Capitulo 15

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Amanecer había llegado en esa casa del estado de hidalgo, el cual ambas mujeres entrelazadas estaban despertando en ese momento, ambas estaban sonrojadas y contentas

-lo siento amor, no quería que fuera así – Gálvez tapándose con la sabana el rostro muy apenado y viendo los ojos de su amada- no tenía idea que tú también fueras

-cuando era niña se pronunció ese tatuaje en mi cuerpo – sonriendo, tocando la silueta que apenas se notaba a simple vista – le dijeron a mi padre que sería un problema

-amor por eso te inquieto la pintura – viendo a Claudia tomado asiento en la cama, con el torso desnudo contemplándola como una obra de arte – o que pasó

- sabes que antes de ti me iba acorrer en la madrugada al bosque de Tlalpan, para calmar mi furia y ansiedad – recogiendo su cabello en una pequeña coleta, sonriendo a la mujer que estaba a su lado – pero en la veredas de senderismo sin el equipo adecuado

-es un riesgo, podrías haberte hecho daño – lo que hizo que Gálvez se levantara de esa cama, tomando sus manos de Sheinbaum con preocupación –que es lo que pensabas

- pensaba que ser el avatar de una deidad era problemas, tenía ganas de morir – sincerándose por primera vez en su vida Claudia, sonriendo a su bella flor – pensaba que estaba incompleta, hasta que nos conocimos hace unos meses, ya no tenía esos pensamientos al contrario deseaba verte y abrazarte

-Claudia sé que se siente esa situación, porque desde tenía 10 años viví con esa sensación, pero la mía era generar sangre y dolor – tumbando en la cama a Claudia quedando en ahorcajada sobre ella, viendo a sus ojos de forma natural – hasta que esa mañana tomaste mi mano, es como esa sed de sangre y venganza se fueran al carajo, al verte dolida y sufriendo por culpa de un idiota y verte tan linda y provocándome con ese alcohol, que ya no pude contenerme

-porque me mentiste cuando te pregunte, sabes que me dolió demasiado – intercambiando los roles, poniéndose encima de la de miguel hidalgo – pensé que no eras lo que esperaba

-porque te alejarías de mí, me siento insegura de muchas cosas, entre ellas al enamorarme Stáku – tocando el rostro de la Tlalpan, dando un beso casto en los labios - no podría soportarlo, tu eres una mujer culta, inteligente, capaz... en cambio yo no me siento merecedora de tu amor

En ese momento se dejaron llevar por ese amor, de forma tierna y amorosa... a comparación de anoche, ahora eran tímidas no sabían cómo iniciar ese ritual de amor, Claudia lo más cercano que tuvo fueron esos fajes intensos en su universidad, en cambio Xóchitl contaba con experiencias reducidas con encuentros de una sola noche pero la mujer que yacía sobre ella era muy especial, dejando que su instinto hablara por ellas mismas; siendo suaves y lentas en ese instante, buscando sus puntos de placer y aprendiéndolos de memoria, esos gemidos subiendo de intensidad y fuerza aferrándose mutuamente para estar a su lado, llegando a ese clímax de amor y sensualidad, quedando recostadas una sobre la otra, suspirando y respirando agitadamente, diciendo palabras de amor y ternura, haciendo una promesa que a lo mejor no podrían sostener en el futuro.

Cuando regresaron a la ciudad de mexico, ambas mujeres se emocionaron lo suficiente ya que esas 24 horas cambiaron sus vidas, las unieron de muchas formas las cuales calmaban esas bestias que guardaban en el interior, buscando mejorar para protegerse.

Pasaron los meses y los encuentros eran muy comunes entre los acuerdos entre las delegaciones y acuerdos de cooperación entre ellas se fomentó un crecimiento de estas al grado que se logró hacer un frente unido; Gálvez optimizando a la delegación haciéndola más funcional, Sheinbaum mejorando las capacidades de los servidores que estaban a su cargo y dando un nuevo aire, las reuniones a comer como amigas eran monitoreadas por medios de comunicación local, incluso en el festival de día de muertos estuvieron juntas, sus familias convivieron como una sola; lo cual para los hijos de ambas fue algo nuevo ya que esas festividades eran motivos de reflexionar y proteger a sus muertos

CaprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora