a Gordillo, sus colegas de bancada, los chicos que se unieron a su causa e incluso el apoyo debajo del agua de Claudia con la ayuda de la única senadora de la bancada de morena que la ayudaría con esa locura la Senadora Citlalli Hernández que serviría de enlace entre la candidata morenista y la senadora Téllez, habían pactado de no verse públicamente salvo que fuera algo muy necesario y urgente.

Hernández era una persona que hacia lo que le gustaba, disfrutaba de los placeres pero 2018 cuando la senadora ahora del PAN, estaban en un evento en sonora referente las candidaturas, ver a esa mujer le impresiono a aquella mujer morena, ver esa sonrisa sádica pero a la vez apacible, saludando a todos con una gentileza, en todos los años que llevaba en la política alguien la puso nerviosa, en la velada siempre estaba centrada y calmada; pero en cierto momento se percató que esa colega salió con discreción, la cual decide seguir la cual ve que trae una maleta, a Hernández le dio curiosidad ver a Téllez con ese objeto, llegando a azotea de ese hotel con dianas alrededor en las cuales la senadora sonorense ve que está haciendo tiro con arco, pensó que no había sido descubierta pero Lilly le dio una sonrisa coqueta que hizo que Citlalli le flechara el alma esa mujer que tiempo después traicionaría a su partido, ahora tenía que dirigirse a su oficina para entregar un recado a esa "enemiga", lo cual hizo que se paralizara al verla entrenando en el patio del senado con su arco, lo cual muy pocos quedaban sorprendidos.

-disculpa Téllez, vine por el asunto de Claudia – entregándole la nota que había dado Claudia en palacio nacional en la conferencia, viendo que Lily no se desconcentraba de su tiro – algo mas

-Hernández, me aceptas el café que quedo pendiente – soltando la fecha hacia su objetivo, lo cual siempre impresionaba a aquella senadora panista que daba al blanco – si vamos a trabajar juntas es lo mínimo que puedo hacer

Lilly guardando su arco en el estuche, escondiendo un detalle de ese arco que la senadora morenista le regalo, una pieza que un oso que parecía abrazar el arco, lo cual siempre lo considero algo tierno y como su amuleto de la suerte para la senadora, Citlalli sabía que las mujeres como la sonorense eran de cuidado, eran como beber un bacanora sin tener conocimiento del mismo que es la bebida del diablo, se dirigieron al despacho de Téllez por primera vez en mucho tiempo empezó a temblar

-todo bien Hernández, te sientes mal – tomándola del mentón esta Lilly a la joven senadora, la cual se sonrojo un poco más – si gustas te llevo al área medica

-no es necesario, solo había pasado tiempo en que usted – tomando el dorso de la mano de la panista esa joven y depositando un beso en sus manos – no era gentil conmigo

- eres una dama muy elegante – sonriendo la senadora panista a su compañera de senado, quitando la mano para ingresar a la oficina – ya no es la misma barbajana que conocí hace unos años en sonora

-siempre serás así, huyendo de mi – decía la morenista con algo de temor en su voz, lo cual la panista solo se quedó de pie sonriendo – porque eres así conmigo

-senadora Hernández, sabe que soy una mujer casada – sirviendo ese café de cafetera a su compañera y moviéndose elegantemente para entregarle esa taza – y no es correcto que una niña de 34 años se enamore de una mujer que casi le dobla la edad

La senadora morenista tomo la taza, pero sintió el jalón que le dio la panista y poso sus labios sobre ella, era un beso fugas como cuando tiraba esas flechas en sucesión rápida, dejando la taza café en el escritorio, arrinconándola para profundizar ese beso, esa niña le demostraría que podía soportar el sabor del bacanora de esa senadora, en eso sonó el teléfono de la panista, viendo que era Gálvez quien le llamaba, dejando a la joven morenista algo molesta