{V} LA PISTA

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Ruben

No se abrió, la llave no era de mis cadenas, lo intenté una y otra vez, desesperado lo intenté en el otro pie teniendo esperanza de que fuera una llave diferente para cada una de las cadenas, pero fue en vano, no se abrieron, entonces pensé que seguramente sería la llave de las cadenas de Laura.

Laura, no se abren, creo que es de tus cadenas-.

Pero no puedo abrirlas, tengo las manos en la espalda como las voy a abrir?-.

El salir vivos o no de ahí dependía de que Laura pudiera abrir sus cadenas, se soltara, buscara la otra llave y me liberara a mi.

Sé que vas a poder hacerlo, confío en ti-.

Vale... pasa la llave-.

Me estiré para que llegara más lejos y se la tiré arras de suelo.

¡La tengo!-.

Tu puedes, no te pongas nerviosa-.

Pasaban los minutos y ella seguía intentando abrir las cadenas de sus manos sin éxito, podía llegar a escuchar como refunfuñaba hacia ella misma por no poder meter la llave en la cerradura.

No puedo meterla joder-. Su tono de voz era de enfado, de miedo, de frustración, de tristeza, estaba sintiendo mil cosas y nada a la vez.

Vas a poder, confía en ti misma-.

Después de una pequeña pausa para relajarse volvió a intentarlo y al cuarto intento la pudo insertar en la cerradura e hizo un sonido alarmante que me estremeció.

¿Qué pasa?-.

¡Ha entrado!-.

Lo había conseguido, no dudaba en que iba a conseguirlo pero la tensión del momento me hizo plantearme la situación de que pasaría si no lo conseguía y no era agradable.

¿Puedes girarla?-.

Creo que sí-.

Escuchar las cadenas cayendo fueron los mejores segundos de mi vida.

Busca la otra llave por favor, coge la linterna-.

Se acercó a mi, me dio un beso y cogió la linterna que estaba enfrente de mí, entonces se puso a rebuscar en todos los rincones una llave o cualquier cosa para abrir mis cadenas, todo me pareció que había acabado, nos iríamos de ahí, los dos juntos como le había prometido y estaríamos a salvo, podría denunciar a Marta sin que Laura lo supiera, o diciéndole que lo hice por acoso o alguna excusa que se me ocurriera en el momento.

Mis pensamientos dejaron de dar vueltas por mi mente cuando escuché como la linterna caía al suelo.

¿Laura estás bien?-.

Se empezó a acercar a mí con un papel en la mano mientras lo leía.

Aquí dice que para encontrar la otra llave necesito tu foto, no entiendo nada, ¿quien ha hecho esto?-.

Que hija de puta... Quiere que ella se entere. ~ Pensé ~

Ten, aquí está-. Se la dí rezando por que no se diera cuenta de que el borde era irregular por haber cortado la otra mitad de la foto.

Al parecer no se dio cuenta de nada de eso, no entendía cuál era la pista que debería encontrar en la foto.

¿Me dejas leer la "pista"?-. Le pregunté

Los enamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora