Estrella

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Bueno, tomé una decisión. La visita de Mateo me hizo pensar mucho.

¿De verdad contar lo que me pasaba era lo mejor para mí?

Estos días me dediqué a buscar en internet y unirme a distintos blogs de gente que contaban como habían pasado por lo mismo que yo y habían logrado superarlo. Ver cómo mejoro su vida después de recibir ayuda me motivo a contar lo que me pasa.

Ayer le escribí a Mateo para disculparme, y por suerte acepto mis disculpas, estaba tan feliz con mi decisión que vino a mi casa a verme, y está vez no lo eché, tranquilos.

Contarle a mis padres fue difícil, pero reuní todas mis fuerzas y lo logré.

Nos sentamos en la mesa los tres juntos, como hace mucho tiempo no pasaba. Solo faltaba mi hermano, que brillaba por su ausencia.

Les conté con sumo detalle todo lo que había pasado, como había llegado a hacer lo que hacía y como me afectaba.

Y recibí la respuesta que menos esperaba.

- Vamos a superar esto juntos- dijo mi papá para que los dos me abrazaran después.

¿Juntos?¿Yo y mis padres juntos?

Nunca pensé que esto fuera a pasar. Parece demasiado bueno para ser real.

También me solté y les conté lo que le pasaba a María. Mi mamá llamo a Claudia para contarle, pero ella no le creyó.

- A diferencia de vos,Liliana- decía Claudia enojada a través del teléfono- yo tengo una hija que confía en mí. Si eso fuese cierto, yo sería la primera en enterarme. Así que te pido porfavor, deja de intentar llamar la atención y no me molestes más.

Eso a mí madre la lastimó bastante, ellas eran amigas.

Hoy a media tarde llegamos a un centro de ayuda llamado Aᴛᴇɴᴅᴀ. Yo al principio me rehusaba a ir, pero después acepte que eso era lo mejor para mí.

Me dijeron que el programa de  recuperación llevaba cuatro años. Si, cuatro años. Tenía que ir a ese lugar todos los días de ocho a cinco, como si fuera el liceo doble horario. Era una locura.

Mi gran temor era engordar. No quería engordar. Mi mente aún tiene un poco el chip de que debía ser flaca si o si. Pero al mismo tiempo se que no era feliz y que si no hacía nada para cambiar esta situación, podía pasar algo mucho peor.

Los últimos meses de mi existencia habian sido, sencillamente, una pesadilla. Solo alguien que haya pasado por lo mismo que yo puede saber cómo se siente. Creo que por eso, aunque al principio me costó mucho adaptarme, terminé aceptando Aᴛᴇɴᴅᴀ como un refugio donde me protegían de mi misma: porque las chicas que conocí habian pasado lo mismo o estaban pasando lo mismo que yo.

Mi caso era difícil, pero no era de los más extremos. No tuvieron que internarme, y me dijeron que podía salir adelante.

Lentamente, fui comprendido que ese "estilo de vida" tenía un costo demasiado alto: la salud y la felicidad. Ver a otras chicas incluso menores que yo en situaciones peores hizo que mi cabeza cambiara.

Pero termine aprendiendo algo. Ahora sé que no es cuestión de engordar o no engordar. Es cuestión de llegar al peso adecuado para tu cuerpo, al peso que te permita tener una vida plena, poder razonar con coherencia, ser madre algún día, poder disfrutar de una cena con amigos, de un helado sin sentir culpa, de eso se trata. En el momento que perdí el miedo a engordar fue cuando empezé a mejorar.

Si algo depende de otro, vos no tenes responsabilidad. Pero cuando depende de vos casi por completo es una carga tan pesada que te agota. Pero definitivamente, vale la pena.

Hoy es nochebuena, Valentín volvió para quedarse.

Armando el arbolito solo faltaba María. Hablé con ella y acepto tratarse. A ella le costó un poco más aceptar sus desórdenes alimenticios, pero yo voy a estar junto a ella siempre.

Mientras colocaba algunas esferas en las ramas del arbolito, cerré los ojos y me imagine la escena que estoy convencida se va a producir con el tiempo.

Voy a mirar a María a través del arbolito que vamos armando entre todos y ella me devolverá la mirada como siempre hacemos. Tal vez lleve puesto un jogging con un top, con el pelo suelto que siempre usó y me va a sonreír con una alegría que extraño ver en ella. Se que me estara diciendo "gracias", se que me estara diciendo "te quiero" y se que me estara afirmando " podés contar conmigo para siempre".
Se que después de eso la voy a abrazar, y ella me devolverá el abrazo.

Siento que logré encender muchas luces donde antes había oscuridad. Las recibo como esperanza, amor y un futuro en compañía de las personas que más amo en este mundo.

No voy a mentirme a mi misma. Lo cierto es que este camino es muy difícil y me levanto todos los días intentando poner toda mi voluntad, pero hay veces que decaigo y quiero abandonarlo todo, porque me siento gorda, fea y se me vienen a la mente los rostros de las princesas acusándome de cosas horribles. Trato de no analizar mi cuerpo y de pensar en cualquier cosa menos en la balanza o en la comida, pero no es fácil. No puedo rendirme. No debo. No debería.

Porque tengo mucho por lo que salir adelante y por sobre todo, se que puedo equivocarme, pero también comprendo que tengo muchísimas personas en las que apoyarme, que me aman de verdad y no me dejarían si alguna vez vuelvo a caer.

Y saber eso, comprenderlo, asimilarlo, es algo que no se puede describir con palabras. Es esa sensación de seguridad, amor y protección que forman la estrella más brillante de mi cielo. Esa, que nunca más me dejara a oscuras.

Nicole
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Bueno gente, ahora sí, con este final, concluye definitivamente está historia que me acompaño por mucho tiempo.

Este final me gusta muchísimo más que el otro, siento que es más real.

Aunque esto es contenido de una historia, quiero animar a que si alguien está pasando por una situación parecida a la que se narra en esta historia, que es muy fuerte, y tiene mucha fuerza. Yo no soy profesional, y tampoco puedo imaginar cómo se siente pasar por esa situación, pero se puede superar, posta. Prioricen siempre estar bien, felices y su salud.

Los amo, tanto como ame escribir esta historia.

🫶

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