¡Boom! Las bombas sonaban por doquier, en el bunker nos encontrábamos mis hermanos y yo, Kazajistán era apenas un bebé, literalmente no tenía ni siquiera un año, sólo tenía cuatro meces de nacido y mamá... Ella no pudo soportar el parto. ¡BOOM! Se volvió a escuchar, ahora más cerca y fuerte, Bielorrusia y Ucrania se aferraban a mi cuerpo lo más que podían, ambos trataban de reprimir su llanto, sollozaban, no obstante Kaza no paraba de llorar, ellos con seis y cuatro años respectivamente, me miraban a los ojos, en esa mirada preguntaban cuanto tiempo estaríamos aquí, cuanto más seguiría la guerra; los aviones sobrevolaban el lugar, de improviso, una figura abrió la puerta del lugar donde nos encontrábamos, Alemania el hijo del enemigo se encaminó a nosotros y temblando de miedo me pidió con la mirada si podía quedarse con nosotros, yo asentí, él no era el culpable de las decisiones de su padre, además sólo era un año menor que yo, con siete años él ya había pasado por lo mismo que nosotros así que nos entendíamos; sin embargo, estos ataques de la última semana se volvieron más constantes desde que esa chica regresó de su misión, mi padre la envió al lado enemigo para traer información, pero no sólo trajo lo que mi padre pidió, también trajo a Alemania con ella, los gritos de mi papá y la desesperación de todos creció por ello, reparo a ello, ella alegó que para salvar el territorio enemigo teníamos que salvar a un representante de él y qué mejor que el hijo de Nazi, así que aquí estamos.
Una alarma sonó de forma insistente, mi reloj despertador me sacó de esa ensoñación, era la décimo sexta vez de esta semana que soñaba con el gran bombardeo que nos dio la victoria, es el mismo suceso cada sueño era igual, las bombas, el miedo, yo aguantando las ganas de orinar por el estrés pues tenía que ser el más fuerte y proteger a los más pequeños, luego el silencio tan sepulcral que hasta pensamos que éramos los únicos sobrevivientes, mi papá entrando de forma estrepitosa al lugar y con un poco de llanto apagado diciéndonos que todo ya había acabado, después de eso, Alemania fue llevado con esa chica y posterior mente de tanto tiempo a mis catorce años volvía a ver a Ale, nos volvimos amigos y nos contamos muchas cosas de nuestra nueva vida después de la guerra; yo no recuerda muy bien el nombre de ella, sólo que durante el tiempo que estuvo con nosotros nos dio tranquilidad, sustituyó en gran parte a mamá y su belleza me dejaba cautivado con cada día, pero el estrés hizo que con el tiempo su nombre y su edad se fuera de mi memoria, aunque, gracias a Ale recuperé ese recuerdo, ese recuerdo que era vago y que sólo podía tener presente gracias a una flor de color naranja olor a miel, también en mi mente se repetía una melodía y una palabra que no estoy muy seguro si es la correcta o no, pero que cuando trataba de pronunciarla mi corazón se alegraba: "mor yo j lo".
Hoy es mi cumpleaños número dieciocho y en dos semanas más el cumpleaños diecisiete de Ale, así que por eso decidimos reunirnos en un café de Berlín. Yo estaba de visita en su territorio para hacer unos acuerdos comerciales, de allí decidimos tomar dos días para celebrar nuestro cumpleaños y reunirnos con China, luego de eso los tres iríamos al territorio de la gorda capitalista, pues según él tenía unos acuerdos que le interesaba que nosotros firmáramos, tal vez sea una artimaña, pero gracias a la información que los tres reunimos tendríamos la oportunidad de vela a ella, Mexica...
El coche se estaba estacionado en el exterior de ese café, vi que Ale y China ya se encontraban allí, saludé de lejos y cuando nos reunimos nos saludamos de nuestra forma especial, que era poner una mano sobre la otra y luego ponerlas en puño. Nos adentramos al café, platicamos y sonreímos con mucha felicidad, nosotros tres somo poco expresivos así que no dudo que la gente piense que siempre hablamos de negocios o algo similar por nuestra seriedad, pero nosotros compartimos risas nasales, que para nosotros es decir que estamos en un ambiente muy agradable y ligero.
―Entonces ¿regresaste con la ONU para investigar más y saber qué trama la gorda? ―Pregunté a China; Ale y yo conocimos a China porque nuestros gobiernos insistieron en hacer tratos con el oriente, curiosamente él fue el que nos calló mejor y seguimos no sólo comerciando también nos hicimos buenos amigos, aunque él tenga un poco de gustos raros con la comida, curiosamente también es un representante joven, él es el mayor de sus cuatro hermanos y hace tres meces cumplió veinte años.
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México
FanfictionDiferentes historias de countryhumans, México es la protagonista, las historias no se relacionan entre si. Hay lenguaje que posiblemente sea inadecuado, sexo, y temas que pueden afectar a cierto tipo de público. Las historias son sólo por entretenim...