Si tan solo te disculparas

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Hola, gente, saludos, espero que estén pasando un lindo fin de semana y de nuevo tenemos cap largo, espero lo disfruten y no olviden comentar sus impresiones.

En fin sin más rodeos comencemos.

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Toji Fushiguro, un alfa de pura sangre, ya que sus padres pertenecían a la clase Alfa, había perdido a su esposa cuando su hijo Megumi tenia diez años. La perdida le afecto, pero sabia que tenia que seguir adelante por su estatus y no se había partido el lomo desde los quince años cuando abandono su clan solo para rendirse y dejarse morir viendo la alegría de esos vejestorios.

Consiguió muchos logros militares y tenia el gusto de decir que peleaba codo a codo con los emperadores, más bien con el emperador Ryomen. Ellos lo respetaban y ellos respetaban lo que él era.

O eso creía...

Fushiguro Megumi, su hijo menor, se había presentado en nombre de este nuevo clan a la prueba de los Emperadores cuando estos buscaban esposa, no le tenia mucha fe a su hijo, pues era algo tosco en personalidad a diferencia de él y eso lo confirmo tras terminar la prueba, su hijo había fallado.

"Tranquilo, eres mi hijo y no te casaras con cualquiera, es más te dejare elegir."

"Gracias."

Recuerda cuando coloco su mano en la cabeza a modo de despedida y escucho aquellas palabras tan serias, subió a su caballo y dio la última orden.

"Recuerda que mientras no este presente eres el encargado de representarnos".

"Si."

Es todo lo que escucha, Megumi, nunca era demasiado emocional con él y lo agradece, sin más rodeos empieza el galope en dirección a la frontera para vigilar la situación con el país enemigo. Confiaba en su hijo, en su criterio y en que representaría más que bien a la familia.

-¿Y cuántos meses tienes?

Pregunta sintiendo la boca seca, tenia tanta ira que sentía que podría ahogar el sentimiento bebiendo alcohol, esperando que el estado de ebriedad ahogue la vergüenza que siente ante la mancha que recibió su familia en su ausencia.

-Seis, no voy a palacio desde que concebí -agacha la mirada avergonzado-, de hecho no me ha vuelto a llamar.

-Porque ya no te necesita -con sonrisa amarga-¿Es claro no? Infeliz.

Toji, empieza a acelerar en dirección a la cocina para tomar ya alcohol. Megumi, no podía soportar ver a su padre así de furioso, creía que en ese estado iría ya a palacio.

-Papá, perdóname -tomando su brazo, a lo que el hombre lo mira de forma fija-, por favor.

El hombre aparta de forma brusca su brazo y golpea la puerta de la habitación.

-No me hables, apenas me recupere te llevare conmigo aunque sea a rastras al palacio.

Megumi, por dentro siente alivio y dolor, no esperaba que su padre actuara así, siempre fue un hombre muy relajado y las veces que lo veía molesto solía ser por la batalla, iba a contarle todo lo sucedido, pero no espero que lo escuchara sin querer y supone que por eso todo se fue a la basura, además la presencia de sus tías no ayudaba, menos la de Mai Zenin, a la cual le tenia más desconfianza que nadie.

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