Capitulo 33

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Los tambores de guerra dan aviso a los guerreros que es la oportunidad de luchar por honor y dignidad de su pueblo, el dios del espejo oscuro está listo para ese momento; es donde realmente se ve quien realmente vale la pena ser bendecido o dejado a su suerte

Ambas candidatas se encontraban en una camioneta rumbo a la hacienda donde terminaron con la vida de antigua reencarnación, iban armadas con armas divinas como algunas mortales, todos estaban nerviosos, tenían que recuperar a los hijos de las candidatas, las cuales iban al frente pero Xóchitl antes de llegar les pidió ir sola por los chicos; Claudia no quería dejarla ir pero Kenia y su tocaya la detuvieron de ir con ella.

Gálvez llega a la hacienda donde ve que la estaban esperando Alfredo del Mazo y Marco Cortez, el cual su pecho estaba completamente negro, mientras el primero se encontraba con una sonrisa sádica, sabia la candidata de la coalición que esto no terminaría bien

-llego la bestia hay que ponerle correa, para poder educarla – decía el dirigente del pan mientras del Mazo solo movía negando con su cabeza – porque no lo hago yo, mi dulce amor.

-suelten a los chicos, ellos no tienen nada que ver con este desmadre – grito Xóchitl a los dos sujetos que estaban delante de ella, a lo que del Mazo solo accedió liberando a los hijos de las candidatas, lo cuales corrieron abrazar a su madre que les giro instrucciones para llegar con los demás – váyanse, los amo... gracias yo me quedare con ellos

Los chicos salieron corriendo de ese lugar, lo que a Marco provoco una gran indignación a lo Alfredo solo lo ignoro como si fuera un mueble de la decoración, ver que ese hombre se acercó a la candidata como un gato en busca de cariño, lo lleno de coraje al dirigente del partido azul, trata de agredir a la ex senadora pero es frenado por el dolor de esa espina

-qué haces amor, Alfredo tú me amas – decía Marco hincándose en el suelo frio de esa hacienda, mientras el mexiquense, se acercaba y tocaba el hombro de la ex senadora – que demonios está pasando, tú me mas a mí, aléjate de ese inmundo animal

-cállate niño estúpido, crees que amaría un mortal como tú, cuando tengo la oportunidad de tener a un dios para servirle – agarrando a la senadora por la cintura y atrayéndola hacia él, mientras esta seguía el juego de ese hombre para que los chicos llegaran a salvo con los demás – ser el sumo sacerdote de un dios, es una muestra de amor puro.

-es verdad Alfredo, además a alguien con tus credenciales será excelente para el cargo – acariciando la mano de ese hombre mientras que el dirigente panista se quedaba sorprendido – me gustaría mucho contar con tu experiencia

-crees que puedes dejarme así, todo lo que he soportado por ti – gritando el dirigente del partido azul, escupiendo sangre, apunto de atacar a Gálvez con sus propias manos – te amo, te amo Alfredo pero esa escoria debe morir

En ese momento dos flechas hieren al dirigente del pan y otro a Alfredo, dejándolos en el suelo, la ex senadora se da la vuelta para ver a su esposa y mejor amiga con arco y flecha, la cuales traían una expresión seria, pero al ver a su flor que estaba a salvo, Claudia corrió a socorrerla mientras Lily veía que la flecha de Claudia había dejado mal herido a del Mazo.

-qué demonios hacen juntos, ustedes son enemigos, deben matarse entre si – decía del mazo tratando de sacar la flecha de morenista, pero era imposible – solo es odio el que tienen entre ustedes

-tienes que dejar de pensar así, Alfredo qué demonios te paso – decía Enrique viendo a su primo tirado en el suelo, sentía lastima por el – el poder no es todo, que ganabas con eso

-no entiendes que es lo que pasa, tu siempre fuiste el favorito – sonreía de una forma sádica Alfredo viendo a Peña – en todo los dioses te consentían, era un sol para todos incluso para mi

CaprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora