Semillas De Emperadores

El omega fuera de palacio

Hola gente, espero estén pasando un lindo fin de semana, quería aprovechar este espacio para desear un: ¡Feliz mes del orgullo! En especial para quienes lo celebran.

También para avisarles que para mi un cap normal es de 2000 palabras y que cuando digo que el: "cap es largo" es porque posee 3000, pero ahora les digo que este cap es de 5000 y un poco más, es uno muy importante y espero que le den apoyo.

No olviden comentar si la historia les gusta o votar si consideran que este cap fue buenísimo.

A y también perdonen la demora...

Y sin más rodeos comencemos de una vez...

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Mientras Ryomen se gana a la derecha de Yuuji ayudándolo a sentarse y Sukuna aprovecha de ganarse al lado izquierdo del último, Uraume, quien los observa se inclina cuando nota que le prestan atención, pero en vez de retirarse toma la palabra.

-Si me permiten puedo aportar con el inicio, alguien muy confiable me contó de cómo llego la ama y los inicios antes de su nacimiento.

-¿Alguien muy confiable?

Interroga Ryomen algo confundido y el hombre asiente, por otro lado Sukuna aprovecha la distracción de su hermano para agarrar de la cintura a su omega y restregar suavemente sus mejillas, liberando sutilmente sus feromonas para envolverlo.

-No puedo revelar su nombre porque es una promesa, pero confío en que mis amos descubrirán quien es, descuiden lo que me contó no lo hizo con malas intenciones.

Recuerda por breves segundos a un omega de cabello rubio y mirada gentil.

-De acuerdo, empieza tú y ya luego continuamos nosotros...

"¡Hijo de puta!"

Ryomen, mira furioso a su hermano pero este lo ignora de forma abismal, es más, incluso besa al omega quien segundos antes intentaba comprender la mirada del padre de sus futuros cachorros.

-Gracias amos...

Intentando ignorar como Ryomen abraza a Yuuji y fulmina a su hermano, para luego escuchar como el omega les llama la atención a ambos.

-Entonces comenzaré...

Era un día de primavera, el sol brillaba radiante en el cielo y las flores de Sakura caían de forma lenta y elegante gracias a la brisa del viento.

Como en ese tiempo aún existía el concubinato, aquel día daba inicio a la época de cosecha de aquellas bellas flores que llegarían a palacio.

De entre ellas estaba la que se convertiría en la futura emperatriz.

Una joven de largos cabellos color rosa, ojos de color carmín que a veces se asemejaban al rojo de la sangre fresca, de labios finos y rosados, más la piel blanca como la nieve hacían parecer aquella belleza como una entre miles, sin duda una flor del infierno más roja que cualquiera.

Una omega que se encontraba fuera de palacio a punto de hacer ingreso acompañada de su dama más confiable.

Pero que al entrar las separaron siendo ese el primer golpe que recibió tras llegar.